Noto que me hago mayor porque recuerdo perfectamente el día en que se aprobó definitivamente la Ley de Dependencia en diciembre de 2006, pero tengo que mirar constantemente la agenda para recordar qué tengo que hacer o qué hice ayer.
¡Ya han pasado quince años! Aquella ley que iba a crear un derecho universal que sería común en todos los rincones de España (¡Un anillo para gobernarlos a todos!), que vendría acompañada de más calidad, profesionalidad y, sobre todo, dinero. Mucho dinero.
Repasando papeles de entonces he reencontrado un documento de septiembre de 2008 (cuando la Ley llevaba un año y medio en vigor), titulado “Un Análisis Estratégico del Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia” en el que el profesor Simón Sosvilla Rivero, de la Universidad Complutense hacía un análisis de la dependencia en España, una explicación de la Ley y, lo que encuentro más interesante, un análisis DAFO del sistema.
Invito a los lectores a leer el documento y detenerse en el DAFO (una forma de analizar una realidad buscando las Fortalezas, Debilidades, Oportunidades y Amenazas).
El trabajo del profesor Sosvilla hace catorce años me parece encomiable. El único defecto que me atrevo a achacarle es que se planteó un análisis DAFO del "sistema teórico de atención a la dependencia". Ese sistema en que la prestación a los familiares era excepcional, el sistema de valoración de la dependencia homogéneo y los sistemas de copago y acreditación parecidos en las diferentes comunidades.
Entre las debilidades, a mi entender que ha ido manifestando el sistema a medida que ha llegado a la celebración de su “quinceañera”, hay tres muy significativas: baja calidad técnico-jurídica de la Ley (demasiados conceptos indeterminados); insuficiente concreción en el sistema de financiación y falta de un título competencial claro por parte del Estado. Así, la "posible descoordinación entre AAPP" no sería a mi entender una amenaza sino una debilidad del sistema.
La verdad es que no me sorprende que el profesor Sosvilla en 2008 plantease ese análisis, al fin y al cabo, la Ley llevaba poco tiempo de rodaje. ¿Cuál sería el DAFO hoy del sistema de la Ley de Dependencia y qué estrategias deberíamos plantearnos?
Personalmente me siento bastante radical en el tema. Yo creo que un gobierno audaz plantearía que la Ley se hizo mal y se desarrolló peor porque no se ajustaba a la realidad autonómica de España.
Si la competencia exclusiva sobre servicios sociales corresponde a todas y cada una de las Comunidades Autónomas, plantear una Ley que, sin competencias para hacerlo, pretenda unificar condiciones de acceso, copago, acreditación o tramitación, es una iniciativa abocada al fracaso. No a un fracaso estrepitoso ya que, mientras metamos dinero en el sistema, y éste llegue a los ciudadanos, siempre tendremos el recurso del "éxito estadístico". No hay duda de que el Estado y sobre todo las Comunidades Autónomas gastan mucho más en dependencia ahora que hace 15 años, tampoco hay duda de que muchas más personas dependientes se benefician de “algo”.
La cuestión es que la Ley no se hizo sólo para que hubiese más beneficiarios sino para que ese “algo” que recibiesen fuese parecido. Yo veo un fracaso en el objetivo de crear un derecho subjetivo homogéneo en toda España y un relativo éxito en que más dependientes se beneficien de ese “algo” que es diferente en cada comunidad.
Si aceptamos la situación competencial, podríamos derogar la ley actual y redactar una nueva que estableciese unos criterios comunes "super laxos" acompañados de una financiación y dejar que cada Comunidad Autónoma crease su sistema. Hacer eso sería ajustar la Ley a lo que de verdad está pasando.
O podríamos ser más ambiciosos y sacar la Dependencia de los servicios sociales y convertirla en un sistema de aseguramiento público/privado vinculado a la Seguridad Social. En este sistema las Comunidades Autónomas (tomadas individualmente) tendrían quizás menos peso que en la actualidad.
Sé que mis propuestas no son realistas ya que no tengo en cuenta "la perspectiva política". No creo que ningún gobierno se atreva a decir que la ley de dependencia (con tanto "éxito estadístico") sea algo malo que hay que derogar y cambiar por algo mejor. No olvidemos que esta Ley tuvo el apoyo de los dos grandes partidos. Pero creo que es un discurso que tiene que aparecer y que debiera tenerse en cuenta.
Estamos en un momento demográfico de transición. Vamos hacia una sociedad súper-envejecida, y lo que hicimos hace quince años necesita de una reforma a fondo.
¿Alguien se atreve a redactar un DAFO de la situación actual y plantear qué hacer a partir de ahora?