Rosa Martinez Sellarès: "Estamos frente a un sector en remodelación, con la apuesta por un modelo muy heterogéneo"

Entrevista a: Rosa Martínez Sellarès es la presidenta de la Sociedad de Enfermería Geriátrica y Gerontológica

1.- ¿A qué hora suena su despertador?

A las 7:15 horas

2.- ¿Cuál es su principal objetivo como Presidenta de la SEEGG?

Que la Sociedad Española de Enfermería Geriátrica y Gerontológica:

• Sea un referente para todas las enfermeras que quieran redirigir su profesión hacia la atención y mejora de la Enfermería Geriátrica y Gerontológica,
• Sea reconocida como una entidad sensible a las necesidades profesionales y científicas, respetuosa con las normativas vigentes,
• Sea considerada como una entidad con criterio y opinión altamente cualificada y relevante dentro de la comunidad científica y educativa.

3.- ¿Qué cosa o circunstancia podría hacer que no consiguiera ese objetivo marcado?

La responsabilidad, toma de conciencia y análisis constante de donde estamos, qué se puede hacer y dónde queremos llegar nos permite trabajar con paso firme y hacia adelante de manera que el cumplimiento de nuestros objetivos pueda tener una fiabilidad del 95%.

4.- ¿Qué le gustaría ser si no fuera Enfermera especialista en geriatría y gerontología?

Acabé la diplomatura como Enfermera en el año 1987, en el año 1989 ya trabajaba en residencias. Llevo trabajando en la misma entidad desde hace más de 33 años; primero como enfermera, después responsable higiénico-sanitaria y desde hace más de 7 años como directora técnica en una residencia y centro de día.

Me apasiona poder y saber estar con la persona mayor; dando respuestas individualizadas, respetando sus valores y haciéndole partícipe de su cuidado, con respeto y siempre desde la dignidad. Es mucho lo que recibo en el día a día, se me hace muy difícil plantearme otra profesión que no sea la de enfermera.

5.- Ley de Dependencia, ¿cambiaría cosas o haría una nueva?

Todo proyecto es susceptible de ser modificado y mejorado con el paso del tiempo. En su momento esta Ley ofreció un rayo de esperanza dentro del sistema de salud y social. Actualmente, han tenido lugar muchas variaciones dentro del panorama sanitario y socio-económico.

Desde el sector servicios frente a la dependencia son necesarios cambios sustanciales y con enfoques más dinámicos y realistas: agilidad en los tramites y respuesta a los mismos; homogeneidad de prestaciones entre Comunidades Autónomas y libertad de movilidad sin pérdida de las prestaciones conseguidas hasta el momento; adjudicar la partida presupuestaria adecuada. Quizás el momento se dé a medio plazo.

6.- ¿Sigue España ofreciendo oportunidad de crecimiento empresarial en el sector geroasistencial?

Es evidente el incremento de la esperanza de vida, si bien este hecho comporte, además, el incremento, en muchos casos, del grado de dependencia. No tan solo debemos pensar en la necesidad de obtener más plazas de residencia, las características y demandas de las nuevas generaciones apuestan por nuevos servicios en distintos recursos.

Ya existe actualmente algún proyecto que apuesta por el cuidado de la persona mayor desde el acompañamiento dentro de un entorno social concreto (un barrio o entorno delimitado). Seguro que esta vía puede ser ampliamente explorada siempre que se apueste por la atención especializada, por el cuidado digno y complejo.

7.- ¿Cómo ve hoy el sector residencial en España?

Actualmente estamos frente a un sector en remodelación, con la apuesta por un modelo muy heterogéneo, queriendo integrar a diversos profesionales sin medir la capacitación y la idoneidad de profesionales muy preparados y especializados desde la concepción del CUIDADO y apostando por la inclusión de plantillas que comporten una economía a nivel salarial. Deseando que esta conjunción se vaya asentando en todas las residencias de España.

8.- ¿Y cómo ve el sector residencial en España dentro de 10 años?

Me da la sensación que apostamos por los servicios impersonales, donde prima la robotización sin pensar en la autonomía, la individualidad, la no maleficencia y la equidad; me gustaría poder poner el foco en el respeto a los derechos y valores de la persona mayor, en definitiva a su dignidad.

9.- Todo cambia, la población envejece... ¿Para qué debe el sector estar preparado?

Debemos prepararnos para el incremento exponencial de la dependencia, y con ella la profesionalidad en el cuidado a la persona mayor; ser conscientes que debemos adelantarnos a la reinvención de los recursos disponibles y a un uso más eficaz, racional y humanizado partiendo de la base del CUIDADO especializado.

10.- Faltan profesionales, ¿cómo haría más atractivo el sector de la dependencia?

Es evidente la diferencia de salarios entre entidades, sectores, convenios. Una clara intervención sería sobre el empoderamiento de la profesión de cuidadores, enfermeras, y resto de personal del sector. Con plantillas donde la conciliación familiar se conjugue con la conciliación de la vida de las personas dependientes necesitadas de cuidados.

Con una apuesta firme por el incremento de plazas de formación enfermera en las facultades y por una formación responsable y firme desde las UDM especialistas en geriatría.

11.- ¿Falta dinero o imaginación?

Falta dinero para el incremento de salarios, prestaciones a las personas mayores y/o dependientes; y, a la vez, falta imaginación para atender desde el respeto, la profesionalidad, la autonomía y la confianza a la persona mayor y a su familia cuidadora desde los distintos sectores y lugares de convivencia de y con la persona mayor.

12.- ¿Qué haría si fuera ministro/a de la Dependencia?

Reactivar el compromiso de todas las fuerzas políticas es este sentido. Recabar todos los datos posibles desde todas las CCAA al respecto; oir las opiniones de los afectados, sus cuidadores y los profesionales que les atienden.

Es decir, llevar a cabo un análisis pormenorizado: detectar puntos débiles y fortalezas, amenazas y oportunidades, a fin de planificar estrategias; siempre con la mirada puesta en ofrecer el mayor cuidado a la persona mayor y su/s cuidadores principal, tanto desde el envejecimiento activo, promoción de la salud, desde la enfermedad y el final de vida.

13.- ¿Qué le da miedo del futuro?

La incapacidad física y/o mental sin poder recibir los CUIDADOS dignos y especializados necesarios.

14.- ¿Qué ha aprendido de la pandemia del coronavirus?

Que las personas necesitamos del cuidado y el respeto del otro, de su proximidad y de una relación de confianza, desde la empatía. Que en los momentos en que nos ponen a prueba sacamos de nosotros mismos la fortaleza y la credibilidad de seguir adelante, seguros en nuestras convicciones. La entrega, la dedicación, el cuidado y la generosidad hacia el otro se potencia frente a los que se alejan de tu espacio vital.

15.- Si inventara un robot... ¿qué haría este robot?

Somos personas y como tales precisamos de la sociabilización, del contacto personal y de la escucha activa. Los robots deben ayudarnos en los niveles más básicos y mecánicos de las tareas a desarrollar: no me imagino a una persona con alteraciones cognitivas comprendiendo gestos, movimientos, expresiones y falta de contacto ante un robot.

16.- ¿Cómo se imagina usted y dónde a los 90 años?

Me gustaría continuar en mi casa, o en un entorno no muy grande (pequeño apartamento) rodeada de personas con las que empatice y que a la vez respeten mi espacio vital. Esto empieza por poder atender desde ahora mi propia salud y bienestar, apostando por un envejecimiento activo.