El Dr. Josep María Via i Redons, presidente del X Congreso Internacional Dependencia y Calidad de Vida, que este año lleva por título 'Cuidando juntos, cuidaremos mejor', subraya que este encuentro es el único especializado en la integración de los servicios sociales y sanitarios. Esta nueva edición, otra vez en formato presencial, será en el Auditorio L'Illa de Barcelona, los días 11 y 12 de noviembre de 2025, pero se podrá seguir también de manera virtual.
Reconoce que las residencias deben estar plenamente conectadas con el sistema sanitario, igual que los domicilios, para evitar situaciones de desatención como las vividas durante la pandemia. Destaca además que la sostenibilidad del modelo pasa por una atención comunitaria integrada, que contemple factores urbanísticos y arquitectónicos que faciliten la vida de las personas mayores.
En el ámbito de la nutrición, Via advierte de que la desnutrición y la deshidratación son problemas inherentes a la edad avanzada y que la sarcopenia incrementa el riesgo de caídas, fracturas y complicaciones graves. Defiende la necesidad de incorporar dietistas-nutricionistas en las residencias, profesionales capaces de reducir significativamente estas carencias. Recuerda que en el Congreso se presentará un estudio del Colegio de Dietistas y Nutricionistas de Cataluña que evidencia el impacto positivo de estos perfiles en la alimentación de las personas mayores.
Respecto al senior living, reconoce que en España este modelo todavía progresa lentamente en comparación con países del norte y centro de Europa, aunque avanza en los entornos urbanos. Explica que propuestas como el cohousing senior pueden dar respuesta tanto a la epidemia de soledad como a situaciones de dependencia incipiente, al ofrecer espacios comunitarios adaptados a la realidad mediterránea. Señala que este recurso se perfila como una alternativa atractiva para quienes no precisan todavía cuidados intensivos, pero buscan mantener socialización y calidad de vida.

1.- Vamos a invitar a la gente. ¿Por qué hay que estar en este X Congreso?
Hay que estar porque estamos en una sociedad envejecida, nos dedicamos a tratar de conservar, mejorar la salud de las personas, prevenir las enfermedades, a resolverles y ayudarles en sus necesidades, en sus niveles mayores o menores de dependencia. Es difícil, tenemos pocos recursos, tenemos muchos problemas con profesionales, hay listas de espera, hay una cantidad de problemas alrededor de esa necesidad tan clara y tan acuciante que necesitamos altavoces y entre los altavoces, altavoces profesionales, rigurosos, con contenido, que se nutran de las mejores experiencias internacionales y que nos permitan compartirlas aquí.
Es el único congreso especializado concretamente en el tema de la integración de servicios sociales y sanitarios. El tema es tan importante que no habiendo nada más o mucha cosa más, por lo menos a nivel congresual, nos parece que cualquier profesional sanitario de cualquier ámbito, atención primaria, hospitalaria, por supuesto residencial, cuidados intermedios, y lo mismo los trabajadores sociales, desde el ámbito municipal a residencial, al de sociosanitario, etc., están llamados a asistir porque les van a presentar cosas que van a ser de su interés.
2.- De entre todos los módulos y ponencias del Congreso, ¿cuál le resulta más atractiva o inspiradora y por qué? Básicamente, ¿qué es lo que considera que va a ser más interesante?
Bueno, vamos a ver, mira, yo creo sinceramente que todo el programa está muy pensado, está muy meditado, muy trabajado desde el punto de vista de los temas y de los ponentes, y quizá una diferencia objetiva es que hay un par de sesiones que siguen una metodología un poco distinta. Una de ellas que es la sesión inaugural, es interesante porque se da voz a los afectados, entendiendo por afectado a una persona con alta dependencia, en silla de ruedas, que tiene una patología, un problema de demencia incipiente, un cuidador informal y luego lo que podríamos llamar una persona mayor sana.
A todos ellos se va a debatir, se les va a preguntar, se va a intercambiar respecto a cuáles serían sus expectativas en sus distintas situaciones y sus distintas realidades. Qué esperarían del presente y del futuro. Es una forma de empezar el Congreso en el que los asistentes, que van a ser profesionales, van a tener la oportunidad de escuchar de primera mano a quienes potencialmente son sus clientes.
La otra, pues es una sesión en la que hay un ponente único con un moderador que va a tratar de provocar una sesión muy dinámica y fomentar una participación elevada del público sobre un concepto de dividendos, que va más allá de lo que cuesta. Dividendo en el sentido de beneficios económicos, que quiere decir puestos de trabajo, quiere decir oportunidades, quiere decir inversiones para empresas, y desde el punto de vista social, desde el punto de vista de valor añadido en términos de rentabilidad social.
Destaco estas dos porque la metodología es distinta, pero desde el punto de vista del interés y el contenido de las sesiones, todas son muy interesantes.
3.- Otro de los módulos habla del enfoque integral en la sostenibilidad de la integración social y sanitaria. Parece especialmente interesante lo de esa integración de lo social y lo sanitario, para conseguir una coordinación real y efectiva. ¿Cómo cree que esta visión de la sostenibilidad en esta integración social y sanitaria puede transformar las residencias, la atención domiciliaria y los servicios para personas mayores?
Bueno, seguro. Ya lo sabemos, cuando una persona mayor abandona su domicilio habitual para ir a otro domicilio nuevo, que es la residencia, a veces pasa una cosa curiosa: mientras estás en casa, tienes tu centro de atención primaria, con tu médico, con el personal de enfermería, con el personal sanitario, tienes tu hospital de referencia, y por lo tanto se hace efectivo lo que prevé la Constitución Española, que es el derecho a la salud de todos los ciudadanos. Curiosamente, a veces, cuando te vas a una residencia, esa residencia está en un territorio que depende también de un centro de atención primaria y de un hospital de referencia. Entonces, no sabemos por qué, a veces se pierde esa atención sanitaria que sí se tiene en casa.
