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Arquitectura y residencias: La Arquitectura y los mayores, un modelo innovador

Por Berta Brusilovsky
martes 22 de febrero de 2022, 00:30h
Acceso y salas. Centro de día municipal Francisco de Goya. Ayuntamiento de Madrid.
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Acceso y salas. Centro de día municipal Francisco de Goya. Ayuntamiento de Madrid. (Foto: Berta Brusilovsky, arquitecta. Teoría y proyectos.)

La manera de demostrar que algo sirve es comprobar que los resultados obtenidos son aquellos que se habían deseado. En algunos casos, queda también el aprendizaje de la acciones emprendidas, que es muchas veces tan importante como todo el conjunto de conocimientos que los fundamentaron. Esto es lo que ha sucedido con los proyectos que hemos emprendido en los centros de día e integrados y residencias que han sumado teoría, experiencia y lo más importante: mayor bienestar para las personas usuarias de los equipamientos y viviendas.

¿Cuáles son esos resultados que no se tocan con las manos, porque son emociones, sensaciones y bienestar físico, psicológico y emocional?

Son aquellos que se sienten “en el aire”, en el accionar diario y cotidiano de las personas, cambios todos positivos que se van manifestado en las funciones sensoriales, la percepción, la cognición, las emociones, aquellas que preparan a las personas para la acción: porque accionar es vivir.

Un espacio donde de manera circunstancial, pero sobre todo permanente conviven personas mayores es, por lo general, un conjunto de lugares físicos que se llenan de sonidos y códigos de comunicación quesi cerramos los ojos nos llegan como sensaciones que nos acercan muchas veces a la escuela infantil. Hay aspectos que son comunes, entre otros, los apoyos humanos, las actividades manuales o físicas y las horas para llevar a cabo actividades. Pero hay un aspectoque los diferencia consubstancialmente: la falta de sensibilidad en el diseño de los espacios donde se llevan a cabo las actividades de los mayores que en los espacios infantiles, escolares, incluso sanitarios son especialmente cuidados y magníficamente resueltos en tantos casos: hospitales, guarderías y zonas de juego.

Ya anteriormente y en estas páginas virtuales había hecho hincapié en la necesidad de cambiar el enfoque sobre la “calidad e intención de la arquitectura”, de la necesidad de que los espacios fueran lugares integrados donde estar sentado se vincule al accionar, a los aspectos físicos, que tan importante son para los mayores. Donde lo emocional, en especial la edad, las enfermedades y la posible soledad que tantas veces sienten influyen sobre su tristeza. No porque falten murmullos alrededor sino porque la juventud, ese acompañamiento que la vida nos da, nos otorga sólo por unos años nos va abandonando en aras de las arrugas, las canas, mayor cansancio y, sobre todo, porque nos hacen sentir que ya no se puede disfrutaren la madurez de una “nueva juventud”, diferente y experimentada.

Arquitectura sensible y disruptiva

¿Dónde está la llave para abrir ese cajón donde están las propiedades de los lugares, de la arquitectura para que actúen como factores de calidad de vida?

  • La hemos encontrado en un enfoque ¿disruptivo?, que ha incorporado un conjunto de conceptos que nos hemos tomado el trabajo de bucear en investigaciones científicas, en la neurología dela conducta espacial [1]: conocimientos fundados en investigaciones y publicaciones a partir de las cuales hemos creado un marco propio de trabajo que con las experiencias ha ido madurando, y se ha ido enriqueciendo.

Si se me permite aprovechar la frase de Anna Heringer [2] -arquitecta que está de moda por su inteligente enfoque del diseño de los espacios y el uso de los materiales-: "los edificios nuevos son tóxicos, necesitamos materiales sanos", expondré sintéticamente la respuesta:

  • Necesitamos espacios sanos para que las personas sean más felices y, sobre todo emocionalmente dispuestas a seguir siendo jóvenes, sin esa mirada hacia la edad que se muestra en un espejo estático que altera ánimos y conductas, y al que, tantas veces se le llama enfermedad.

Un espacio sano reúne determinadas condiciones de partida y esa frase “tienen mayores costes” no puede ser la razón de su rechazo: su coste es el mismo, sobre todo cuando se emprende el proyecto desde el momento 0. Lo que sí es mayor es el compromiso del diseñador con las personas, su modo de vida, sus valores y su funcionamiento vital, integral.

Evolución del enfoque tradicional

Esta evolución positiva tiene su anclaje en los valores que la arquitectura ha aportado, experiencias de diseño que en todo el mundo se estudian e investigan. En especial desde que leyes, normas y códigos se preocupan de la seguridad, la protección, el cuidado de los mayores: la evolución en este sentido ha sido enorme, mejorando los años de vida en que las personas se vuelven más dependientes de su entorno y de otras personas.

Tipologías como los apartamentos que ceden las instituciones públicas con apoyos diversos a la autonomía, los cohousing, las residencias donde los espacios generales pueden ser compartidos y la agrupación de habitaciones individuales es más reducida y contenida, son ejemplos de que ha habido una evolución constante en la tipologías que favorecen los cuidados, la satisfacción y la felicidad de las personas mayores.

