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Arquitectura y residencias: Construcción industrializada ante el reto demográfico

Proyecto de residencia.
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Proyecto de residencia. (Foto: Avintia)
Por Dependencia.info
sábado 28 de mayo de 2022, 12:57h

Construcción industrializada ante el reto demográfico: menor consumo energético y emisiones, en espacios más saludables y personalizados

Vivir en casa, cuando se necesita ser cuidado por otros, no siempre es posible y eso hace necesario la existencia de alojamientos con cuidados las 24 horas para las personas en situación de dependencia. Las residencias en España han ido mejorando sus instalaciones, su oferta de servicios, pero aún queda algo por hacer para poder ofrecer una atención realmente personalizada y poder hacerlo en instalaciones más acordes, más sostenibles y eficientes, que permitan dar un servicio totalmente adaptado a lo que necesitan las personas mayores. El esfuerzo debe estar en que la persona -en la medida de sus capacidades- controle su vida, y que la atención, incluso en los casos de gran deterioro cognitivo, se organice respetando su biografía y preferencias. Este modelo de atención es el futuro, porque es lo que las personas mayores quieren, lo que cada uno deseamos para nuestros familiares o lo querríamos para nosotros mismos, llegado el caso.

Además, debemos repensar el modelo de cuidados que queremos y eso nos obliga a pensar en los nuevos espacios para ello. Y la construcción industrializada tiene mucho que aportar en este sector.

Debemos ser capaces de dar respuesta a todas las situaciones para personas “no dependientes” en nuevas tipologías de apartamentos con servicios, con el formato senior living o senior housing para adultos de más de 65 o 70 años que tienen una gran energía vital y ganas de hacer muchas cosas, pero también debemos seguir buscando dar solución a las personas dependientes en una franja de edad ya superior a los 80 años con unas necesidades de atención mucho mayores. Estamos obligados a avanzar en nuevas soluciones para el reto demográfico que tenemos por delante y vemos un repunte de interés en ambas tipologías.

¿Cómo sería entonces ese “centro ideal” de atención a mayores?

Es imprescindible mirar hacia otros países que hace tiempo apostaron por otras alternativas de cuidados. Es el caso del Norte de Europa, Holanda, Inglaterra, Francia, Alemania y Canadá, entre otros, donde se opta por centros integrados en el entorno, no masificados, algunos incluso con una oferta de plazas más reducida, o con unidades de convivencia semejantes a la vivienda habitual donde cada persona dispone de su espacio privado llevando incluso sus propios muebles y enseres, favoreciendo que se pueda seguir con los hábitos y forma de vida deseada.

Otra característica importante es que el personal es más polivalente y tiene una importante formación. Así, también es fundamental el concepto de LIBERTAD, y de libertad en las decisiones y preferencias sobre sus cuidados: cuándo quieren levantarse, acostarse o afeitarse, como si estuvieran en su casa; visitas libres para los familiares, etcétera.

Cuando se valora dejar de vivir en casa, se ha de buscar el centro que mejor se adapte a las necesidades y preferencias de cada uno. Es importante conocer las distintas residencias, visitarlas para ver qué servicios ofrecen, comprobar cómo viven allí las personas y, con respecto a las instalaciones, si se acomodan a su forma de vida, sus necesidades y si son instalaciones eficientes y que respetan el Medio Ambiente, sostenibles, que reducen el consumo energético y la huella de carbono y pueden fomentar y respetar la historia de vida de los residentes, aumentar su participación, visitas libres para los familiares, etcétera. Precisamente la construcción industrializada aporta mucho valor añadido a este tipo de inmuebles desde la reducción de residuos en la parte constructiva, hasta la reducción de plazos de construcción en torno a un tercio menos, que permite al operador anticipar su apertura y reducir sus costes de financiación. También es importante la reducción de costes de mantenimiento de un edificio realizado con construcción industrializada , su menor rotación de materiales de reposición y su alto porcentaje de reducción en consumos y suministros por la estanqueidad de las estancias y su capacidad de regulación térmica, que hacen la vida de las personas mayores más confortable frente al frio y al calor y permite, con una gestión eficiente, reducir hasta un 20% el consumo energético y generar muchas menos emisiones a la atmósfera.

