La Plataforma de Mayores y Pensionistas (PMP), el movimiento más representativo a nivel estatal (con 15.079 asociaciones y más de 5.750.000 afiliados) para la defensa de los derechos de las personas mayores y pensionistas ante los poderes públicos, privados y el conjunto de la sociedad, ha acogido con satisfacción la presentación por parte de la Comisión Europea de la nueva Estrategia Europea de Cuidados, cuyo objetivo es lograr unos servicios asistenciales de calidad, asequibles y accesibles en todos los países de la UE, así como mejorar la situación tanto de los cuidadores (profesionales o informales) como de los receptores de cuidados.
Para la PMP, invertir en cuidados es importante para atraer y retener talento en el sector asistencial, que, a menudo, se caracteriza por condiciones de trabajo difíciles y salarios bajos, así como para hacer frente a la escasez de mano de obra y aprovechar el potencial económico y de creación de empleo del sector.
Por otro lado, la inversión en cuidados de alta calidad también implica mejorar la participación de las mujeres en el mercado laboral y la igualdad de género, en particular en lo relativo a la brecha salarial y de pensiones entre hombres y mujeres. Las mujeres siguen siendo las principales responsables de los cuidados: un 90 % de los profesionales de cuidados son mujeres y 7,7 millones de mujeres han dejado su empleo debido a las responsabilidades asistenciales.
En este sentido, la PMP valora muy positivamente las acciones propuestas por Comisión Europea, destinadas a ayudar a los Estados miembros a aumentar el acceso a servicios asistenciales asequibles y de alta calidad, mejorando al mismo tiempo las condiciones de trabajo y la conciliación de la vida familiar y la vida profesional de los cuidadores.
Así, dichas propuestas instan a que los cuidados de larga duración sean oportunos, globales y asequibles, permitiendo un nivel de vida digno a las personas que los necesitan. Todo ello aumentando la oferta y la combinación de servicios profesionales de cuidados de larga duración (asistencia a domicilio, asistencia de proximidad y atención residencial), cerrando las brechas territoriales en el acceso a los cuidados de larga duración, o implantando soluciones digitales accesibles en la prestación de servicios asistenciales y garantizar que los servicios e instalaciones de cuidados de larga duración sean accesibles para las personas con discapacidad.
También implica garantizar criterios y normas de alta calidad para los prestadores de cuidados de larga duración; apoyando a los cuidadores informales, que a menudo son mujeres y familiares de los receptores de cuidados, a través de la formación, el asesoramiento y el apoyo psicológico y financiero; y movilizando una financiación adecuada y sostenible para los cuidados de larga duración, en particular mediante el uso de fondos de la UE.
Para mejorar las condiciones de trabajo y atraer a más personas, en particular hombres, al sector asistencial, la Estrategia recomienda a los Estados miembros que promuevan la negociación colectiva y el diálogo social con vistas a mejorar los salarios y las condiciones de trabajo; garanticen las normas más estrictas en materia de salud y seguridad en el trabajo; diseñen programas de educación y formación continuas para los cuidadores; aborden los estereotipos de género en torno a los cuidados y pongan en marcha campañas de comunicación; ratifiquen y apliquen el Convenio n.º 189 de la OIT sobre las trabajadoras y los trabajadores domésticos.
Además, por su parte, la Comisión estudiará la creación de un nuevo diálogo social sectorial para los servicios sociales a escala de la UE; promoverá el establecimiento de una asociación en materia de capacidades en el marco del Pacto por las Capacidades para el sector de los cuidados de larga duración; financiará proyectos y estudios para evaluar el valor social y económico del trabajo y de las condiciones de trabajo en el sector asistencial; y revisará la aplicación de las normas de la UE que rigen las condiciones de trabajo. También realizará un inventario de las actuales condiciones de admisión y los derechos de los cuidadores procedentes de países no pertenecientes a la UE y estudiará la viabilidad de desarrollar regímenes a escala de la UE para atraer a cuidadores.