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Una constelación de inspecciones surrealistas en residencias de mayores

Por Josep de Martí
miércoles 06 de marzo de 2019, 21:14h

Aunque era consciente de que muchos profesionales que trabajan en residencias de tercera edad consideran que la actuación de la inspección de servicios sociales resulta muy desigual y en ocasiones incorrecta, no lo era de la dimensión del sentimiento.

La semana pasada escribí la tribuna “Cuánto pesa el hueso de ese muslo del pollo”, que presentamos en Dependencia.info acompañada por dos destacadas opiniones: la de Diego Juez, presidente de la patronal Castellano Leonesa de residencias ACALERTE y la de Vicente Botella, presidente de la patronal UPIMIR, que agrupa a pequeñas y medianas residencias en Cataluña. Esperaba que, como en otras semanas, tuviese unos mil lectores. Menuda sorpresa ver que en sólo dos días se había leído ¡casi 6.000 veces! (Aquí un recorte de Google Analytics).

Esta semana volvemos a contar con destacados opinadores que representan otras organizaciones empresariales y, tal como va la cosa, me parece que vamos a tener que seguir haciéndolo.

Quizás las administraciones no sean conscientes de que existe un problema. A mi entender, existe y se llama “desconfianza injustificada”.

Lo que reproduzco a continuación son comentarios que la gente ha realizado en Linkedin, Facebook y directamente en Dependencia.info sobre lo que publicamos la semana pasada. No son todos, pero puede dar una idea del ambiente.

Cuestión de subjetividad

Lo más discutible es la apreciación subjetiva de los inspectores y las diferentes varas de medir. Yo he visto sanciones por cuestiones como:

- pequeño roto en un mantel

- sábanas que por su uso presentan aspecto descolorido

- mal funcionamiento de un pestillo de un baño

He visto a inspectores llegar a las 10:55 de la noche (además era día de partido de España en el Mundial) y ponerse a pedir papeles (por supuesto no estaba el personal de administración a esa hora) y después pasar por todas las habitaciones encendiendo las luces de lectura para comprobar su funcionamiento, a pesar de las quejas que se le expresaron al sujeto. En honor a la verdad, muchos otros vienen con intención recta de ayudar a la mejora del servicio. Mi opinión es que se presta mucha atención a la revisión de papeles y poco a la atención de las personas. Además, se piensa muchas veces que los centros son espacios espectáculo: siempre haciendo algo los mayores... ¿y si no quieren hacer nada? Es que a veces la gente en su casa está simplemente haciendo... nada... creo que a veces olvidamos lo que es una Residencia.

El sufrimiento de un geriatra en Andalucía

Quería comentar cómo es posible que aquí en Andalucía se nos obligue a realizar un plan de cuidados cada 6 meses a TODOS los residentes, quién decide esa periodicidad, pienso que deberíamos marcarla el equipo interdisciplinar, no un señor que no conoce la realidad de nuestras residencias. Si me da su correo le mando el comentario completo, soy geriatra ( En Andalucía¡¡¡¡¡¡???, el SAS no nos reconoce).

¿Deben creer todo lo que dice un residente sin conocer su estado cognitivo?

Me ha llamado la atención la anécdota de aquella residente que dice que se ha levantado a las 7 y a las 10 no ha desayunado... Bien, yo tengo varios usuarios a los que nada más llevarles a la sala de estar después de desayunar ya dicen que no han desayunado o que no han ido al aseo (y los acaban de llevar), creo que no se nos puede olvidar que trabajamos con gente que puede tener demencia. ¿Cómo puede comprobar el inspector si esto es cierto? ¿Da credibilidad a los trabajadores si estos dicen que no es cierto? Creo que es algo difícil de demostrar si el inspector viene a las 11 y los desayunos se han dado a las 9. Es una duda que me ha venido.

¿Cuál es la ingesta óptima de calorías? ¿Para todos igual?

Creo que debería existir unas normas para cada tipo de residencias ya sean públicas, privadas o concertadas. En las inspecciones se pide que los usuarios ingieran X calorías al día y debemos pensar que son personas mayores que su gasto diario es poquísimo. Definir bien las ratios de personal por sectores y por tipo de residencia. Convenio colectivo modificarlo ya que bajo mi punto de vista tiene cosas que para nada ayudan a los trabajadores. Y por supuesto el salario ya que las residencias son sector sociosanitario y en comparación con el sector hospitalario es penoso.

¿Y si se permite repetir? ¿Cuál es la ración? ¿Cuál la sanción?

Me parece indignante la sanción y solo se puede interpretar un afán recaudatorio o un mal proceder por parte del funcionario hacía la directora. Valorar el calibre de una pieza de carne no está de más para ver lo que representa en el aporte nutricional de la persona, pero a la inspección ya se le argumento la posibilidad de repetir si la cantidad la considera insuficiente el residente.

