Rosa Martínez, secretaria de Estado de Derechos Sociales, ha participado esta semana en los cursos de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), en Santander, para presentar la estrategia estatal elaborada por el Ministerio de Derechos Sociales dirigida a personas en situación de dependencia. Se trata de un nuevo modelo de cuidados basado en la desinstitucionalización, que potencia la atención en el hogar y en la comunidad, y que se dirige a personas mayores, personas con discapacidad, personas sin hogar y menores migrantes.
La estrategia fue presentada por el ministro Pablo Bustinduy el pasado mes de junio en el Consejo de Ministros, donde se aprobó para su puesta en marcha e implementación con una dotación inicial que supera los 1.300 millones de euros (1.323.471.810 €). “Vamos a llevar a cabo una transformación profunda del modelo de cuidados y apoyos. Este es uno de los objetivos prioritarios del ministerio de Derechos Sociales”, ha dicho Rosa Martínez en el curso celebrado en el Palacio de la Magdalena de Santander bajo el título 'De una vida impuesta a una vida elegida. La desinstitucionalización de los apoyos y los cuidados'.
La secretaria de Estado ha subrayado en este curso que “los cuidados nos interpelan a todas y todos como sociedad porque todas y todos tenemos que cuidar de alguien en algún momento, y también porque todas y todos vamos a necesitar que nos cuiden en algún momento”. Por esta razón, Rosa Martínez ha defendido la necesidad de seguir reforzando los servicios sociales como cuarto pilar del Estado del bienestar. “Debemos tener un sistema capaz de atender a quien lo necesite en momentos de vulnerabilidad, para que cuando alguien caiga, esa persona tenga un apoyo, o, más importante, para evitar que alguien llegue a caer”, ha manifestado la titular de la secretaría de Derechos Sociales.
Seguir viviendo en el hogar
Rosa Martínez ha resaltado también que el nuevo modelo de cuidados va a garantizar que “las personas que lo deseen puedan seguir viviendo en sus hogares durante el mayor tiempo que sea posible y que lo hagan de acuerdo con su voluntad y preferencias” y que, por esta razón, la estrategia estatal va a suponer un gran cambio en nuestra sociedad. “Vamos a llevar a cabo un tránsito de los cuidados en entornos de aislamiento y segregación para avanzar hacia cuidados centrados en las personas que promuevan la participación social y la inclusión en la comunidad”, ha expuesto la secretaria de Estado para concluir.
Este curso de verano de la UIMP ha sido dirigido por Mayte Sancho, directora general del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO), integrado también en el Ministerio de Derechos Sociales, y que ha sido clave en la elaboración de esta estrategia de cuidados. Sobre este nuevo modelo, Mayte Sancho ha destacado el hecho de que incida en la promoción de la autonomía personal y en que esté basado en la evidencia científica, algo que ha puesto de relieve: “Es necesario seguir apostando por la investigación y la innovación, y por la creación de espacios de aprendizaje mutuo estables y continuados, que permitan establecer políticas apoyadas en hechos probados”.
Retener talento
Además, la directora del IMSERSO ha fijado como objetivo abordar la situación de las personas cuidadoras, tanto familias como profesionales, poniendo el acento en que suelen ser mujeres, migrantes y precarizadas. “Tenemos que lograr la profesionalización de este sector y solo lo conseguiremos si ponemos en valor los cuidados, y mejoramos salarios y condiciones”, ha marcado Mayte Sancho, al tiempo que solicitaba aumentar las ratios y apostar por la formación.
“Debemos captar y retener talento en este sector para reducir los problemas de escasez de personal y alcanzar unos cuidados de más calidad”, ha añadido.
Por otra parte, la directora del IMSERSO se ha referido a otro problema que sufren muchas personas en situación de dependencia: la soledad, y que tiene un importante impacto entre las personas mayores. Según ha recordado, citando los últimos datos oficiales publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el 41,7% de las personas que viven solas en España tiene 65 años o más.
"En muchos casos, la soledad es un problema y este se agrava a medida que se cumplen años, sobre todo entre las mujeres", ha explicado Mayte Sancho, para también ha querido dejar claro que la soledad “es un problema de la sociedad, no de la vejez”. Por esta razón, ha reclamado abordar este problema “que no distingue grupos de edad” y que supone un gran desafío a nivel social.