dependencia.info

Formación Profesional en “cuidados básicos en Enfermería”, una buena idea que llega algo tarde

Por Josep de Martí
jueves 03 de febrero de 2022, 18:41h
Josep de Martí, director de Inforesidencias.com
Ampliar
Josep de Martí, director de Inforesidencias.com (Foto: Dependencia.info)

Hasta justo antes de la pandemia muchas residencias de personas mayores privadas estaban en plena ocupación y con listas de espera. La Covid-19, tanto por las muertes que ha ocasionado como por la injusta crisis reputacional, ha generado que, todavía hoy, exista una ocupación baja en relación con la pre-pandémica.

Está claro que esto es algo transitorio que en unos meses pasará. La clave entonces no estará tanto en que haya necesidad y demanda de plaza sino en si los posibles usuarios podrán o no pagar lo que cuesta atender a alguien 24 horas al día todos los días del año ofreciendo un servicio hotelero, ayuda en las actividades de la vida diaria y un cierto apoyo sanitario.

Pero incluso eso no será la clave más importante del sector geroasistencial. Esa primacía se la reserva la necesidad de contratar y mantener a personal preparado para cuidad y asistir a personas mayores dependientes.

Hoy ya resulta muy difícil para quien gestiona una residencia el incorporar a nuevas enfermeras y gerocultoras con la titulación adecuada. Esa dificultad sólo va a aumentar en los próximos años, y va a hacerlo, no sólo por motivos salariales (“no encuentran personal porque pagan poco”), sino además por algo puramente demográfico (cada vez hay más personas mayores en relación con las que están en edad de trabajar).

Si fuéramos fríos y calculadores estaríamos buscando como locos alguna solución tecnológica que permitiese sustituir a los “cuidadores humanos” por algún tipo de solución tecnológica. Pero no lo somos tanto. Además, nos cuesta creer que una máquina o algoritmo, por mucha inteligencia artificial que tenga, pueda sustituir a una persona “humana” a la hora de cuidar a otra. Me temo que, a medida que el tsunami demográfico se acerque, nos volveremos menos quisquillosos y nos veremos obligados a aceptar cierta sustitución. Yo sigo sin imaginarme cómo será el robot que me cambiará los pañales, pero tengo que empezar a agudizar el ingenio para vislumbrar esa posibilidad.

Mientras tanto, el camino que están siguiendo nuestros gobernantes con el apoyo de unos y el menosprecio de otros, es intentar “desprofesionalizar” una parte de la atención a personas mayores en residencias.

Utilizo la palabra “desprofesionalizar” sabiendo que es algo provocativo. En 2008 escribí un post titulado “El reto de desprofesionalizar los servicios sociales” en el que trataba sobre algunas iniciativas de entonces que buscaban que las enfermeras pudiesen llevar a cabo tareas tradicionalmente reservadas a los médicos. Ahora la palabra la aplico en otro contexto.

Lo que han hecho es crear un catálogo de nuevas titulaciones de Formación Profesional entre las que aparece la “Supervisión de la atención sociosanitaria para la promoción de la autonomía personal”. En la práctica es una figura que abarca algo de lo que ahora hacen las enfermeras, las gobernantas y las coordinadoras de auxiliares en las residencias. Sólo hay que leer el BOE de 24 de Enero de 2022 para ver que en ningún caso están hablando de sustituir enfermeras. Aún así, es cierto que con profesionales que dispongan de esta capacitación, una residencia o centro de día podría funcionar con menos horas de enfermería, o incluso, sustituir la enfermera “en residencia” por una que trabajase en la distancia con presencia muy puntual.

A mí me parece un paso en la buena dirección que debería haberse dado hace más de diez años. Si se hubiese hecho así ya tendríamos a muchas personas con el título de FP que se habrían integrado en las residencias y trabajarían de forma normalizada con el resto de profesionales.

Hacerlo ahora, en la práctica no va a suponer casi nada, ya que hasta dentro de dos o tres años no vamos a tener a las primeras personas con esa formación. Si necesitamos unas 10.000 en España tardaremos aún más años en poder tenerlas. Y todo eso, si los jóvenes deciden apuntarse.

La falta de personal para la atención a mayores debe ser tratada desde diferentes perspectivas:

La económica es fundamental, aunque no suficiente (quien trabaja en residencias de mayores debe ganar más, lo que conlleva que las residencias sean más caras, ya sea que las paguen los usuarios o la administración).

La demográfica también lo es; por eso debemos facilitar la llegada de personas de otros países que quieran trabajar en la atención de personas mayores formándose en origen o a su llegada. Dentro de esta perspectiva estaría también la de adaptar currículos y titulaciones de forma que podamos integrar al máximo número de personas jóvenes al sector.

La tecnológica, es la que en principio parece menos obvia pero no lo es en absoluto. Nuestro sector continúa siendo yermo en lo que a inteligencia artificial se refiere. Sabemos que en muchos otros campos la robótica, el “machine learning”, la “big data”, se usan de forma habitual para conseguir optimizar procesos. Deberíamos apostar de forma intensa en este ámbito como parte de la estrategia para afrontar la población que envejece.

De momento tenemos el cambio en FP que llega tarde y encima ha encontrado reservas y críticas desde el mundo de la enfermería. Aún así, y a riesgo de equivocarme, yo lo veo un buen paso.

Valora esta noticia
5
(2 votos)
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios