Cuando hace veintidós años pusimos en marcha el portal Inforesidencias.com, nuestro principal reto era convencer a los propietarios de residencia que valía la pena tener presencia en Internet y, además, compartir en ese medio la disponibilidad de plazas y los precios. Por aquél entonces, la mayor parte de empresarios pensaban que era mejor que la publicidad y el buen hacer consiguiesen que quien necesitase una residencia fuese hasta allí para recibir la información que precisaban.
No ha sido mérito nuestro sino del cambio tecnológico que ha arrastrado un cambio de mentalidad de quienes buscan residencia y suelen empezar por Internet. Hoy, sabemos que quienes navegan por la red valoran poder acceder a información sin tener que pedirla de forma expresa, quieren “verla ya”. Por eso, hoy una residencia que comparte datos como disponibilidad, precios y otros, suele tener más éxito a la hora de utilizar su presencia on-line para encontrar clientes.
Una vez que ya estás convencido de que tienes que compartir información la cuestión se convierte en “cuánta” y “qué tipo”. Allí es donde hace ahora siete años en Inforesidencias.com dimos un nuevo paso y creamos el “indicador de transparencia” de forma que pudiésemos comparar y clasificar residencias de personas mayores, usando unos criterios homogéneos y objetivos, según su nivel de transparencia.
Hoy el indicador de transparencia permite a unas mil residencias de mayores asociadas al portal compartir una serie de datos como su ubicación, precios, ratio de personal, sistema de calidad e incluso, actas de inspección de servicios sociales y sanidad (quitando cualquier dato de carácter personal). Desde su puesta en marcha el indicador de transparencia ha ayudado a miles de personas a encontrar la residencia más adecuada a sus necesidades pudiendo comparar mediante una herramienta objetiva.
El año pasado, viendo que la pandemia estaba trayendo, además de un terrible precio en forma de muerte y sufrimiento, un inmerecido desprestigio para el sector geroasistencial, decidimos poner en marcha el proyecto “Residencias transparentes” creando una herramienta para el estudio y la comparación desde la perspectiva académica y de la investigación. Para llevarlo a cabo, Inforesidencias.com contamos con la colaboración de AFI (Analistas Financieros Internacionales), junto a quien creamos la web www.residenciastransparentes.com.
En esta web se pueden hacer búsquedas geográficas a través de mapas interactivos que permiten analizar las residencias existentes en una zona siguiendo diferentes criterios, el más relevante de ellos, el de la transparencia.
La web también se convierte en un repositorio de normativas y documentos referentes a la atención a personas mayores en España. Entre estos documentos pueden destacarse los informes anuales sobre precios de las residencias privadas en España y uno sobre comparativa de precios entre residencias de diferentes países de la Unión Europea utilizando herramientas de ponderación que tienen en cuenta el salario mínimo y medio de cada país. En la práctica supone crear un equivalente del Big Mac índex lanzado hace dos décadas por parte de la revista The Economist.
Residenciastransparentes.com tiene intención de seguir creciendo incorporando diferentes documentaciones y actualizando los datos de transparencia. Es parte del compromiso de Inforesidencias.com con quien busca residencia y con todo el sector geroasistencial.
Sé que esta tribuna hoy resulta muy “autocontemplativa”, pero creo que, a veces vale la pena parar un momento, mirar hacia atrás y, si lo que ves te gusta, permitirte un momento de regocijo mezclado con agradecimiento.
Estoy convencido de que la transparencia es el antídoto contra los prejuicios que muchos sienten hacia las residencias de tercera edad privadas. De poco sirve decir que hacemos bien las cosas si no hay forma de poderlo demostrar.
Recientemente en un webinario sobre tecnología, expliqué que la transparencia puede ser “voluntaria”, “obligatoria” o “forzada”.
La primera sería la que estamos predicando desde Inforesidencias.com y requiere que sean las propias residencias las que por voluntad propia deciden compartir datos, éstas merecen un serio reconocimiento.
La obligatoria sería aquélla que viene establecida en alguna normativa. Pensemos en Alemania, Reino Unido o Estados Unidos, donde se hacen públicos los resultados de las inspecciones que se llevan a cabo a las residencias. Allí no requiere ningún mérito especial ser transparente porque viene impuesto por la Ley.
La transparencia forzada es un caso especial que vemos periódicamente en los medios y redes cuando alguien graba una conversación o instala una cámara en una residencia y después expone públicamente lo que ha registrado. Este es un tipo de transparencia muy peculiar. Más que transparencia es “translucidad”, ya que es quien graba el que decide qué piensa compartir.
En la medida en que cada vez hay aparatos que permiten grabar voz e imágenes de una forma más discreta, lo que puede hacer ese tipo de transparencia forzada es que las residencias tengan que trabajar “como si alguien les vigilase”, porque posiblemente alguien lo hace.
Dentro de poco tiempo empezaremos a ver la generalización de gafas de realidad aumentada con la capacidad de grabar todo lo que ve una persona durante el día. Uno de los obstáculos que se encuentra esa tecnología es de tipo jurídico, ya que quien quiera venderlas puede enfrentarse a demandas por violación de la intimidad. Aún así, si llegan a generalizarse, cambiarán por completo la forma en que nos relacionamos.
En este contexto estamos. Y en este contexto cada residencia tiene que decidir cómo quiere relacionarse con la transparencia.
Aquí lo dejo. Agradezco de verdad a las casi mil residencias asociadas a Inforesidencias.com que se han sumado al indicador de transparencia convirtiéndose en “transparentes y comparables”, en especial a las casi 200 que han alcanzado el 100% de transparencia al compartir sus actas de inspección (borrando datos personales), contratos asistenciales o ratios de personal.
Juntos vamos a seguir por ese camino.
Si (
No(
A favor (
En contra (