¿Estamos ante el final del actual ciclo inversor en el sector de las residencias?

¿Estamos ante el final del actual ciclo inversor en el sector de las residencias para personas mayores dependientes?

Los que peinamos alguna cana recordamos los años del "boom del ladrillo", cuando se produjo un crecimiento desmesurado de la actividad promotora en nuestro sector de la mano, en aquella ocasión, de entidades financieras y del sector inmobiliario.

Unos años después estamos asistiendo a otro "boom", inversor en esta ocasión, que está adquiriendo y promoviendo centros residenciales para alquilarlos a grupos gestores.

En ambas ocasiones, el punto de partida es el supuesto déficit de plazas que existe en nuestro país para alcanzar el anhelado paraíso que supone llegar a disponer de 5 plazas por cada 100 mayores de 65 años que dicen que dice la OMS.

En pleno "boom" lo dijimos, ahora llevamos años diciéndolo, el problema de nuestro país no es que no existan suficientes plazas residenciales de calidad. EL PROBLEMA ES QUE NO HAY DINERO, NI SE ESPERA QUE VAYA A HABERLO, PARA SUFRAGAR EL COSTE DE LA ATENCIÓN RESIDENCIAL.

Algunos de los muchos inversores que han ido desembarcando lo han empezado a ver. Otros, con los ojos cerrados, están promoviendo proyectos que no son, ni van a ser viables. Pero no importa, porque para cuando el proyecto vea la luz, este inversor, y quizás el gestor, ya no estarán, otros ocuparán su lugar y harán lo que puedan. La historia se repite.

Además, para combatir a estos “despiadados” inversores y a los “perversos” gestores, el IMSERSO anda a vueltas con un borrador de decreto de mínimos que, en caso de aprobarse, supondría el fin del modelo, y conllevaría el cierre de más de 800 residencias, enviaría al paro a unas 75.000 trabajadoras y obligaría a “realojar” a 120.000 personas dependientes.

La semana que viene se hablará de esto en el III Congreso Nacional de Dependencia organizado por Alimarket, el mayor foro que tenemos los profesionales para hablar del presente y el futuro del sector.

Aunque el panorama no es bueno, por favor, “venid llorados de casa”. Nos vemos la semana que viene.

¡ANIMO y mucha SUERTE!