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¿Viejos antes que ricos? Ese es el problema…

Por Josep de Martí
lunes 06 de noviembre de 2023, 14:03h
El fundador de Inforesidencias.com, Josep de Martí.
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El fundador de Inforesidencias.com, Josep de Martí. (Foto: JC/Dependencia.info)

Que crezca mucho la actividad laboral de un país puede ser interpretado, en primera instancia, como un indicador alentador de crecimiento económico. Reflexionemos un poco sobre ello: si estamos ante un panorama donde la población activa sostiene a una proporción menor de individuos, ya sean niños o personas jubiladas, podríamos deducir que el potencial económico de ese país está en una trayectoria ascendente. Pero, ¿es esta una señal inequívoca de un futuro económico prometedor? Es crucial que el mercado laboral esté adecuadamente preparado para incorporar a estos potenciales trabajadores. De no ser así, un aumento en el rendimiento per cápita se vuelve una ilusión efímera. Ahora bien, cuando estas condiciones se alinean, podríamos ser testigos de un periodo dorado de expansión económica, con incrementos notables en la productividad y el desarrollo. Sin embargo, es imperativo no pasar por alto un aspecto crucial: si una nación no se anticipa y se prepara adecuadamente para aprovechar esta ventana de oportunidad (el conocido como “bono demográfico”), podría enfrentar repercusiones negativas. Y es aquí donde muchos países en vías de desarrollo encuentran su encrucijada.

El párrafo anterior no es mío, he resumido algo un artículo que he leído recientemente y que ha llamado mi atención.

Propongo a quien esté leyendo estas líneas que me acompañe en una reflexión comparativa. Observemos el escenario que enfrenta Tailandia (país del que trata el artículo) y veamos si encontramos similitudes con España. Tailandia, de acuerdo con datos recientes, vive un proceso de envejecimiento poblacional a un ritmo acelerado. Nos encontramos con que un 14% de su población ha cruzado el umbral de los 65 años (en España supera el 21%), una cifra que usualmente se asocia con sociedades que envejecen.

Ahora, extrapolando estos datos y observando tendencias, Tailandia podría estar en camino de replicar escenarios vistos en Japón o Corea del Sur, donde la fuerza laboral decrece y, ante la ausencia de intervenciones estratégicas, el crecimiento económico se estanca. Pero aquí radica una inquietud pertinente: a diferencia de Japón, Tailandia no ha logrado consolidarse como una economía desarrollada. Se está “haciendo vieja antes de hacerse rica”. Entonces, ¿qué implicaciones tiene un envejecimiento demográfico en una economía emergente?

España, que lleva varias décadas considerada como una economía desarrollada, enfrenta retos similares. La crisis de 2008 forzó a una generación a buscar horizontes más prometedores fuera de sus fronteras y el segmento poblacional de mayor edad sigue en aumento.

Para pagar los servicios a personas mayores dependientes que vamos a necesitar en España en los próximos años serán indispensables dos cosas: por un lado, personas mayores con suficiente capacidad adquisitiva para cubrir una parte o la totalidad de los servicios que requieran y, por otra, unas arcas públicas con suficiente disponibilidad como para afrontar el reto. Ambas cosas pueden alcanzarse si conseguimos tener y mantener una economía saludable y un crecimiento razonable.

¿Notamos las similitudes entre España y Tailandia? Ambas naciones se encuentran en una encrucijada donde es fundamental equilibrar la atención hacia sus ciudadanos de edad avanzada con inversiones en formación e infraestructura que potencien la productividad.

Una alternativa que España podría considerar es observar de cerca el modelo migratorio interno de India. A pesar de que España ya tiene un dinamismo interno evidente, podría existir un margen para potenciar aún más estas dinámicas. Introducir medidas que fomenten la integración y formalización de los trabajadores migrantes, ya sean internos o externos, podría ser la clave para rejuvenecer su fuerza laboral. Las asociaciones patronales, encabezadas en este caso por CEAPs, están intentando que perfiles profesionales como las gerocultoras, enfermeras y otros sean una consideración especial que permitan la creación de cupos migratorios. Lo que no se está potenciando de forma activa es la migración interna dentro del país. Quizás algo que debería plantearse.

Tailandia y España, aun encontrándose en etapas distintas de desarrollo, enfrentan dilemas similares asociados al envejecimiento de su población. En los viajes que hemos organizado desde Inforesidencias.com hemos mirado siempre hacia países de los que pudiésemos aprender, mirándolos como modelos. Creo que debo ampliar la perspectiva y empezar también a mirar a otras realidades que, aunque alejadas de la nuestra nos pueden enseñar y de las que podemos sacar ingredientes para las recetas que deberemos cocinar en el futuro.

Quien haya llegado a leer hasta aquí (gracias si eres uno o una de ellos) podría responder en los comentarios una pregunta: En España, como país, ¿hemos conseguido ser ricos antes que viejos?

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