Sacando las cajas vacías de la basura

Claramente hay un problema y ese tipo de actuaciones se repiten por desconocimiento de la realidad, falta de criterio técnico, y a veces soberbia. Conozco un caso de sanción porque la cocinera se puso nerviosa y erró al indicar a la inspectora los kg de carne que había utilizado para elaborar el plato, pero lo acreditó con las cajas vacías utilizadas que estaban en la basura generada en la preparación, y cuyo etiquetado evidenciaba la cantidad correcta: estaba incluso por encima del gramaje de fichas técnicas. Además, trató de evidenciar con las sobras de comida tras el servicio, pero eso ya no interesaba. Se abrió expediente sancionador basado en el testimonio de la cocinera, y en que algunos residentes tenían poca cantidad en el plato. El esfuerzo documental para frenar la sanción fue considerable, pero la resolución era firme. La realidad es que hay residentes que comen más y otros menos. Lo que a mi entender se debe valorar, es el estado nutricional de las personas, y, en caso de desnutrición, sus causas a nivel multidimensional, y los planes de acción para abordarla, no los muslos de pollo en el plato. En muchos casos no se lo comen todo porque lo consideran mucha cantidad o presentan inapetencia por causas patológicas

25 gramos de pescado: 4.800 Euros de multa

Multa porque según la inspectora faltaban 25 gramos por persona de pescado en el puré que se preparaba para los residentes que comían “túrmix” aunque sobrasen 50 gramos por persona en las raciones de los que comían dieta basal. Ella vio que algunos residentes repetían y que no a todos se les pone la misma cantidad de puré. Algunas residentes pesan 50 kilos y otras pesan 90, ¿todas tienen que comer igual? 4.800 Euros de multa no tienen lógica.

Inspección e inquisición

La inspección en España, no solo en el ámbito de los Servicios Sociales, es digna sucesora de la inquisición: deciden qué constituye herejía, más allá de las normas o interpretándolas de forma harto subjetiva, se guían en muchas ocasiones por criterios escasamente racionales y sí muy dogmáticos, y si resultas "culpable" te relajan al brazo secular de la ley (la consejería de turno) para que ejecute la "sentencia". En muchas ocasiones he comentado con inspectores que aparecer por sorpresa en un centro, sin denuncia previa, es contrario a derecho. Ni siquiera lo entienden, lo que da idea de la concepción que manejan nuestras administraciones. He visto inspeccionar un centro todos los días durante meses, sin que hubiese ningún expediente sancionador como resultado. Si eso es admisible en un estado de derecho, debemos revisar nuestras bases teóricas.

Por supuesto, también hay alguna opinión (he encontrado muy pocas) que consideran que si de algo peca la inspección es de poco exhaustiva:

¿Avisan los inspectores de que van a inspeccionar?

Deberían ser siempre muy exhaustivas en todos los sentidos, y proteger y velar siempre por el bienestar de nuestros mayores.
Y la cruda realidad es que no es así, la mayoría de las veces (y no se el por qué) los directores/as saben cuándo van a ir y se preparan para ello.
Si realmente fueran exhaustivas y prevaleciendo siempre el bienestar de nuestros mayores, todo sería diferente.

Pobres mayores

Vergonzoso el tema de las residencias, pobres nuestros mayores…. Ante todo, son personas y vulnerables.

A mi entender está claro que hay un problema que debe ser afrontado. No es el mismo en todas las comunidades, aunque no es el problema de una comunidad.

¿Sería hora de que alguna comunidad se plantease publicar todas las actas de inspección de forma que la transparencia permitiese comparar? Por supuesto que las actas no reflejarían nombres propios ni del inspector ni ningún otro dato personal de nadie.

Si esto se hiciese, de repente la transparencia haría desaparecer muchas dudas. Las residencias que se quejan de recibir un trato diferente sabrían si éste es cierto o sólo una sospecha. Todos sabríamos si a las residencias públicas gestionadas por la propia administración se les somete al mismo nivel de escrutinio que a las privadas. También se podría alimentar un sistema de inteligencia artificial para encontrar posibles patrones de desviación: sabríamos si algún tipo de infracción sólo es detectada por algún inspector en concreto y, analizando series de actas de un mismo centro podríamos valorar la coherencia de la actuación.

Estoy seguro de que, en un primer momento habría mucho revuelo, pero en uno o dos años las actuaciones mejorarían y la sensación del sector también.

De forma no menos importante, podríamos dar respuesta a una pregunta muy básica: ¿Por qué se inspeccionan las residencias geriátricas? Si los ciudadanos que con nuestros impuestos pagamos los salarios de los inspectores tuviésemos acceso al resultado de aquello por lo que pagamos, ¿no podríamos utilizarlo para elegir la residencia de mayores que quizás un día necesitemos con la mejor información posible?

Lo llevo proponiendo hace bastantes años dentro de una serie de buenas prácticas, y voy a seguir haciéndolo. A ver si, al final, sale.

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