El objetivo sería que el hecho de vivir en una residencia no debería suponer un hándicap para la atención sanitaria, como ocurrió en el COVID, ¿no? Durante el COVID se demonizó mucho a las residencias, olvidando que las residencias son recursos sociales, que no tienen por qué tener la capacidad de prestar atención sanitaria, y quien en realidad falló fue el sector salud en su integración con el sector social. Ha pasado con el COVID, pero el problema persiste.
Eso en cuanto a la integración y en cuanto a la sostenibilidad y al enfoque de ese módulo, lo que pretende es buscar fórmulas de atención más integradas en la comunidad. Y de hecho es un módulo novedoso en el sentido de que alguien podría decir que si todavía no hemos conseguido integrar lo social y lo sanitario correctamente, ¿cómo nos liamos ahora con nuevos conceptos como son aspectos urbanísticos, aspectos arquitectónicos, aspectos comunitarios?
Cuanto mayor es la integración comunitaria y más fácil es la vida en la prestación de servicios desde el punto de vista de las instalaciones y el entorno, pues más fácil es todo. Y nos parece que era una visión, era una aportación que podía ser interesante.
4.- Otro de los temas es el de la nutrición. Hay en el Congreso una sesión que es nutrición y disfagia en personas mayores, el papel clave del dietista-nutricionista, que se aborda como un tema esencial para la alimentación en las residencias. ¿Qué considera más urgente o más innovador frente a los retos de la alimentación segura en personas dependientes?
Esta sesión está muy orientada a decir, vamos a ver, todos sabemos que en las personas mayores ya de por sí, incluso haciendo las cosas bien, la tendencia a la desnutrición y a la deshidratación es consustancial. Por lo tanto, hay que ser muy cuidadoso en la vigilancia de los aportes dietéticos, singularmente de las proteínas. Hay un problema muy concreto que es la sarcopenia, que lleva a una pérdida de masa muscular y el tono muscular que hacen que, por ejemplo, pueda haber problemas de estabilidad, caídas, fracturas y de ahí se va complicando hasta el desastre.
Por lo tanto es fundamental porque la disfagia es un aspecto muy concreto pero tiene también una prevalencia altísima en personas mayores. Quien no puede tragar bien acaba no comiendo bien, como quien no puede masticar bien por problemas de dentadura. Muchas veces nos centramos en decir que la gente está desnutrida porque la composición de las dietas no es adecuada, cuando lo que pasa es que las condiciones de la persona para masticar, para tragar, para digerir no son las óptimas y eso se traduce en una desnutrición.
Lo que queremos por encima de todo poner de manifiesto en esta mesa, que se ha hecho conjuntamente con el Colegio de Dietistas y Nutricionistas de Cataluña, es la importancia de que el sector cuente con estos perfiles profesionales en las residencias. Nos parece fundamental. Donde están los nutricionistas con sus conocimientos y sus aportaciones, estos problemas disminuyen claramente.
Precisamente este colegio ha logrado un estudio del impacto de la incorporación de profesionales en la nutrición de los mayores y las conclusiones son claras. En esta sesión se presentarán los resultados de este estudio, que es muy interesante.
5.- Para terminar, por lo que tiene de relevancia de cara a un sector de las personas mayores que todavía no precisan de cuidados, hablaréis del Senior Living en España. ¿Cómo ve a la sociedad española todavía con esto del Senior Living, concretamente con conceptos como el del cohousing senior, termina de despegar?
Mi visión subjetiva, mi sensación es que cuesta un poquito. Aquí Josep de Martí (fundador de Inforesidencias) lo conoce muy bien porque ha salido a ver lo que se hace en otros países. Te das cuenta de que en algunas sociedades, quizá más nórdicas, más del centro de Europa, si ha cuajado. Aquí sólo en zonas urbanas o a las afueras de ellas. En las zonas rurales, quizá por el hecho de que los núcleos familiares todavía son más consistentes, esto no se plantea tanto. Pero yo creo que sí, que poco a poco va despegando.
Mi sensación es que no estamos al nivel de desarrollo de los países que van adelante, pero que vamos avanzando. Y es muy interesante porque antes de llegar a la dependencia o a altos grados de dependencia, en ese envejecimiento de la población, antes de llegar a edades más elevadas, hay situaciones incipientes o intermedias que se pueden beneficiar mucho de este tipo de recurso.
Y yo creo que ahí hay mucho que ahondar y que investigar y que analizar desde el punto de vista de adaptarlo a las características de nuestra sociedad, porque en el origen no deja de ser un invento importado. En estas sociedades mediterráneas, con las tradiciones que tenemos, eso cuesta un poco más.
Pero luego hay otro hecho que es muy cierto, que es la epidemia de soledad, cada vez más enorme. Entonces, creo que si unes soledad a una mínima dependencia, no demasiada, ya puede ser más atractivo el hecho de tener un recurso que te resuelve una serie de problemas y que en muchos casos puede tener zonas comunitarias en las que si quieres compartes y si no quieres no compartes. Pero por lo menos tienes una oferta que en casa, si te has ido metiendo en una dinámica de vivir en soledad, pues vas perdiendo tu socialización y tu enraizamiento colectivo.
Entonces yo sí veo que, sobre todo en medios urbanos, esto va avanzando y quizá más deprisa de lo que creemos. En rurales quizá va más lento.