Opina sobre este caso práctico en la gestión de residencias y envíanos lo que harías tú en esta situación.
En la residencia las Marismas, de la que, por cierto, eres director/a, lleváis un tiempo pensando en eso que llaman “Atención Centrada en la Persona”. Tú y algunos profesionales habéis asistido a unas jornadas y os habéis formado sobre el tema.
En principio os parecía que, teniendo en cuenta que sois un centro acreditado por la Comunidad Autónoma, con una certificación de calidad y unas encuestas de satisfacción de usuarios y familiares bastante buenas, estabais haciendo bien las cosas. En cambio, cuando en una reunión del equipo interdisciplinar habéis preguntado si el centro respeta suficientemente las preferencias y deseos de los residentes, han surgido opiniones diversas que se han convertido en varias propuestas de mejora.
Finalmente habéis decidido, de acuerdo con la propiedad de la residencia, implantar un sistema de elección de menús que consiste en que los residentes puedan elegir el día anterior entre dos primeros y dos segundos de la comida de mediodía.
Lo que en principio parecía sencillo no lo ha sido tanto: La médico y enfermera han calculado con esfuerzos unos menús alternativos que sean nutritivamente similares, empezando por la dieta basal. El cocinero ha puesto algunas pegas con el nuevo sistema (nos dice que sería mejor tener la elección de los platos con un par de días de antelación para poder organizarse mejor) y, para nuestra sorpresa, cuando finalmente se ha puesto en marcha, no todo ha ido tan bien como pensábamos.
Para empezar, dos residentes diabéticos que siguen una dieta diferenciada se han quejado de que ellos no puedan elegir. Les hemos dicho que estamos haciendo una prueba y que lo acabaremos extendiendo.
Cuando llevamos tres semanas, las auxiliares/gerocultoras muestran un cierto descontento. Dicen que muchos residentes, al ser preguntados sobre lo que querrán comer el día siguiente, dicen cosas como “elige tú, si a mí todo me está bien” y que, a la hora de sentarse en la mesa y ver lo que han elegido, algunos quieren cambiar de elección o dicen que ellos no han elegido lo que se les está dando.
Para colmo, cuando, al cabo de tres meses pasamos la encuesta de satisfacción resulta que la valoración de la alimentación es algo más baja que con el sistema anterior.
Hemos tenido una nueva reunión del equipo y, de nuevo han surgido varias ideas.
Algunos han propuesto volver al sistema de menú único, otros que debemos perseverar, ampliar la elección a los diabéticos e incluso incorporar a los residentes que sufren demencia, pidiendo a las familias que puedan elegir, en base a los gustos que conocen del residente, qué platos preferiría él o ella.
El nuevo sistema ha incrementado algo los costes y te imaginabas que iba a salir bien pero ahora tienes dudas.
¿Qué harías tú?
Nota:
Esta puede ser una buena ocasión para que, quien quiera, explique alguna experiencia de cambio del sistema de menús en las residencias con sus pros y sus contras.
En el caso se plantea que un cambio hacia un sistema de elección de menús acaba encareciendo la alimentación del centro. ¿Alguien discrepa?
Postgrado en Dirección y Gestión de Centros Residenciales y Otros Recursos Gerontológicos de la U.B.
Postgrado en Dirección y Gestión de Centros Gerontológicos U.A.B
Diploma de especialización universitaria en Gestión de centros y Servicios para personas mayores y atención a la Dependencia. Centro de Humanización de la Salud (Tres Cantos – Madrid)
Hola: En el centro donde trabajo, se implementó el concepto de menú tipo catering para quienes cognitivamente estaban mejor, y con textura blanda para los mas dependientes y con disfagia, y solo duró 1 mes y volvieron a lo habitual; estando en contacto directo con los residentes y conviviendo con ellos dada mi actividad laboral, debo decir que eso de la ACP está muy bien pero en lo que se refiere a la alimentación, no es tanto el poder elegir el menú que al fin y al cabo para ellos eso lo decide la nutricionista de acuerdo a los parámetros de sus patologías, sino que ese menú se Asemeje en forma, color y sabor al que habitualmente estaban acostumbrados a ingerir, desde una simple "verduras con patatas" que cocido con cebolla para otorgarle sabor, y el chorrito de aceite de oliva para darle color, a una paella que se asemeje a verduras o que se asemeje a marisco, creo que lo que buscan o les complace es encontrar un sabor diferente al de los menús típicos de las Residencias, sin color, insípidos y frios y encima con muy mala presentación, estaríamos hablando de calidad, de costes, materia prima, etc, que no todos los centros estárian dispuestos a costear, si la Atención Centrada en la persona busca equiparar los cuidados, la vigilancia, la escucha y el respeto por los adultos mayores en los diferentes Centros Residenciales a nivel general se tendría que empezar por dotar de esa calidad en algo tan sencillo pero no menos importante como es la alimentación, apostar por una comida real y encontrar el equilibrio entre nutrientes, no hay "alimentos buenos o malos, sino dietas nutricionalmente equilibradas o desequilibradas"
Buenas tardes.
