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EL PRESIDENTE DE LARES VE URGENTE LA IMPLICACIÓN DE SANIDAD EN LA FINANCIACIÓN DE LA COORDINACIÓN SOCIOSANITARIA

José Luis Pareja critica "un modelo que no puede afrontar las exigencias materiales y funcionales frente a la escasez de recursos económicos y humanos"

José Luis Pareja, presidente de Lares.
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José Luis Pareja, presidente de Lares. (Foto: Lares)
Por Dependencia.info
martes 25 de julio de 2023, 13:23h

El presidente del Grupo Social Lares, José Luis Pareja, pone nuevamente sobre la mesa la necesidad de un Pacto de Estado en materia de Dependencia porque "¿quién no va a estar de acuerdo en hacer de los centros residenciales lugares hogareños en donde existan unidades de convivencia y con una ratio de personal suficientemente elevada y formada para llevar a cabo esa digna misión?".

Pero, del mismo modo, apunta: "Sobre todas esas maravillosas ideas exigibles a los centros residenciales, ¿quién dota de recursos económicos para poder llegar a esos estándares propuestos?". De esta forma, Pareja pone en evidencia la "crisis de un modelo que no puede afrontar las exigencias materiales y funcionales frente a la escasez de recursos ya económicos, ya humanos para poder garantizar esas exigencias".

Para solucionar la falta de personal en los centros durante el verano, el presidente de la patronal que representa al Tercer Sector destaca que no queda más que cruzar los dedos y desear que pase muy pronto y sin percances significativos, pero subraya que "es urgente la implicación real del Sistema Sanitario en la financiación en lo que entendemos como coordinación sociosanitaria para evitar la fuga de profesionales al sistema público".

- ¿Cuáles son los principales problemas y desafíos que afronta el sector de la atención y cuidado de las personas mayores en la actualidad? ¿Qué necesita el sector ya?

Los desafíos son varios y muy reconocibles:

1.- Crisis de un modelo que no puede afrontar las exigencias materiales y funcionales frente a la escasez de recursos ya económicos, ya humanos para poder garantizar esas exigencias que, realmente, no dejan de ser muy congruentes con lo que debe de ser la atención y cuidado hacia nuestras personas mayores.

2.- Escasez de recursos humanos para garantizar esa atención y cuidado ante el doble discurso de la Administración Pública que no deja de poner en valor la atención y cuidado imprescindibles para esas personas mayores, pero que, por otro lado, recluta para poder atender sus hospitales y centros de salud a los cuidadores de las residencias desproveyendo de personal (fundamentalmente sanitario (GUEs/DUEs muy mayoritariamente y Gerocultores) a estos centros residenciales.

3.- Desigualdades manifiestas y significativas en la financiación por parte de las CCAA a las plazas concertadas y que llevan a que, por ejemplo, el precio/día sea de 113/95 euros en País Vasco, de 43 euros de Asturias o los 58 euros de Andalucía.

4.- Salarios bajos y poco competitivos en comparación con los ofrecidos por la Administración Pública, de ahí el éxodo mencionado anteriormente y que se añade con el descrédito hacia este personal por dedicarse, paradójicamente, a trabajar en este sector.

5.- Formación y vocación insuficiente por parte de algunos profesionales, que ven este trabajo como una salida a su situación laboral sin valorar suficientemente el aspecto vocacional imprescindible para poder trabajar con personas mayores.

6.- Listas de espera significativas para poder acceder a los servicios a los que tienen derecho nuestras personas mayores en función de su grado de Dependencia.

Respondiendo a la segunda pregunta está claro que lo que el sector precisa es un Pacto de Estado por la Dependencia que evite las fluctuaciones e intereses políticos y de cualquier índole frente a la imperiosa necesidad de abordar y dar solución a los problemas anteriormente enunciados. Un gran Pacto de Estado en el que estén representadas todas las partes que tienen bajo su responsabilidad la Atención y Cuidado de nuestras Personas Mayores.

Es también urgente la implicación real del Sistema Sanitario en la financiación, cofinanciación, o conjuntamente con el Sistema Nacional de Dependencia, en lo que entendemos, en un sentido holístico, como Coordinación Sociosanitaria, para evitar, entre otras muchas cuestiones, la fuga de profesionales al sistema público.

