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GUSTAVO GARCÍA, DE ADYGSS, SOBRE EL CASO DEL MALTRATO

"Pasar un pañal por la cara de un anciano no tiene que ver con el estrés, eso tiene que ver con la maldad”

Una cuidadora con una persona mayor.
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Una cuidadora con una persona mayor. (Foto: Freepik)
miércoles 17 de abril de 2019, 04:13h

Un caso de maltrato a una persona mayor en una residencia ha puesto nuevamente al sector residencial en los medios generalistas de comunicación. Si hace unos meses hablábamos de lo que sucedía en un centro en Salamanca, esta última semana hemos sabido que la Fiscalía de Madrid ha presentado una denuncia contra tres trabajadores de una residencia del grupo Los Nogales en Madrid por infringir presuntamente malos tratos físicos y psicológicos a dos personas mayores.

El hijo de una de las residentes (que ya ha fallecido) denunció ante la Fiscalía que su madre venía padeciendo una situación de maltrato continuado en la residencia y aportó tres vídeos grabados en el interior de la habitación, así como ocho fotografías de lesiones. En los vídeos se pueden ver y escuchar insultos, un trato brusco, bofetadas, golpes, pellizcos y azotes. Se ve cómo uno de los denunciados restriega un pañal en la cara una anciana.

La Comunidad de Madrid ha incoado dos expedientes sancionadores contra la empresa adjudicataria de la residencia: uno de la Dirección General de Atención a la Dependencia y al Mayor y otro desde la Secretaría General Técnica de la consejería. Es importante remarcar que el resultado de ambos expedientes sancionadores estarán vinculados a la resolución judicial que ha iniciado la Fiscalía.

Por su parte, Los Nogales ha explicado que dos de los tres empleados denunciados ya no trabajaban en la empresa y que el tercero fue despedido el mismo día que se conocieron los hechos. Además, la empresa ha decidido ejercer de acusación particular contra los tres, que, en un comunicado, ha calificado los hechos de “deleznables y repugnantes, impropios de gerocultores cuya formación está específicamente orientada a la atención y cuidado de personas mayores”.

Formación adecuada

La ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, María Luisa Carcedo, comentó la dificultad para detectar determinados comportamientos: “Existe un reglamento sobre las residencias y tienen sus condiciones que se deben de cumplir, tanto sean publicas como privadas y desde luego los comportamientos personales, que son mas difíciles de detectar, también”.

Desde CEOMA, su presidenta de la Comisión de Derechos, Deberes y Buen Trato, Carmen García Revilla, recordó que el 60% de las personas mayores que viven en residencias tiene una demencia: “Los mayores no denuncian, por miedo a represalias y al abandono. Si no hay una grabación es muy difícil acreditar el maltrato. Siempre hay justificación para un hematoma, que atribuyen a una caída o a un golpe, y más aún en el caso de las personas con demencia, que no pueden expresar sus sentimientos ni lo que está ocurriendo”.

Revilla cree hay cuidadores que no tienen la formación adecuada y que “ni siquiera muestran un interés especial hacia la persona que están cuidando” por lo que reclama una formación gerontológica. Además, reclama un servicio de inspección “más comprometido”.

Casi en la misma línea, pero desde un punto de vista diferente, familiares y residentes piden más personal y más supervisión a la dirección a fin de evitar lo que han llamado “garbanzos negros”. Algunos comentaban que habían recibido un trato “excelente” y que, por lo general, estaban “contentos”, pero sobre el suceso acaecido lamentaba la presencia de estos “garbanzos negros”. Aun así, cree que hace falta más personal porque los empleados no pueden “abarcar tanto trabajo”.

Otros familiares entienden que ha habido un fallo grave en el departamento de recursos humanos de la residencia y piden el certificado de ideoneidad de los profesionales que allí desarrollan su labor. Han cargado también contra las inspecciones que se realizan desde las administraciones.

Al respecto, desde la Comunidad de Madrid se ha precisado que lo denunciado por los familiares en el pasado no tiene que ver con el caso de malos tratos que se ha denunciado ahora ante la Fiscalía. El Gobierno regional ha abierto dos expedientes sancionadores contra la adjudicataria de la residencia. Uno de ellos puede conllevar una sanción de 600.000 euros, así como la inhabilitación por cinco años de la directora de la residencia, pero explica que dado que la Fiscalía ya está actuando, será solo a partir del pronunciamiento de la justicia será cuando llegue la resolución de estos expedientes.

