dependencia.info

Cómo han cambiado los precios de las residencias estos últimos 25 años

Por Josep de Martí
lunes 12 de mayo de 2025, 21:40h
Josep de Martí, fundador de Inforesidencias.
Ampliar
Josep de Martí, fundador de Inforesidencias. (Foto: JC/Dependencia.info)

Especial 25 aniversario Inforesidencias.com

¿Cómo ha variado el precio de las residencias de personas mayores privadas en España durante 25 años? Han subido y quien más se ha beneficiado es Hacienda

Este informe quiere entrar en cómo han evolucionado los precios de las residencias de personas mayores privadas en España, concretamente, aquellas plazas que pagan íntegramente los propios usuarios y sus familiares. No entra en valorar las plazas públicas o de concierto.

A partir de 2005 el portal Inforesidencias ha elaborado informes de precios de plazas privadas en residencias en España. Los datos anteriores a esta fecha son más difíciles de encontrar aunque pueden deducirse de informaciones parciales y de medios de comunicación.

1.- Evolución del Precio

El precio medio de una plaza residencial privada para mayores en España era aproximadamente de entre 185 (fuente: inforesidencias.com) y 1.260 € (Fuente: El Pais) al mes en el año 2000 y ha subido hasta unos 2.041 € al mes en 2024-2025​ (fuente: inforesidencias.com).

Esto supone un aumento nominal de alrededor de 781 € mensuales en el período, un incremento aproximado del 60% en 25 años. En la siguiente tabla se compara el precio medio mensual inicial y final, con su variación porcentual:

Precio medio mensual residencia privada

Incremento 2000-2025

2000

(aprox.) 1.260€

-

2025

2.041€

62%

Este crecimiento ha sido paulatino y no lineal. Por ejemplo, en 2007 el precio medio rondaba ya los 1.550 €/mes, y en 2009 unos 1.775 €/mes​ (fuente: inforesidencias.com). Hubo años de relativa estabilidad e incluso ligeras bajadas en términos reales (ej. entre 2014 y 2017 el precio medio pasó de 1.830 € a 1.778 € (fuente: inforesidencias.com).

En conjunto, sin embargo, la tendencia de dos décadas ha sido al alza, con un encarecimiento significativo, aunque moderado en términos porcentuales ( aprox. 60%). Este incremento del 60% contrasta con la percepción de encarecimiento desmesurado, pues, como veremos, se alinea aproximadamente con la inflación acumulada, lo que sugiere que el sector no ha impuesto subidas muy por encima del coste de la vida general.

2.- Comparación con la Inflación

Para contextualizar ese aumento de precios, es necesario compararlo con la evolución del Índice de Precios de Consumo (IPC). Según los datos oficiales del INE, la inflación acumulada en España entre 2000 y 2025ha sido del orden del 70–75% en total​ (Fuente: dineroeneltiempo.com). Esto significa que, en promedio, los precios de bienes y servicios en España son aproximadamente un 70% más altos en 2025 que a comienzos de 2000. En otras palabras, 1 € en el año 2000 equivale a cerca de 1,75 € en 2025 en cuanto a poder adquisitivo​ (Fuentes: dineroeneltiempo.com y​ dineroeneltiempo.com).

Si comparamos esta inflación con el +60% de aumento en el precio de las residencias, observamos que el coste de las residencias privadas ha crecido ligeramente por debajo de la inflación general. De hecho, si el precio de 1.260 € en 2000 simplemente hubiese seguido el IPC, en 2025 equivaldría a unos 2.200 € mensuales, aproximadamente (75% de aumento) – por encima de los aprox. 2.041 € actuales. La realidad es que el precio medio en 2024/25 (2.041 €) es inferior a esa cifra teórica, lo que indica una contención relativa: en términos reales (descontando inflación) el precio medio de las residencias no ha subido, e incluso ha caído levemente.

Estudios de Inforesidencias señalan que en la última década los precios han permanecido muy estables en términos reales, creciendo en torno al 1% anual por debajo de la inflación​(Fuentes: inforesidencias.com e inforesidencias.com). En resumen, el aumento del Aprox. 60% en los precios de residencias entre 2000 y 2025 es comparable –e incluso inferior– al aumento general de los precios en España en ese periodo. Esto sugiere que el sector de residencias no ha sido especialmente inflacionista frente al promedio de la economía.

