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EL RINCÓN DEL DIRECTOR

¿Nadie va a hacerse cargo de este señor?

Persona mayor en una residencia.
Persona mayor en una residencia. (Foto: JC)
Por Josep de Martí
Opina sobre este caso práctico en la gestión de residencias y envíanos lo que harías tú en esta situación.

Hace ahora dos años ingresó en la residencia las Marismas, de la que por cierto eres el director/a, un residente procedente de un hospital público acompañado de su cuñada.

Nos dijo que habían “hecho el papeleo de la ayuda de la dependencia” y le habían valorado como grado I por lo que recibía una pequeña ayuda económica de 153 euros al mes. Tenía unos ahorros y un parking alquilado que, junto a una pensión de 700 euros y la prestación, le han permitido ir pagando el precio de la plaza. Durante este tiempo el familiar de referencia ha sido su hermano y la cuñada; ellos lo llevan a las revisiones periódicas al hospital (padece cirrosis).

Ahora que los ahorros se han acabado, la familia ha dicho que ellos no pueden hacerse cargo. Se pidió una revisión de grado pero siguen dándole el 1 a pesar de que ahora está bastante peor.

El hermano nos ha venido a ver y nos ha dicho que ha ido a un abogado que le ha ayudado a redactar un papel que ha presentado en el juzgado diciendo que él no puede hacerse cargo de su hermano. O sea, que a partir de ahora no va a venir a verle y menos acompañarle, como hasta ahora a las visitas periódicas al especialista del hígado. Dice que él también está enfermo y que la relación con su hermano últimamente se ha deteriorado.

El residente padece una demencia en fase incipiente. Puede mantener conversaciones pero se desorienta, no puede manejar dinero y ha perdido mucho la memoria a corto plazo. Además, la mayor parte de los días está convencido de que está en Hamburgo, ciudad en la que vivió muchos años. Fuera de estas limitaciones y de una cojera, hace vida normal en la residencia.

Acabamos de volver a recibir una cita para una revisión en el hospital y no sabemos qué hacer. Normalmente son los familiares los que acompañan a estas visitas o, si no, la residencia se encarga, pero cobra por el servicio según una tarifa que aparece en el tablón de anuncios. De hecho, los acompañamientos los hace una empresa externa.

La trabajadora social del Ayuntamiento, con quien hemos contactado informalmente, nos recomienda pedir una nueva valoración y que hagamos una comunicación al Fiscal para iniciar un proceso de incapacidad. Así se podrán pedir medidas cautelares, como vender el parking. También nos ha dicho que si sospechamos mínimamente de que la familia ha expoliado al mayor, lo denunciemos.

¿Conoces el comparador de residencias de 3ª edad en Alicante?

Lo último sobre este caso ha sido que el recibo del banco nos ha venido devuelto. Hemos llamado al hermano, que se ha mostrado molesto, pero nos ha contestado. Dice que ahora sólo hay ingresos de unos 900 euros al mes (entre la pensión, la ayuda y lo que le pagan por el parking) y que cada día 5 llega el recibo del seguro de entierro y un donativo de 35 euros mensual que su hermano hacía a una ONG. O sea, que si giramos algo superior nos lo devolverán. Él no quiere saber nada y no piensa tocar la cuenta, en la que aparece como apoderado, pero tampoco va a poner dinero. El hermano insiste en que si el residente se pone muy grave le pueden llamar, pero que si no, que le dejen tranquilo.

Hablar con él resulta inútil ya que, aunque no esté incapacitado judicialmente y su demencia sea moderada, no entendería lo que le decimos. De hecho, un día le preguntamos dónde tenía la plaza de parking y nos dijo que “en Hamburgo nunca ha tenido coche”.

Resumiendo, tenemos un residente del que nadie quiere responsabilizarse. Sus necesidades cotidianas están cubiertas por la residencia pero, si solo podemos cobrar 850 euros nos va a costar dinero atenderlo. Y encima ahora está lo de las visitas al especialista.

Lo hemos comentado en la reunión del equipo y la sensación general es que enviarlo al hospital sin acompañamiento está fuera de cuestión. ¿Deberíamos acompañarle al hospital asumiendo el coste, apuntando los gastos y esperando que cuando lo incapaciten, si lo hacen, podamos cobrar con la eventual venta de la plaza de parking que todavía es de su propiedad?

O, si no, ¿qué podríamos hacer?

Autor: Josep de Martí Vallés , jurista y gerontólogo. Director de Inforesidencias.com y Eai Consultoria.

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