No es un problema de ratios, "es maldad"

El coordinador de estudios de la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales, Gustavo García, ha explicado a Dependencia.info que “hay que defender al sector por dignidad de todo el mundo” y ha enfatizado: “Sobre todo, por la tranquilidad de los familiares, que no piensen que esto es algo generalizado, y por la dignidad de los cuidadores”.

García no cree que lo sucedido en Los Nogales sea un problema de ratios. Tiene claro que “la humillación, el daño psicológico, el pasar un pañal por la cara de un anciano... no tiene que ver con el estrés, eso tiene que ver con la maldad”.

¿Cuál cree que debe ser la actitud o posición del sector?

Creo que es un infortunio y hay que salir a defender la dignidad del sector. La maldad puede estar en cualquier lugar, porque esto es un episodio de maldad absoluta. La maldad, por desgracia, no se puede evitar en todos los ámbitos. De hecho, lo estamos viendo en guarderías infantiles o en domicilios particulares. No podemos generalizar.

Yo creo que el sector es muy mal tratado en el sentido de que se ha creado mucha alarma. Y sobre todo, me preocupan dos cosas: los familiares y los trabajadores. Siempre hay una cierta mala conciencia cuando tienes una familia preocupada porque pueda pensar que cuando el cuidador está delante es una persona buena, pero luego, por detrás, es una persona cruel. Eso genera una inquietud tremenda.

En segundo lugar, por los trabajadores. Conozco a muchas gerocultoras y tienen que estar pasándolo fatal. Hay que decir que no solamente hacen muy bien su trabajo, sino que son abnegadísimas y trabajan con cariño y son afables y entrañables. Hay que defender su dignidad.

Luego también, por qué no, hay que hablar del negocio. Hay personas y hay grupos que están invirtiendo en una actividad económica importante que genera mucho empleo, que genera riqueza como toda actividad que se dedica a cubrir necesidades humanas. El sector también que resarcirse de esto.

¿Qué tiene que hacer el sector?

Lo primero, salir a transmitir una imagen positiva de los centros residenciales. Y lo segundo, poner en marcha mecanismos para reducir al máximo los riesgos de que este tipo de cosas se puedan producir. Digo reducir al máximo porque anularlos es imposible. Ojala pudiéramos poner en marcha medidas para acabar con la violencia de género, para que no hubiera accidentes de tráfico producidos por energúmenos que van como locos o drogados o bebidos o para que nadie maltrate a nadie.

Eso es muy difícil, pero sí que es nuestra obligación en el sector poner en marcha medidas para reducir al máximo estos riesgos. Y entre las medidas señalo:

- Una buena gestión de quejas y reclamaciones es imprescindible: las quejas son oportunidades de mejorar o de aclarar cosas que no lo están.

- Favorecer que los familiares tengan mucha presencia dentro de la vida residencial.

¿Cree que hay que cuidar como si nos estuvieran grabando?

Sin duda ninguna. Lo que hacemos o lo que decimos debemos hacerlo siempre pensando en que lo haríamos igual si vemos al director de un centro, si me ponen delante una cámara de televisión o si una persona que está contigo saca el tema a relucir.

Lo mismo a la hora de actuar cuidando. Como si siempre nos estuvieran viendo, pero eso ya va en la ética de cada cual.

¿Cree que puede ser un problema de ratios, como se ha dicho desde algunos sectores?

No. Que los ratios son importantes, sí. Que yo diga que no es un problema de ratios no significa que los ratios no sean importantes, es decir, una ratio inadecuada perjudica y hace casi imposible una atención de calidad. Eso seguro.

Ahora bien, solamente mejorando los ratios no se evitan este tipo de problemas. No tiene que ver con los ratios. En el vídeo hemos visto a tres personas y no veía que fueran pocas. Simplemente eran crueles. No es solo un problema de ratios.

Alguien puede estar desesperado o cabreado e, incluso, hasta en algún momento puede dar una mala contestación si estás estresadísimo o llevas un día muy malo. Eso no está bien, pero hasta ahí. Lo que no es un problema de ratios es la humillación, el daño psicológico, el pasar un pañal por la cara de un anciano, el decirte que va a venir el diablo... eso no tiene que ver con el estrés, eso tiene que ver con la maldad. La maldad es la maldad y la maldad existe.

Este es el vídeo de la Cadena SER:

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