3.- Impacto del IVA

Una parte importante del coste que afrontan los usuarios es impositivo. En el año 2000 las residencias de ancianos privadas estaban sujetas al IVA reducido del 7%, mientras que en 2025 se les aplica el IVA del 10%, debido a las modificaciones fiscales introducidas en 2010 y 2012 (cuando el tipo reducido pasó del 7% al 8%, y luego al 10%)​ (Fuente: rtve.es). Esto significa que Hacienda recauda hoy una proporción mayor por cada plaza residencial que hace 25 años.

Considerando el precio medio mencionado, en el año 2000 el Estado ingresaba unos 88 € al mes en impuestos por una plaza (7% de 1.260 €), mientras que en 2025 recauda unos 204 € al mes por plaza (10% de 2.041 €). La tabla siguiente resume esta evolución de la carga fiscal:

Precio medio mensual

Tipo de IVA

Recaudación mensual

2000

1.260 €

7%

Aprox. 88 €

2025

2.041 €

10%

Aprox. 204 €

Como se observa, el precio antes de impuestos subió aprox. 60%, pero la “carga fiscal” (IVA) por plaza aumentó en torno a un 132% en el mismo periodo. Esto se debe tanto al incremento del precio base como, especialmente, a la subida del tipo impositivo. En otras palabras, Hacienda obtiene hoy más del doble de ingresos por cada plaza de residencia privada que en el año 2000, pasando de 88 € a 204 € (estimaciones según precio medio) mensuales recaudados por plaza.

Cabe destacar que, si el IVA se hubiera mantenido en el 7%, el impuesto sobre 2.041 € sería hoy de unos 143 €; la diferencia hasta 204 € se explica por la subida del tipo al 10%. Es decir, una parte sustancial del encarecimiento total para el consumidor proviene del aumento impositivo y no del margen del sector. Este dato pone de manifiesto cómo el Esto quiere decir que el Estado ha incrementado significativamente sus ingresos asociados a las residencias privadas durante este periodo​.

4.- Impacto en los Consumidores

El notable aumento de los precios de las residencias, incluso habiendo ido parejo a la inflación, ha repercutido en las familias y en los mayores en términos absolutos, dado el alto coste mensual que suponen estos centros. A comienzos de los 2000, pagar alrededor de 1.200–1.300 € al mes ya era un esfuerzo considerable para muchas familias. En 2025, afrontar un coste medio en torno a 2.000 € mensuales supone un desafío aún mayor, máxime si consideramos la situación de ingresos de las personas mayores.

Para ponerlo en perspectiva, la pensión media de jubilación en España en 2024 es de unos 1.443 € mensuales​​ (Fuente: inforesidencias.com). Esto significa que, de media, un jubilado no puede cubrir con su pensión el coste íntegro de una residencia privada, que ronda 2.041 €/mes, en ninguna provincia de España salvo casos excepcionales​​ (Fuente: inforesidencias.com).

Con la pensión solo se cubre aproximadamente el 70% del precio, por lo que el resto debe provenir de otras fuentes. Efectivamente, según datos de Inforesidencias, el 67% de las personas que buscan plaza indican que no pueden pagar más de 2.000 € al mes​ ​ (Fuente: inforesidencias.com), lo que evidencia que la mayoría de las familias tienen una capacidad económica inferior al coste medio de las residencias privadas.

Las consecuencias son claras: muchos mayores y sus familias deben recurrir a complementos financieros para afrontar estas cuotas. Entre las estrategias habituales están la ayuda de los hijos/familiares, las ayudas públicas (por ejemplo, prestaciones de la Ley de Dependencia o el “cheque servicio” en algunas CCAA para plazas privadas acreditadas), o utilizar el patrimonio – por ejemplo, rentas de alquiler o la venta de su vivienda en propiedad – para financiar la estancia​ (Fuente: inforesidencias.com). Aquellos que no logran cubrir el coste pueden optar a plazas públicas o concertadas (que tienen tarifas reguladas más bajas), pero enfrentan largas listas de espera dada la alta demanda y la insuficiente oferta pública.

En resumen, el alza de precios ha tensionado el poder adquisitivo de los usuarios, haciendo que una plaza residencial privada quede fuera del alcance de muchos mayores sin apoyo adicional. El esfuerzo económico relativo puede haberse mantenido similar (ya que pensiones y precios han subido a ritmos comparables), pero el desembolso absoluto en euros es hoy mucho mayor, y ello obliga a las familias a reorganizar sus finanzas para afrontar un gasto que ronda los 24.000 € anuales por persona. La accesibilidad económica a las residencias privadas se ha convertido en un tema crítico, directamente relacionado con este incremento de precios e impuestos.

