Opina sobre este caso práctico en la gestión de residencias y envíanos lo que harías tú.
Hace unos días estamos dando vueltas a un asunto en la residencia las Marismas de la que, por cierto, eres director/a.
La hija de una residente de 87 años que lleva cuatro días ingresada en el hospital después de haber sufrido una caída nos ha llamado por teléfono algo alterada y nos ha dicho que en el hospital le han dicho que su madre tiene “Marshall” y que seguro que se lo han contagiado en la residencia.
Hablamos entonces con nuestro médico que, a su vez lo hizo con alguien del hospital. Resulta que lo que la hija había entendido no era del todo correcto. La residente tiene una infección causada por Estafilococo (o Staphylococo) Áureo Resistente a la Meticilina, también conocido como SARM o MRSA. Se trata de una bacteria que muchos tenemos en la piel y mucosas y con la que convivimos, pero que en personas mayores con el sistema inmunológico comprometido puede comportar consecuencias graves.
Según nos comenta el médico “es un bichito muy cabrón” ya que resiste a muchos antibióticos y, aunque normalmente se contagia en hospitales, también es posible que lo haga en residencias.
“¿Hemos hecho algo mal?” Pregunto al médico.
“No necesariamente. Aunque, según me han dicho en el hospital, ahora tendremos que aplicar un protocolo que requiere que, cuando la residente vuelva, viva durante un tiempo en semi-aislamiento y tengamos un tratamiento especial de su ropa de cama y utensilios que use, además de comprobar que quien le haga las atenciones más cercanas no esté contaminado por la bacteria. O sea, tendremos que hacer que las auxiliares se hagan un pequeño análisis para saber cuáles están libres de MRSA”.
La residente en cuestión ha ocupado hasta ahora una habitación doble, pero llevaba unos días durmiendo sola al haber fallecido su compañera de habitación. Cuando vuelva podemos dejar esa cama sin ocupar, pero eso nos va a generar un coste importante. Por otro lado, sabemos que lo de hacerse análisis a ver quién tiene la bacteria va a generar resquemores en el personal.
“¿Podemos decir que no podemos acoger de regreso a Doña Carmen porque no estamos preparados para ello?”, pregunto. “Quiero decir que no somos un hospital de media estancia ni un centro sociosanitario sino una simple residencia que sustituye el hogar de los residentes”.
“Lo veo arriesgado”, nos contesta el médico. “Llevamos años aceptando residentes que tienen necesidades de atención muy elevadas. Además los médicos del hospital son buenos prescriptores que nos han enviado a más de un residente”.
Repasamos el protocolo de MRSA en residencias de mayores que le han entregado a nuestro médico en el hospital:
Aquí un protocolo interesante que algo más abajo comenta el Dr. Josep Pascual:
Sabemos que llevamos unos cuantos años atendiendo a residentes que casi estarían mejor en el hospital. Nuestro personal de enfermería hace curas bastante más complicadas de lo que correspondería a una residencia, pero ¿dónde está el límite? Tenemos las habitaciones individuales que tenemos.
¿Qué harías tú?
Autor del caso: Josep de Martí Vallés
Jurista y Gerontólogo
Profesor del Máster de Gerontología Social y del Postgrado en dirección de centros de la UB, la UAB y del centro de Humanización de la Salud.
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Opinión del experto Dr. Josep Pascual
En la Guía de actuación para el manejo de residentes colonizados/infectados por microorganismos multirresistentes (MMR), donde está incluido el MRSA, en Centros Sociosanitarios, publicado por la Unidad de Residencias del distrito sanitario Costa Del Sol y la Comisión de Infecciones y política antibiótica, y la Unidad de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Agencia Sanitaria Costa Del Sol en el 2013, que les he proporcionado, consta todo lo referente a este tipo de infecciones, incluyendo su tratamiento y medidas a tomar por los Centros Sociosanitarios y/o Residencias.
Quiero matizar el tema de los contagios, ya que con gran facilidad y desde hace mucho tiempo se culpabiliza gratuitamente a las propias residencias como causantes. Debo decir que los llamados MMR se han generado habitualmente en medio hospitalario, aunque actualmente se hayan publicado algunos trabajos de contagios en la comunidad. También se conoce la posibilidad que se produzcan contagios en las ambulancias durante el transporte y raramente este contagio ocurre en las propias residencias.
Precisamente, para que este contagio no ocurra deben realizarse una serie de medidas (descritas en la guía) que seguro cortarán cualquier acción de contagio.
Otro tema es si estos enfermos deben o pueden ser tratados en las residencias, tema que muchas veces se pone en duda. Sinceramente y sin lugar a duda, creo que sí, se pueden tratar en el ambiente residencial, del mismo modo que se pueden tratar en el propio hogar del paciente infectado, o sea en la comunidad.
Las tareas a realizar durante el tratamiento son de aislamiento de contacto y de higiene, según está descrito en la guía adjunta, tareas perfectamente asumibles por la Residencia y cuyo costo es totalmente asumible por dos razones, el propio coste de higiene no es mayor que las medidas habituales que se utilizan en la residencia y en cuanto al aislamiento, al no ser respiratorio, es de temporalidad corta y, además, siempre se trata de un solo caso.
Por todo lo cual, defiendo la idoneidad de realizar estos tratamientos en las residencias, no siendo su carga mucho mayor que otras cargas sanitarias que ya se asumen y que, eso sí, están incluidas en la cada vez mas gravosa carga sanitaria que afecta en general a todas las Residencias.
Es por esta carga sanitaria global que deben reclamarse soluciones por parte de las Administraciones Públicas, tanto de reconocimiento, como de generar estructura de relación con el sistema sanitario, como económicas.
Dr. Josep Pascual Torramadé