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Pese a todo, Feliz Navidad y un 2023 que marque el camino a seguir por nuestro maltrecho sector social

Por Vicente Botella
martes 20 de diciembre de 2022, 02:12h
El presidente de UPIMIR, Vicente Botella.
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El presidente de UPIMIR, Vicente Botella. (Foto: Parlament)

Ya en la recta final del 2022, un año complejo en el cual el acoso y derribo a nuestra actividad ha sido una constante, un año donde en redes hemos sido demonizados y estigmatizados (aunque hay que reconocer que el modelo de centro de proximidad y tamaño pregonado por UPIMIR no ha sido el criticado), un año en el cual hemos presenciado esperpénticos dramas judiciales por convenios de conveniencia, nunca tanta redundancia fue tan real, y aún colean en instancias superiores, donde de nuevo la insolidaridad del sector demuestra todas las debilidades que arrastramos y que hacen a la administración jugar con nuestro sustento y lo peor, con la atención a nuestros usuarios, un año en el cual la promesa de anteriores Honorables Consellers de subida de tarifas ha pasado por arte de magia a ser posiblemente, (asi lo necesitamos) abonados en enero de 2023, una minucia de incremento comparado con subidas salariales del convenio nacional del 6,5 % y un escuálido incremento de tarifas del 3% (era eso o nada) ni así se ha conseguido cobrar a tiempo, mientras temas tan cruciales como, modelo futuro de asistencia a la dependencia, acreditación de entidades y servicios sin dejar a nadie excluido, tarifas 2023 que deben ser realistas dado lo visto el 2022, llevamos un desfase negativo de más del 10 % de pérdida de poder adquisitivo sin contar con la inflación que afecta y muchísimo a nuestro sector (alimentación, energía, compras varias), un absentismo laboral in crescendo y una presión mediática de las familias como nunca conocimos, es hora de juntar sinergias de informar a nuestros usuarios de la dramática situación que atravesamos, de buscar soluciones que no pasen tan solo por pedir y punto, sino en ser imaginativo, desde aquí nuestra patronal hace años que defiende un modelo tipo AR (acolliment residencial) de antaño donde el poder adquisitivo de las familias se tenga en cuenta, y al igual que antes ocurría, el concepto de pensión alimenticia de hijos a padres que bien regula el código civil catalán sea estudiado como medida realista a contemplar y así ayudar a la sostenibilidad de una atención centrada en el usuario, trabajar sin demora en una inspección que nos conduzca en el tránsito hacia un modelo de futuro, con mucho mayor respeto al libre albedrío y la voluntad de los usuarios, eje de nuestro quehacer diario.

Son tiempos de cambios, de apretarse el cinturón y de demostrar nuestro carácter de servicio a la ciudadanía más necesitada de ayuda, los dependientes, ya ha quedado muy claro que quienes buscan tan solo mayor lucro, mercantilismo y aprovechamiento de la crisis están identificados y retratados, desde UPIMIR no son esas nuestras máximas, y por ello este 2023 trabajaremos para explicar con total trasparencia, junto a otras patronales y asociaciones profesionales qué está pasando y quienes son los responsables.

Consideramos que la defensa de nuestro modelo asistencial, es la de nuestros usuarios, trabajadores, proveedores y la de nuestra propia esencia como sector social.

Por ello y de nuevo te animamos a que te unas a nuestras premisas, si son también las tuyas, y abras los ojos para ver quién y cómo defiende tus intereses y no los suyos propios.

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