El efecto de la subida de precios y fiscalidad se ha visto compensado en parte por el crecimiento considerable en los últimos años, especialmente a partir de la entrada en vigor de la Ley de Dependencia, de plazas en residencias que reciben algún tipo de financiación pública por lo que tienen un IVA inexistente (plazas públicas gestionadas por la propia administración o mediante sistemas de gestión privada de residencia pública) o uno reducido del 4% cuando se trata de plazas concertadas o, con algunas limitaciones, de Prestación Económica Vinculada. Esta evolución será objeto de otro informe de los que elaboraremos conmemorando los 25 años de Inforesidencias.com

5.- Conclusiones

Del análisis de la evolución 2000–2025 se desprenden varias conclusiones importantes. En primer lugar, el aumento del precio “real” de las residencias privadas ha sido moderado, prácticamente en línea con la inflación general. En términos inflacionistas, los centros geriátricos no han encarecido sus servicios por encima del coste de la vida; de hecho, en ciertos intervalos han ajustado precios por debajo de la inflación​ (Fuentes: inforesidencias.come inforesidencias.com), lo que sugiere que gran parte de las subidas respondieron a mayores costes operativos (salarios, alimentación, energía, etc.) más que a un incremento de márgenes empresariales. El sector, por tanto, no puede considerarse el principal “beneficiado” de estas subidas, ya que su precio neto apenas ha ganado poder adquisitivo en 25 años.

En contraste, Hacienda sí ha resultado beneficiada de forma notable. El Estado, a través del IVA, obtiene hoy proporcionalmente más ingresos por cada plaza que en el año 2000, gracias a la combinación del aumento de precios y, sobre todo, a la subida del tipo impositivo del 7% al 10%​ (Fuente: rtve.es). La recaudación fiscal por plaza ha crecido alrededor de un 132%, muy por encima del aumento del precio base del servicio (60%).

En otras palabras, una parte creciente del pago de las familias a la residencia termina en las arcas públicas. Quien más ha visto aumentar su “porción” en la factura de la residencia es Hacienda, duplicando con creces sus ingresos por IVA en cada plaza.

¿Y las familias y personas mayores? Desafortunadamente, cuando hablamos de residencias privadas pagadas por los propios usuarios no pueden considerarse ganadores en este escenario. Siguen destinando una porción muy alta de sus ingresos (cuando no la totalidad y más) a costear estos servicios. Si bien el esfuerzo relativo podría asemejarse al de hace 25 años (proporcional a rentas/pensiones), el esfuerzo absoluto –medido en euros constantes– ha crecido, y muchas familias deben ahora aportar cantidades considerables o buscar apoyo externo para complementar la pensión del mayor.

En síntesis, el gran beneficiado de estos cambios ha sido el Fisco, mientras que los usuarios soportan un coste elevado y el sector mantiene estrechos márgenes realistas. Las residencias privadas han visto incrementos moderados en sus tarifas (absorbiendo parte de los mayores costes sin trasladarlo todo al usuario final), Hacienda ha multiplicado su recaudación, y los mayores pagan más euros que antes, viéndose obligados a depender de ayudas para asumir el coste.

En vista de todo ello, queda patente la importancia de establecer un equilibrio justo: por un lado, precios razonables que permitan la viabilidad de las residencias con la calidad adecuada; por otro, mecanismos de apoyo a las familias para mejorar la accesibilidad económica (ya sea vía plazas públicas suficientes, cheques o desgravaciones); y finalmente, una reflexión sobre la carga fiscal, que hoy representa una porción considerable del coste total.

A la luz de estos datos, la subida del IVA ha contribuido a engrosar las arcas públicas en mucha mayor medida que lo que han subido realmente los precios de las residencias – un aspecto que merece ser tenido en cuenta en las políticas fiscales y sociales relacionadas con la atención a los más mayores de nuestra sociedad. O sea, la Administración Tributaria ha visto crecer sus ingresos a un ritmo más acelerado que el propio precio de las residencias, cargando en el consumidor final un aumento impositivo superior al del servicio en sí.

Elaborado por el equipo de redacción de Inforesidencias.com coordinado por Josep de Martí Vallés, utilizando como ayuda herramientas de Inteligencia Artificial como Chat GPT o Gemini.

Autor del texto Josep de Martí Vallés. Jurista y Gerontólogo. Fundador de Inforesidencias.

Síguele el Linkedin: https://www.linkedin.com/mynetwork/discovery-see-all/?usecase=PEOPLE_FOLLOWS&followMember=josep-de-marti-valles

Valora esta noticia
5
(1 votos)
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios