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SEGÚN LA CONSULTORA INMOBILIARIA JLL, EN 2030 PODRÍAN FALTAR 172.000 CAMAS

En España faltan unas 125.000 plazas residenciales para cubrir la demanda actual

Una persona mayor en una residencia.
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Una persona mayor en una residencia. (Foto: IA)
viernes 06 de septiembre de 2024, 03:34h

La escasez de plazas en residencias para personas mayores en España continúa siendo un reto para el sector de la atención y cuidado a las personas. Pese a que las políticas de la Administración se dirigen hacia todo lo contrario, ya que busca la desinstitucionalización, según un informe de la consultora inmobiliaria JLL, la oferta actual de camas está muy por debajo de la demanda.

Aunque son cifras correspondientes a finales de 2023, el director de ‘Living’ de esta consultora, Juan Manuel Pardo, explicaba recientemente a la agencia EFE que ese déficit podría alcanzar las 172.000 plazas en 2030.

Una situación que no solo genera tensiones en el sistema de atención, y que vemos con los datos de listas de espera de una plaza residencial o de fallecidos mientras esperan a ser atendido cuando ya tienen una dependencia reconocida, sino que, además, se prevé que empeore en los próximos años como consecuencia de la llegada del Babyboom y el envejecimiento de la población española.

Igualmente, es de Economía básica tener presente que la falta de plazas en residencias encarece las que hay. Inforesidencias.como acaba de publicar en un informe que el precio medio de una plaza en una residencia de personas mayores privada este año en España es de 2.041 euros al mes, una cifra que supone un incremento del 2,6% en comparación con 2023.

Déficit preocupante en la oferta de plazas

De esta forma, el estudio de JLL revela que actualmente hay en torno a 387.000 plazas disponibles en residencias y otras soluciones habitacionales para personas mayores en España. Sin embargo, para cubrir la demanda actual, harían falta unas 125.000 plazas adicionales, lo que supondría un aumento de más del 30% sobre el número de plazas existente.

Esta cifra indica que la oferta es un 25% inferior a la necesaria, lo que provoca un déficit considerable en la atención a este segmento de la población. El informe subraya, además, que este déficit seguirá creciendo, a pesar de las multimillonarias inversiones realizadas en los últimos años para aumentar la capacidad de las residencias y viviendas para mayores.

Si no se pone remedio, y no parece porque el modelo del Ministerio de Derechos Sociales apunta a crear cada vez menos residencias, según las proyecciones de JLL, para el año 2030, la escasez de plazas podría alcanzar las 172.000, lo que implicaría un déficit superior al 27%, según explicaba Pardo. Esto se debe, principalmente, a que la población española en gran cantidad sigue envejeciendo a un ritmo acelerado.

Crecimiento de la población mayor en España

Como ya se ha explicado en numerosas ocasiones por parte de todo tipo de organizaciones, el envejecimiento de la población es un fenómeno que afecta a muchos países desarrollados y España no es una excepción, más bien al contrario. Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) apuntaban a finales de 2023 que el 20% de la población española tenía más de 65 años, lo que equivale a 9.687.776 personas.

Este crecimiento de la población mayor está directamente relacionado con el aumento de la esperanza de vida y la baja tasa de natalidad en el país, lo que agrava aún más la necesidad de infraestructuras adecuadas para atender a las personas mayores.

No hace falta explicar que el envejecimiento de la población española ejerce una gran presión sobre el sistema de cuidados para personas mayores, en particular sobre las residencias y otros tipos de soluciones habitacionales adaptadas para este colectivo. Sin una planificación y desarrollo adecuados, el sector no será capaz de dar respuesta a la creciente demanda de plazas en los próximos años.

Reparto desigual de plazas

El informe de JLL también destaca que, como suele suceder en otros sectores también, la distribución de las plazas en residencias para mayores en España es desigual. Las principales áreas urbanas, como Madrid, Barcelona, Zaragoza, Bilbao, Sevilla, Valencia, Málaga, Palma de Mallorca, Alicante y Murcia, concentran el 29% de toda la oferta de camas en residencias y viviendas para mayores.

Destaca que en estas zonas se encuentran el 28% de las plazas que están actualmente en proyecto de construcción. En particular, las áreas metropolitanas de Madrid y Barcelona destacan por concentrar el 18% de las plazas disponibles y el 15% de las proyectadas. Esto refleja una mayor inversión en las grandes ciudades, pero también un desequilibrio en la oferta disponible en otras regiones.

Sin embargo, el informe también apunta que los inversores están empezando a mostrar un creciente interés por áreas urbanas fuera de los grandes centros metropolitanos. Así, ciudades como Sevilla, Valencia, Málaga, Alicante y Murcia están atrayendo cada vez más inversiones en el desarrollo de infraestructuras para personas mayores, como apuntaba el director de ‘Living’ de JLL, Juan Manuel Pardo.

Por otro lado, se subraya el caso de Castilla y León, la tercera región con mayor número de camas en activos de vivienda para personas mayores y cuidados sanitarios en España. A diferencia de las áreas urbanas, Castilla y León presenta una mayor dispersión geográfica, lo que representa un reto logístico adicional para el desarrollo de nuevas infraestructuras.

El futuro en el 'senior living'

Ante la creciente escasez de plazas en residencias, la consultora JLL apuesta por el desarrollo de nuevas soluciones habitacionales específicas para personas mayores. Una de estas opciones es el 'senior living', un tipo de vivienda dirigida a personas mayores de 65 años que son autosuficientes o tienen necesidades médicas mínimas.

El informe de JLL sugiere que España debería desarrollar alrededor de 280.000 unidades de 'senior livings' para alcanzar una cobertura del 5% de la población mayor. Esta cifra permitiría al país acercarse al escenario de otros países europeos, donde este tipo de mercado está mucho más avanzado. En países como Alemania o el Reino Unido, las soluciones habitacionales adaptadas para personas mayores están más desarrolladas y constituyen una parte importante del mercado inmobiliario.

Este tipo de iniciativas en España podrían aliviar en parte la presión sobre las residencias para personas mayores y ofrecer una alternativa más flexible y adecuada para aquellos que no requieren de cuidados médicos intensivos, pero sí de un entorno adaptado a sus necesidades.

Así, a modo de resumen, el envejecimiento de la población en España y el aumento de la dependencia es un reto urgente y la escasez actual de plazas en residencias para personas mayores es solo una parte de un problema más amplio que incluye la necesidad de desarrollar nuevas infraestructuras adaptadas a este colectivo. El déficit sigue siendo preocupante y se prevé que empeore en las próximas décadas.

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