¿Dónde se lavan los uniformes?

La residencia las Marismas, de la que eres director, mantiene buenas relaciones con otras residencias de mayores de la zona. Te gusta hablar a menudo con otros directores y, además, organizas una comida mensual para intercambiar opiniones. Es cierto que son tu competencia, pero a lo largo de los años en esas reuniones habéis aprendido mucho unos de otros y veis que la colaboración es posible.

Durante la última comida la directora de una residencia te ha dicho que, hasta que empezó la pandemia, ellos daban el uniforme a los empleados que éstos lavaban en su casa manteniéndolo limpio y en buen estado. La norma era que nadie podía ir y venir a trabajar en uniforme, sino que debían cambiarse en la residencia, una práctica aceptada por los trabajadores que nunca supuso problema alguno.

Durante la pandemia cambiaron la norma y empezaron a lavar los uniformes en la residencia. Ahora estaban pensando que, cuando las cosas volviesen a la normalidad recuperarían la práctica anterior. Otro director que asistía a la reunión dijo que eso de que cada uno se lavase el uniforme en su casa le parecía irregular y que un inspector de trabajo le había dicho que la residencia estaba obligada a lavar los uniformes, incluso antes de la pandemia.

Se desató una discusión entre quien defendía que un acuerdo con los trabajadores prevalía sobre lo que decía el inspector. La cosa quedó así.

En las Marismas, las auxiliares, gerocultoras, personal de limpieza y cocina utilizan uniforme durante sus horas de trabajo. Tienes unas normas internas, que te encontraste en funcionamiento cuando llegaste al centro y no has cambiado, que indican cada cuánto deben cambiarse el uniforme estos empleados, dónde se deja la ropa sucia, dónde se lava y dónde se recoge.

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La residencia lava en sus instalaciones la ropa tanto de los residentes como de los empleados y, hasta ahora, salvo algún problema concreto nadie ponía en duda el sistema.

Ahora, de regreso en la residencia le estás dando vueltas al asunto.

Tú estás haciendo lo que te encontraste cuando llegaste, no porque lo consideres adecuado sino porque, sencillamente, era lo que se hacía. Pero ahora quieres valorar pros y contras y te cuestionas.

¿Están verdaderamente las residencias obligadas a lavar los uniformes o pueden pactar que sea cada empleado quien lo lave en su casa? Y, si ambas opciones fuesen posibles, ¿qué sería mejor para la organización de la residencia?

Caso práctico redactado por Josep de Martí, jurista y gerontólogo.