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¿Construimos nuevas residencias?

martes 23 de enero de 2024, 21:20h
Carol Mitjana CEO y Co-Founder de Gran3dad.
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Carol Mitjana CEO y Co-Founder de Gran3dad. (Foto: Carol Mitjana)

Sí, pero no todo vale.

Hasta ahora las residencias han estado dirigidas a contentar a un usuario; la familia. Hasta ahora el sistema lo ha marcado un público... De hecho, ha llegado el momento del usuario que decide. ¿Y qué quiere el usuario de ahora? Quiere su propia experiencia de vida, porque no todo vale. De hecho, el usuario de ahora es el que hasta ahora era FAMÍLIA.

Trabajábamos para calmar la conciencia de aquellas familias que decidían por los mayores. Para ello, les bastaba con que la persona llevara ropa limpia, fuera aseado, le dieran la pastilla a la hora que toca y le entretuvieran con actividades que quizás ni siquiera le interesaban. Por no hablar de los hábitos de vida saludables que les imponían a estas personas, sin siquiera, cumplirlas ellos mismos. Es decir, les obligábamos a comer saludable, les prohibíamos beber alcohol o fumar, mientras nosotros seguimos la dieta del fast food, hacemos el deporte justito (el que lo hace, porque el ritmo de vida que llevamos no nos permite pensar en estas cosas) y bebemos o fumamos lo que queremos, en muchos casos, más de lo que tu médico de cabecera te recomendaría. Pero aquí radica la cuestión de todo: yo tomo las decisiones en mi vida. Mi médico me puede recomendar que tome menos azúcar porque tengo diabetes, pero yo decido comer mi postre favorito porque hoy es un día especial y puedo hacerlo.

Llegados aquí, no todo vale. Y sí, estoy siendo un poco radical, de hecho, es un ejemplo llevado al extremo.

Os diré una cosa, actualmente, con menos de 40 años he decidido dejar de fumar para llegar con salud a la gran edad y cuando esté en ese momento, si me apetece, lo volveré a hacer.

Este verano escuchaba en la radio una residencia que frente la ola de calor había activado un protocolo que pasaba de ofrecer dos vasos de agua a cuatro. Evidentemente, administrados por el equipo de la residencia.

Llegados aquí, no todo vale.

¿Nuevas residencias? Sí, desde luego. Pero con opciones de vida a la altura de las personas usuarias. Una nueva inversión capaz de conceptualizar y hacer realidad no el edificio, sino las herramientas facilitadoras que se encontrarán allí, los nuevos formatos living que contemplen abrir las residencias a la sociedad, que acaben con los sentimientos encontrados y trabajen los datos de las personas para realmente ofrecer un servicio de experiencia. Os hablo de un servicio capaz de individualizar la experiencia del usuario y que, además, trabaje holísticamente con todos los actores implicados (usuario, familia, equipo humano y entorno).

Crear unidades de convivencia es una opción que muchas residencias están eligiendo, ya sea porque valoran la importancia que tienen o porque lo recomienda/impone la última normativa estatal. Pero, ¿se han llegado a plantear qué esperamos de ellas? Poner un microondas en una sala y dividir la totalidad de residentes en grupos reducidos... ¿Aporta realmente la calidad que esperamos?

Celebro que hayamos cambiado el empapelado de las residencias de dibujos del Pato Donald por espacios office, pero tenemos que dar un paso más y aportar una calidad real y tangible a las unidades de convivencia para dar lugar a un modelo asistencial que aporte a la persona que vive en las residencias.

Residencias humanizadas. ¿En qué momento dejamos de tratar a las personas residentes como los humanos que son? ¿Es necesario tener que humanizarlas ahora? ¡¡Yo propongo que las revolucionemos!!

