Me llegó a las manos el libro “Las residencias que queremos” de Pilar Rodriguez editado por la Fundación Pilares. Os he de decir que se trata de un libro imprescindible para entender el gran cambio que se está produciendo en el diseño, organización y atención a las personas mayores con dependencia. Es un libro que abarca desde lo que hoy conocemos como AICP (Atención Integral y centrada en la persona) hasta cada una de las diferentes tipologías de soluciones para esa atención.
El libro empieza a partir de lo que hemos aprendido con la Covid-19 y todo lo que ha pasado en las residencias a raíz de esta pandemia. Y lo hace con sentido crítico y explicando la realidad en la que se encontraron las personas mayores, vivan en residencias o en su casa. Pero después entra a exponer los cambios sociales y las críticas a los modelos de residencia tradicional. Desde 2020 que los que nos dedicamos desde diferentes disciplinas a la atención de las personas mayores con dependencia (en mi caso desde la arquitectura) estamos trabajando en la misma dirección para crear un nuevo modelo de residencias. Para mí, este libro es la confirmación de que todo lo que estamos haciendo va en el camino correcto y por eso valoro especialmente su contenido, pues desde una concepción holística de las necesidades de las personas mayores, explica con todo detalle el proceso que nos ha llevado al nuevo modelo, tanto desde el punto de vista de la estructura física como, entrando con mucho detalle, en cómo debe organizarse el personal y los sistema de atención, control, etc..
Es reconfortante leer todo el proceso que justifica la necesidad del cambio de modelo que se está produciendo en las residencias. Este libro se publica en 2021 y, por tanto, es un reflejo de las evidencias científicas del trabajo de Pilar Rodriguez, todo un referente en el sector. Coincidimos en el tiempo en que nosotros, a partir de los viajes que organiza Josep de Martí desde Inforesidencias.com hemos trabajado y propuesto en relación a este nuevo modelo de residencias. Recuerdo el impacto que me produjo el primer viaje en junio de 2016 a Estocolmo. En ese viaje vi por primera vez el modelo nórdico de residencias absolutamente alejado de lo que había vivido en Catalunya años antes como inspector del departamento de Bienestar Social de la Generalitat de Catalunya y posteriormente como arquitecto especializado en residencias.
Más allá de la coincidencia en el modelo que se expone en el libro en relación con el trabajo que hemos desarrollado desde 2016 en BTA Arquitectura, lo realmente especial del libro es la capacidad que tiene de convertir todas esas ideas en un manual que abarca todos los aspectos de la atención. Para empezar, destaca lo aprendido también en los países nórdicos que son fuente de conocimiento para todos los que nos dedicamos de una u otra manera a la atención de los mayores dependientes. Pilar Rodríguez destaca 3 aspectos cruciales que son: Que la atención social debe estar integrada con la sanitaria, que se debe favorecer la atención domiciliaria y que el modelo de residencia se debe revisar hasta convertirlo en un hogar para evitar los efectos adversos de la institución sobre las personas.
En este sentido, Rodriguez nos cita a Erving Goffman, que describe el concepto de “institución total” en referencia a aquel lugar donde residen grupos de personas separados de la sociedad que comparten una situación común durante parte de su vida en régimen cerrado y formalmente administrado. Me parece una definición horrible pero que desgraciadamente se parece mucho a la realidad de algunas de las residencias actuales que todavía no han dado el giro al modelo de unidades de convivencia.
En el libro también se desarrolla los cambios sociales que se están dando en España y también en Europa en relación con el aumento de la esperanza de vida y el cambio de la pirámide de edad. Esta situación genera gran parte de las tres lacras de las personas mayores, la soledad, el aburrimiento y el sentido de inutilidad. En Europa casi el 50% de las personas mayores de 65 años viven solas y aunque en España esto solo representa el 23%, con las tasas de natalidad actuales y la precariedad laboral, me inclino a pensar que pronto alcanzaremos el porcentaje europeo.
Lógicamente me ha gustado mucho todas las explicaciones relacionadas con la parte arquitectónica, pero lo que lo hace único es que, bajo el mismo prisma de la AICP, abarca todos los aspectos necesarios para que las residencias se conviertan en verdaderos hogares para las personas que en ellas habiten. Todo parte de una máxima de Atul Gawande en relación con la vejez y la imposibilidad de mantenerse siempre joven: “Consiste en hacer posible el bienestar, que tiene mucho que ver con las razones por las que uno desea estar vivo”.
En este sentido, siempre hemos mantenido que las residencias y los cuidados que en ellas se dan deben servir para añadir vida a los años en lugar de añadir años a la vida. Se demuestra, pues, que las unidades de convivencia permiten a las personas mayores mejorar significativamente su calidad de vida, mejoran su estado emocional, tiene un mayor grado de satisfacción con los apoyos que reciben puesto que permiten un aumento del protagonismo e implicación de la persona en sus planes de atención lo que hace que requieran menos apoyos AVD e incrementan sus interacciones sociales con una reducción de la sintomatología psicótica y depresiva.
Como podéis ver, es un libro imprescindible que debe estar en la cabecera de todos los que, desde la disciplina que sea, quieren mejor la vida de las personas mayores. Desde aquí, muchas gracias Pilar Rodriguez, por sintetizar con argumentos y evidencias científicas como queremos que sean las residencias en este magnífico libro.
Marc Trepat Carbonell, arquitecto
B\TA Arquitectura