Igualmente es necesario fijar indicadores y estándares esenciales de calidad para la evaluación de los centros y servicios, iguales en todas las comunidades autónomas y evaluar también los resultados en términos de calidad de vida de las personas que allí viven y debe incorporarse una cultura de rendición de cuentas y de transparencia para que el ciudadano pueda comparar los centros. También es importante el desarrollo y estandarización de metodologías y soluciones tecnológicas para el diseño y evaluación de las edificaciones donde viven las personas mayores con movilidad limitada y que pasan en las residencias el 100 % de su día a día, en cuestiones que afectan a su calidad de vida como la iluminación, la calidad del aire, temperatura y acústica para cada edificio

No podemos olvidarnos, en el nuevo modelo, de la tecnología, de la industrialización de los procesos de construcción y de la digitalización de los centros y la facilidad de la recogida de datos, de lo que eso supone en términos de mejora real de la atención a las personas y del control del edificio, las opciones de sectorización ante epidemias, así como de la necesidad de compartir datos de salud entre profesionales y en tiempo real con el Sistema Nacional de Salud. La pandemia nos ha enseñado la importancia de la digitalización de todos los procesos asistenciales y lo nuevos edificios deben estar pensados desde la base en este sentido.

La implicación de las nuevas generaciones y de los “baby boommers” que pronto llegarán a la edad de jubilación en España, cada vez más concienciados con la reducción de impacto ambiental, comprometidos con los ODS, con la economía circular y la reducción de huella de carbono en todos los procesos productivos, la eliminación de papel en las residencias y la reducción y transformación de residuos nos hace a todos responsables de seguir innovando para tener un Planeta mejor. Por todo ello, es importante poner en valor a las empresas que apuestan por procesos de construcción industrializada, donde se reduce el impacto ambiental, donde se mejoran los plazos de construcción y se reducen los costes, no solo haciendo más sostenibles los edificios en el tiempo, con materiales que puedan perdurar toda la vida útil del inmueble hasta su demolición, sino además pensando en la gestión inteligente del mantenimiento y de los suministros. Así como la importancia de la economía circular en la construcción industrializada para alargar la vida útil de los materiales. Esta reducción de costes, esperamos que se vea también repercutida no solo en las empresas operadoras de residencias sino, lo más importante, en el cliente final, haciendo más accesibles desde el punto de vista económico los servicios y cuidados de larga duración a las personas mayores de nuestro país y los extranjeros que nos eligen para esta etapa vital.

Nuestro estado de bienestar tiene que seguir avanzando en este sentido y tenemos la responsabilidad de hacer que el denominado cuarto pilar, la Atención a las Personas Dependientes o mayores no dependientes, abarque todos los aspectos sociales, sanitarios y medioambientales, y profundice en la prevención de la soledad no deseada y la preservación de los máximos grados de autonomía, de libertad de decisión, libertad de elección de centro y participación. Respetando la decisión sobre cómo, cuándo y dónde deben ser sus propios cuidados cuando llega ese momento, manteniendo una vida plena y feliz en consonancia con su historia de vida previa y en su entorno habitual.

Ahora es el momento de tener una visión más global por parte de los profesionales expertos en diseño para las soluciones de vivienda que se necesitan en esta etapa y pensar en nuestra contribución, desde la construcción industrializada, a un mundo mejor y una economía más sostenible en la realización de proyectos destinados a cuidar mejor a nuestros mayores.

Juan Antonio Carrero, director de negocio inmobiliario de Avintia Inmobiliaria

Paz Membibre, directora de negocio de Senior Living de Avintia Inmobiliaria

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