- ¿Hemos dicho adiós definitivamente a la pandemia? ¿Qué es lo más importante que hemos aprendido de la covid-19?

No. Al menos desde los Centros en los que hemos estado luchando en primerísima línea y que, por una desinformación y desconocimiento manifiestos, hemos sido, además, señalados como negligentes política, sanitaria y periodísticamente de manera injusta.

Lo más importante que creo que hemos aprendido es que tenemos unos profesionales, desde el servicio de mantenimiento, pasando por cocina, limpieza, administración… personal de atención directa que han dado TODO, su salud incluida, por nuestros residentes y han sentido y padecido el tremendo y enorme dolor de ver cómo enfermaban personas con nombres y apellidos que eran muy relevantes para ellos y cómo fallecían sin poder hacer más que llorarlos y despedirlos en donde ni sus familiares podían hacerlo.

El COVID nos ha puesto de cara a la sociedad con tremendo orgullo y humildad y de cara a la pared de manera tremendamente injusta… y hemos aprendido que eso de los recursos, de la coordinación sociosanitaria, de muchos propósitos… siguen en la nube de no sabemos bien qué paraje.

Y hemos aprendido que nuestra voz, por los ausentes y presentes será fuerte, contundente y firme ante la tibieza y burocracia de comisiones y reuniones infinitas. Nuestros Mayores nos dicen con una admirable dignidad que BASTA ya de tanta mediocridad a la hora de abordar sus problemas.

- ¿Cómo afrontan este verano la falta de trabajadores en sus centros?

Pues cruzando los dedos y deseando que pase muy pronto y sin percances significativos en nuestros centros. Hablamos de personas preparadas y vacacionadas para atender y cuidar a nuestras personas mayores…. Y que no están. Le aseguro que es una situación que se produce desde hace muchos años y que nos deja, en su incertidumbre, en una situación tremendamente frágil y de abandono por parte de la Administración.

- ¿Cómo fomentan la formación y el desarrollo profesional de los trabajadores de sus centros?

Sabemos que la formación es fundamental para poder estar a la vanguardia de la atención y cuidado de nuestras personas mayores, de ahí que nuestros planes de formación estén muy orientados, precisamente, en dar respuestas actuales a situaciones actuales en las que se encuentran dichas personas mayores. Vamos superando el Modelo Centrado en el Servicio -la persona mayor como “usuaria” de servicios- y vamos avanzando hacia un Modelo Centro en la Persona -la persona mayor como protagonista absoluta de su atención y cuidado- .

Es cierto y volvemos al inicio, que es complicado fidelizar y promocionar a nuestro personal, pero es otro de los retos que tenemos que asumir y afrontar para los tiempos venideros.

- ¿Cómo promueven la calidad de los servicios de atención y cuidado a las personas mayores las empresas que representan?

LARES se caracteriza por dar todo el protagonismo a las personas a las que nos debemos y que son nuestra razón de ser, por encima de cualquier otro interés ya sea económico, político o sectorial que desenfoque dicho protagonismo. Como vengo diciendo, desde LARES tenemos muy claro, basándonos en nuestras raíces de humanismo cristiano, que no es posible una intervención profesional actualizada sin vocación personal convencida en continua evolución.

A partir de ahí cada centro con su idiosincrasia y características adaptará esas dos vertientes a sus personas mayores. Los diferentes modelos de acreditación de calidad son asumidos por nuestros centros desde la base exigible normativamente pero también avanzando en la acreditación de Centros Sin Sujeciones, o implantación progresiva del Modelo de Atención Centrado en la Persona.

LARES como Grupo Social es la unión de sus correspondientes LARES Regionales, las que a su vez tienen toda la capacidad y libertad para la aplicación y utilización de todas las herramientas que puedan tener a su alcance para una mayor calidad en la atención y cuidado de nuestras personas mayores.

- ¿Cree usted que las inspecciones están cumpliendo su función? ¿Cambiaría algo del modelo de inspección a las residencias?

Las inspecciones no dejan de ser más que el resultado del trabajo efectuado por los inspectores, quiero decir que el punto de atención consiste en dotar servicios de inspección no tanto de funcionarios que aplican estándares como de personas que conocen perfectamente el sector residencial y por ello saben desde el momento en que entran a un centro qué es lo que ese centro puede ofrecer o mejorar en la atención y cuidado a las personas que conforman dichos centros.