Estoy de acuerdo con Eva.
En nuestro caso, no hemos llegado a implantar en ningún momento el sistema de elección de los usuarios/as. Sin embargo, si cambiamos de catering en el momento en que vimos que había quejas de los usuarios/as y han seguido siendo las mismas quejas de las mismas personas, con el nuevo catering. (A pesar de la mejora en la calidad del mismo...)
La ACP es muy complicada en algunos campos...
Me parece más positivo tener un único menú (para fácil masticación, diabéticos, basales, hipertensos etc.) con un buen valor nutricional y variado semanalmente, que dar elección entre varias opciones.
Estoy de acuerdo con Eva. En nuestro centro lo implantamos hace un tiempo y tuvimos que volver a los menus tradicionales, semanales, con algun plato de reserva por si no apetece el menú del dia. Al principio todo el mundo parecia muy contento, pero la realidad es que en el momento de comer no resulto nada facil. En un numero elevado de residentes (los suficientes como para tenerlo en cuenta en la valoración) o bien les apetecia lo que habia pedido el compañero, o decian que no era lo que habian pedido o que aquello les apetecia ayer cuando lo pidieron, pero no ahora. El nivel de descontento subió y optamos por dejarlo como antes.
212 | Rafael Gonzalbez - 13/11/2017 @ 20:08:38 (GMT)
Hola:
La libre elección del menú en los Centros creo que es un aspecto muy positivo y diferencial que las familias y los residentes-evidentemente dependiendo de su estado cognitivo-agradecerán mucho.
Es "copiar" la técnica que ocurre en hospitales-algunos-y no me parece mal. A mi me gusta....aunque seguro que encarece el precio.
Creo que tres meses no es tiempo para valorar si se han adaptado positiva mente o no,porque seguro van a haber mas problemas o los mismos para el cambio. Muchas veces se trabaja"como siempre se ha hecho" y eso no quiere decir que se ala forma adecuada.
Los cambios a mejor calidad y a tener más atención centrada en la persona,muchas veces cuestan,pero es cuestión de mentalizarnos todos dentro de la propia organización.
Para poder hacer una planificación adecuada,se podría ampliar el margen de elección a una semana por ejemplo.
También haría en las reuniones de Consejo de Centro,la elección por parte de los mayores del menú o de los platos que añadirían al mismo.
Buenos días.
Creo que la alimentación es un factor importante en placer y bienestar personal. Apoyo la idea de que los residentes puedan elegir en base a unos menús consensuados y equilibrados aunque sea más difícil organizarse al principio. Seguramente, a base de trabajarlo los usuarios participarán de manera más activa o incluso se animarán a proponer platos para otros días. Me parece una iniciativa muy acertada, aunque desde mi punto de vista profesional, a veces en residencias echo de menos la figura de la logopeda acompañando en los procesos de adaptación en las texturas de los alimentos. Está comprovado que un alto porcentaje de personas mayores sufren disfagia y esta no está diagnosticada en muchos de los casos, poniendo en peligro la salud de este colectivo.
Sería interesante que en residencias se empezase a valorar la incorporación de esta profesión para poder brindar una atención ajustada a las dificicultades alimenticias que personas mayores o con deméncia sufren.
Muchas gracias y adelante con la iniciativa de la elección de menú. Enhorabuena.
En nuestro centro al ser los usuarios muy dependientes y con deterioro cognitivo en un nº muy alto, no se pueden beneficiar de esta elección. En el resto de usuarios la elección de menú: No crea satisfacción en los clientes, los usuarios se quejan en igual nº con un sistema o con otro, pues la mayoría tampoco saben lo que quieren al día siguiente y quieren lo que les apetece en el momento. Quieren un primero de un menú, un segundo del otro, o un poco de cada primero, o un poco de cada segundo... Quieren elegir en el momento.
Se complica el funcionamiento de la cocina porque el cocinero tiene que jugar a ser adivino o crear raciones de mas o de menos sin ningún criterio fijo. Puede sobrar comida o faltar, con lo cual se tira mucha comida y al usuario que le ha faltado lo que quiere en ese momento dice que no había comida, y eso lo trasmite a su fa .Lo mismo ocurre con los pedidos. Tampoco hay un buen control nutricional