Enfoque innovador

Se basa en la constatación de que hay que hacer mayores cambios, asegurando la presencia de componentes innovadores, disruptivos en algún caso, porque influyen, sobre todo, en la autonomía, las conductas y los comportamientos de las personas en entornos y edificios.

Ha nacido del ser interior de las personas en sus años de madurez o de la vejez. Estudiarlo pasa por conocer lo que la persona ha sido y lo que es. Pero estudiando su materia más profunda, aquella que nace de un sistema -sistema nervioso humano- que funciona como un reloj, e igual que éste, puede verse afectado, produciendo retrasos, alteraciones, bloqueos en sus sensaciones, su percepción, su cognición, su motricidad. Y buscando soluciones para que la máquina humana siga funcionando, pero notando mínimamente que se retrasa, o que,si se para por momentos, como en el freezing de la enfermedad de Parkinson, pueda reiniciar sola su funcionamiento.

De estos conceptos han nacido los diseños que basan sus componentes de organización, funciones, formas y relaciones partiendo de los desajustes o retrasos que el reloj humano, el sistema nerviosopresenta. A través de la estructura y organización de plantas, alzados, secciones, luz natural y contacto con el suelo, con el verde de la vegetación hay que asegurar que pueda mantener o recuperar su estabilidad, equilibrio y salud en muchos casos.

Los componentes de organización de plantas, alzados y secciones deberían [3]:

  • Mantener el contacto con el suelo, intentando reducir el número de alturas, aun sabiendo que no siempre será posible, pero si deseable;
  • Evitar largos y estrechos pasillos, esto es no solo deseable sino necesario;
  • Orientar, direccionar, informar, facilitar el desenvolvimiento espacial;
  • Facilitar con la orientación-norte sur- de los espacios y la luz natural el contacto con el paso del tiempo, con los horarios y su agenda de actividades;
  • Introducir patios interiores para mejorar la entrada de luz, el contacto con el verde y las actividades al aire libre.
  • Evitar siempre -si hubiera personas con demencias- la cercanía de los espacios de actividades y de los aseos con las entradas y salidas al edificio -puertas, ascensores, escaleras).
  • Romper la angustia de lo desconocido evitandolas encrucijadas en los encuentros y dando soluciones si las hubiera. Colocar “memorias”, externas y direccionales.
  • Crear insólitos espacios para disfrutar del ejercicio físico, solos o en compañía de sus grupos de afiliación en exterior e interior. Y para el disfrute de la cultura, el cine, los libros el teatro.
  • Ayudar a recordar o recrear movimientos: la ruta directa de activación, muchos de los cuales se pudieran haber olvidado con la aparición de las apraxias.
  • Reducir la presión de instrumentos abstractos de información: señales y paneles y acercar las imágenes a los usuarios.
  • Debido al complejo procesamiento visual a través de dos corrientes de entrada ventral-dorsal del cerebro, evitar la cercanía de aquellos que, siendo similares, estuvieran informando sobre eventos diferentes porque pudieran ser confundidos.
  • Crear espacios multifacéticos y estructuras para ser utilizadas simultáneamente por diferentes edades: juegos, biblioteca, cultura, cine y teatro.

Con estas recomendaciones que se muestran en las figuras 1 a 11 de los ajustes llevados a cabo, o propuestos para equipamientos del Ayuntamiento de Madrid, se puede apreciar un giro de 180 grados en el enfoque de los proyectos, concepción y resultados en los edificios intervenidos.

Propuesta. Actividades físicas y culturales en planos verticales (reproducción de imágenes reales).Centro de día municipal Ciudad Pegaso. Antiguo cine Pegaso. Ayuntamiento de Madrid.

Estructura espacial como cierre de la nueva sala sensorial, disfrutada por niños que asisten a saludar a los mayores. Centro de día municipal Carmen Laforet. Ayuntamiento de Madrid.

Activación sensorial y neuronal, orientación;direccionamiento; seguridad y advertencias en suelo para proveedores en zona de servicios. Centro de día municipal Pamplona. Ayuntamiento de Madrid.

Berta Brusilovsky, arquitecta. Teoría y proyectos.

Colaboradores en el diseño y los materiales gráficos:Gabriel Montilla, arquitecto. Julia Sánchez y Adela Valdeolivas, arquitectas.

[1] “Neurología del comportamiento espacial”: sensaciones, percepciones, cognición, desenvolvimiento. acciones y emociones.

[2]https://www.elconfidencial.com/cultura/2022-02-08/anna-heringer-arquitecta-exposicion_3371237/

[3] Síntesis de las” Recomendaciones para el diseño” Capítulos 10,11 y 12 del texto de la autora: “Edificios vivenciales y terapéuticos para adultos mayores. Arquitectura y neurología de la conducta y neuropsicología. 2021. Editorial Incipite.

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