Reclamó reconocimiento institucional de estas como servicio esencial y urgió a garantizar acceso equitativo, especialmente en áreas rurales, sin depender de prejuicios o recursos económicos.
En el Día Internacional de las Personas Mayores, la Asociación de Residencias de Extremadura (ASOREX) reivindicó que las personas mayores tienen derecho a decidir cómo, cuándo y dónde quieren vivir. Esa libertad incluye, por supuesto, envejecer en sus domicilios con ayuda profesional, acudir a un centro de día, hacer uso de plataformas multiservicios o vivir en una residencia, si así lo desean.
La organización subrayó que elegir un centro residencial no puede seguir percibiéndose como una renuncia, un fracaso o un último recurso. Es, sencillamente, un derecho.
El presidente de ASOREX, Juan Carlos Campón, afirmó: “Una residencia es un hogar. Un lugar donde se convive, se comparte y se sigue construyendo vida, con apoyos profesionales”, y añadió que “es hora de dejar atrás discursos que estigmatizan los cuidados residenciales y reconocer el valor que tienen estos centros como espacios de bienestar, seguridad y atención profesionalizada”.
Por ello, ASOREX reclamó a las administraciones que den el paso de reconocer las residencias como servicio esencial dentro del sistema de cuidados, del mismo modo que lo es el sistema sanitario.
Campón sostuvo: “No podemos seguir tratando los cuidados como si fueran opcionales o secundarios. Las residencias son un servicio esencial, y como tal, deben contar con el respaldo legal y político necesario para garantizar su funcionamiento”, y añadió que defender las residencias es “defender a quienes viven en ellas, a sus familias, y también a quienes trabajan cada día por una atención digna, humana y profesional”.
Libertad real para decidir, con independencia del dinero y del lugar
ASOREX insistió en que la libertad de decidir cómo vivir la vejez no puede estar condicionada ni por prejuicios ni por el nivel económico o patrimonial de la persona. Campón subrayó: “El derecho a elegir no puede depender del dinero. Ni del código postal. Todas las personas mayores, vivan donde vivan y tengan lo que tengan, deben poder acceder a los apoyos que necesitan”.
Las 29 residencias que integran ASOREX ofrecen cada día atención profesional, compañía y seguridad a cientos de personas mayores en Extremadura que han tomado una decisión legítima y valiente: vivir acompañadas y con apoyos adaptados a sus necesidades. Y esa decisión —como cualquier otra— debe ser respetada y respaldada por la sociedad y las instituciones.
Sostenibilidad y justicia para el medio rural
ASOREX recordó que la sostenibilidad del sistema de cuidados debe ser una prioridad política, especialmente en entornos rurales, donde la dispersión geográfica y la baja densidad de población dificultan aún más el acceso a servicios. Campón añadió: “No puede ser que haya personas mayores con necesidades de apoyo a las que nadie llegue porque viven en un pueblo pequeño. La calidad y la equidad en la atención no pueden depender de la ubicación geográfica”.
Por todo ello, la organización reclamó medidas urgentes y estructurales que garanticen:
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El reconocimiento institucional y social del valor de las residencias como servicio esencial.
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La declaración oficial del sector de los cuidados como esencial, con efectos jurídicos y administrativos.
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Inversiones públicas que aseguren la sostenibilidad de los centros, especialmente en el ámbito rural.
ASOREX destacó la necesidad de una visión moderna y libre de edadismo, en la que se escuche activamente a quienes están viviendo esta etapa de la vida.