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ORPEA pone en valor la comida texturizada y propone ejercicios para combatir la disfagia

Comida texturizada en una cocina ORPEA.
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Comida texturizada en una cocina ORPEA. (Foto: JC/Dependencia.info)
Por Dependencia.info
lunes 11 de diciembre de 2023, 23:20h

La disfagia es una condición médica que dificulta que traguemos. Para combatirla, las residencias y centros de ORPEA utilizan una técnica culinaria llamada alimentación texturizada, así como diversos ejercicios. Este 12 de diciembre se conmemora el día mundial de esta enfermedad que en España afecta a 2,5 millones de personas.

Aprendemos a deglutir en el vientre materno, donde el feto aprender a tragar pequeños sorbos del líquido amniótico. Comienza así un aprendizaje que, en los primeros meses de nuestra vida, nos llevará de la alimentación líquida a la sólida. En la tercera edad puede darse el proceso inverso: a causa de la disfagia —la dificultad para tragar o deglutir alimentos, sólidos y líquidos, de forma eficaz y segura—, explican desde residencias ORPEA, algunos mayores pierden la capacidad de ingerir alimentos sólidos o líquidos.

Es aquí donde entra en juego la comida texturizada, “proceso que permite que una persona con disfagia pueda comer cualquier alimento de forma segura, cambiando su textura, pero no su sabor ni sus propiedades; favoreciendo, además, que recuperen el placer por comer”, explica la logopeda de estos centros Raquel Pérez. Hasta hace pocos años, las opciones para estas personas afectadas por disfagia se reducían a purés. Sin embargo, ORPEA lleva años desarrollando el concepto de platos texturizados que permite controlar el aporte proteico (los menús están diseñados por dietistas y nutricionistas), creando platos más atractivos en su presentación. Además, mantienen el resto de las cualidades organolépticas (sabor, olor, color o temperatura) de los platos originales. Por ejemplo, la carne o la fruta texturizada se presentarán siempre con formas y colores que recuerden al plato original.

La alimentación texturizada se implementa no sólo en las residencias de mayores, sino también en pacientes del Centro Lescer y del centro especializado en rehabilitación ORPEA Madrid Mirasierra afectados por la disfagia. Las texturas, explica el también logopeda Eduardo López, “son una manera placentera de que los mayores recuperen el gusto por la comida, situándolos al mismo nivel que el resto de los comensales”.

Es muy importante, en este último punto, la recuperación de ese placer por los alimentos, que se puede perder cuando llega la presbifagia, la alteración del proceso deglutorio debido a cambios fisiológicos propios del envejecimiento, un problema común de la tercera edad, pero a menudo infradiagnosticado. Esta dificultad para tragar se puede dar en sólidos, líquidos, alimentos con mezcla de texturas e incluso en la propia saliva. Los problemas de salud asociados pueden ir desde la deshidratación a la desnutrición y las complicaciones derivadas; ya que los alimentos sólidos o líquidos pueden entrar a la vía aérea.

Ejercicios para la disfagia

Además del tratamiento y la dieta adecuada, los ejercicios para la disfagia en ancianos pueden ser de gran ayuda. Esta intervención, llevada a cabo desde la disciplina de logopedia, tiene como objetivo fortalecer los músculos que intervienen en la deglución. Algunos de ellos incluyen:

Ejercicios de fortalecimiento de la lengua: Pedir al residente o paciente que mueva la lengua hacia arriba y hacia abajo, de lado a lado y en círculos. También puedes usar un depresor lingual para ejercitar los músculos de la lengua.

Ejercicios de deglución: Practicar diferentes técnicas de deglución con el paciente. Puedes empezar con pequeños sorbos de agua y luego aumentar gradualmente la cantidad, aunque dependerá del paciente y la severidad de la disfagia, en algunos casos de presbifagia a líquidos, se requiere uso de espesante para aumentar la seguridad y eficacia de la deglución. Hay que asegurarse de que el residente o paciente mantenga una postura erguida durante la deglución.

Ejercicios de masticación: Animar al paciente a masticar alimentos blandos y texturas más duras, como vegetales crujientes o carne bien cocida. Esto ayudará a fortalecer los músculos de la mandíbula y mejorar la coordinación de la masticación.

Ejercicios de respiración: La respiración adecuada es importante para una deglución segura. Enseñarle al residente o paciente ejercicios de respiración profunda y técnica de respiración diafragmática para fortalecer los músculos respiratorios.

Masajes y estiramientos: Realizar suaves masajes alrededor de la mandíbula, el cuello y la garganta del paciente. Esto puede ayudar a aliviar la tensión y mejorar la flexibilidad de los músculos implicados en la deglución.

El Día Mundial de la Disfagia se celebra el 12 de diciembre de cada año para concienciar sobre este trastorno de la deglución y alimentación que según la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello padecen en España más de 2,5 millones de personas.

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