- Hablando de política... ¿cómo ven el futuro del Acuerdo Belarra?

El Acuerdo Belarra supone un intento de unificar por fin la atención y cuidado a las personas mayores en todo el territorio español. En ese sentido, aplaudimos el modelo hacia el que tiende la atención y cuidado a nuestras personas mayores. ¿Quién no va a estar de acuerdo en hacer de los centros residenciales lugares hogareños en donde existan unidades de atención no masificadas (las denominadas Unidades de Convivencia) y con una ratio de personal suficientemente elevada y formada para llevar a cabo esa digna misión?

Ahora bien, sobre todas esas maravillosas ideas exigibles a los centros residenciales, ¿quién dota de recursos económicos para poder llegar a esos estándares propuestos? ¿Cómo se financia desde un sector como el nuestro que atiende mediante sus plazas solidarias a personas con pocos recursos?

- ¿Cree que se está haciendo lo suficiente desde las Administraciones para enfrentarse al envejecimiento de la población y el correspondiente aumento de la demanda de servicios de atención y cuidado?

Mientras la administración tenga una visión cortoplacista del fenómeno del envejecimiento en este país, proyectará medidas provisionales, políticamente condicionadas a quien gobierne, o, a lo sumo, medidas que intenten dar respuestas a los problemas más acuciantes que implica este fenómeno.

Insisto: Urge un Pacto Nacional por la Dependencia que nos comprometa a todos a afrontar y abordar en los próximos decenios el innegable crecimiento del envejecimiento en nuestro país y las consecuencias del mismo.

- El problema de la falta de financiación siempre está encima de la mesa... ¿Cuál es su perspectiva sobre la sostenibilidad económica de los servicios de atención y cuidado a personas mayores en el largo plazo? Siempre lo pregunto: ¿Falta dinero o faltan ideas?

Muy concreto: Falta dinero. Ideas hay cientos, muchas avaladas por estudios científicos. El modelo mediterráneo de cuidado está cambiando y no siempre es extrapolable a otras iniciativas que se mantienen en otros países; cuidado con eso. Pero en definitiva…. Falta financiación, dinero, recursos económicos, llámelo como quiera.

- El sector de la atención a las personas mayores sigue teniendo un problema de imagen en la sociedad y los medios de comunicación tienen parte de culpa en esto... ¿Hace la patronal alguna reflexión autocrítica? ¿Qué hay que hacer para mejorar esa percepción por parte de la población?

Desde LARES creemos que se han hecho generalizaciones que han llevado a una situación de desconfianza y recelo hacia los centros residenciales. Estamos convencidos de que la “realidad” mostrada no es ni mucho menos la que desde nuestros centros llevamos a cabo cada día. La autocrítica existe pero no desde que los medios de comunicación o los políticos se aproximaron a la realidad residencial sin profundizar realmente en ella, sino en nuestro caso, desde hace más de 25 años.

Insisto, desde LARES nos tomamos tremendamente en serio nuestra vocación y entrega a las personas mayores desde nuestros centros, asociaciones, fundaciones y congregaciones lo que nos lleva a una continua reflexión para estar en una continua mejora sobre qué hacemos, por qué y cómo lo hacemos. ¿Cometemos errores? Seguro. Trabajar personas con y hacia personas conlleva de manera inherente la imperfección porque no somos máquinas, pero también la capacidad para poder mejorar en su atención y cuidado.

- Terminamos con un clásico: ¿cómo ve el sector dentro de 5 años? ¿Y de 10?

Tenemos retos apasionantes: el avance lento pero seguro en la lucha contra el Alzheimer, la configuración de nuevos modelos de cuidado así como de iniciativas complementarias o alternativas al predominante modelo de atención residencial…. En todo caso, desde LARES seguiremos manteniendo y reforzando nuestra opción preferencial por las personas mayores adaptándonos a los nuevos escenarios que se vayan configurando.

Si quiere añadir algo más...

Agradeceros, como siempre, vuestra implicación e interés en todo lo que rodea a la atención y cuidado de las personas mayores.

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