No trato de señalar o juzgar a las residencias en las que se pintan dibujos o se prohíbe el café con cafeína, ya que lo hacen porque siguen el camino del modelo asistencial que ha habido hasta el momento; lo que estaba establecido. Pero creo que tenemos que ir hacia el modelo que en lugar de servir el café con la cantidad de leche que pide la persona, le pone una cafetera de cápsulas para que se lo haga cuando quiera y a su gusto... Y poder el profesional acompañar a la persona para que eso suceda.

En las nuevas residencias podríamos seguir haciendo las cosas como hasta ahora, algo que todos conocemos con sus pros y contras, pero estamos dando un paso adelante y me gustaría compartir cómo lo veo.

Tengo una convicción arraigada: la vejez es una etapa más de la vida y está ahí para ser vivida plenamente. Sin embargo, como en todas las etapas, tiene sus ventajas y desafíos. Contamos con servicios existentes, como la atención a domicilio, residencias y centros de día. Sin embargo, a menudo estos lugares enfrentan dificultades para ser elegidos como verdaderos lugares de vida, principalmente debido a conceptos preconcebidos. ¿Quién no ha escuchado a personas decir: "No, yo no viviría en una residencia..."?

Es momento de asumir la responsabilidad del sector, de convertirnos en capitanes de barco que entiendan a las personas, conozcan su ciclo vital y utilicen este conocimiento para ofrecer herramientas facilitadoras, desde el respeto y el entendimiento. Debemos dialogar con las personas, permitirles enfrentar los cambios en sus capacidades y necesidades de manera consensuada, y así continuar con su ciclo vital.

Esta nueva forma de entenderlo cambia el paradigma actual. Es necesario repensar la construcción de centros y diseñarlos para que funcionen como verdaderos lugares de vida. Esto significa residencias equipadas con herramientas que faciliten el trabajo de los equipos humanos y mejoren la calidad de vida de los residentes, así como la interacción con la comunidad que los rodea. Y esto significa re-invertir en nuestro sector. ¡Sí! Invertir, por el hoy y por el mañana, una inversión necesaria. Si queréis un día hablamos de números... Solo te planteo, ¿de que tipo de calidades estás hablando cuando te refieres a que la cuota de la plaza es mas alta por la calidad que ofrece el centro?

Mira, se me ocurre otro ejemplo: el otro dia veía en Instagram una residencia que presentaba una innovacion tecnológica en su centro y en la fotografía había un residente, el personal auxiliar y una persona de la dirección. Presentaban la innovacion como la inversion para finalizar el año y la foto tomada en el momento, donde todos vestían de invierno. Pues tenía en su pared de atrás un gran mural que ponía con papeles pintados verano 2023, mes de junio día 20 y un gran sol dibujado. Con esto, ¿cómo quieres invertir en tecnología si el ecosistema real no está preparado para recibirla? Tenemos que preparar los equipos, los edificios y el entorno para recibir la innovación real.

Sin embargo, también debemos considerar una (re)evolución del sistema existente. Esto implica la necesidad de replantear las estructuras, adoptar nuevas culturas organizativas y operar desde una perspectiva fresca. Conservando la esencia de cada residencia, debemos avanzar hacia esta nueva realidad, abriendo puertas a un futuro en el que las residencias geriátricas sean verdaderos hogares en los que cada persona pueda vivir plenamente.

El futuro de las residencias geriátricas se presenta como un desafío apasionante, donde la (re)evolución nos lleva a repensar y mejorar la forma en que cuidamos y vivimos junto a nuestros mayores.

Pero ojo, tenemos que ser consecuentes con lo que hacemos, (re)evolucionar el sistema solo se puede hacer de dentro para fuera, empezando por los equipos humanos y siendo realistas con lo que queremos hacer, dejar de utilizar terminos que acabamos prostituyendo y vuelta a hacer lo mismo. ¿A que jugamos? No todo vale.

Ojala pronto tengamos muchas opciones donde elegir, centros mas hospitalarios, mas hoteleros, livings...... ojala!!!

Carol Mitjana Isarn – CEO de Gran3dad

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