Cada vez que alguna entidad nos pide a impartir formación sobre el sector sociosanitario, nos gusta empezar con una reflexión de Philip Kotler, considerado el padre moderno del marketing, sobre la que queremos profundizar:
- Necesidades; son las carencias básicas que tienen las personas.
- Deseos; de algo específico, en función de cada persona, de sus gustos, y de sus circunstancias, que pueda satisfacer estas necesidades básicas.
- Demandas; de un producto-servicio concreto en función de una capacidad adquisitiva determinada
Aplicado a nuestro sector, la necesidad básica que tienen las familias es la de atención integral a las personas dependientes. El deseo mayoritario de la población, expresado siempre que se pregunta, es el de ser cuidado en casa; y la demanda puede ser de servicios para el hogar, o el ingreso en una residencia.
Por otra parte, en este sector, la demanda está condicionada, y mucho, por la "oferta" pública de prestaciones y servicios al amparo de la Ley de Dependencia. Hay tres comunidades, Andalucía, La Rioja, y Galicia, que hacen una apuesta más seria por ofrecer a las personas dependientes servicios profesionales a domicilio. Aún así, estos cuidados son insuficientes para personas con grados II y III y han de ser complementados por la familia, o por otras figuras, la más habitual el servicio doméstico.
Porque hay que recordar que el mantenimiento en el hogar, con unos servicios profesionales que garanticen una atención de calidad, 24 horas/día, es un modelo de atención, por su coste, al alcance de muy pocos.
Por el contrario, hay ocho comunidades en las que la mayoría de la población dependiente recibe una prestación económica para cuidados en el entorno familiar; es el caso de Baleares (75%), Comunidad Valenciana (68%), Navarra (62%/, Murcia (62%), País Vasco y Cataluña (52%), y Cantabria y Aragón (51%).
Con esta prestación, que va de media desde los 139,9 a los 335,7 euros/mes, la familia tiene un pequeño colchón económico para sobrellevar los cuidados, y en algunos casos, dispone de un dinero que emplea para pagar un servicio doméstico en régimen externo o interno, y no siempre con contrato.
Nuestro buen amigo Fernando Fantova, describe la actual situación como una evolución del Modelo PATRIARCAL a un Modelo COLONIAL de cuidados; es decir, hemos pasado de que sea la mujer-hija, en singular y femenino, la que se encarga del cuidado de la persona dependiente, a que lo haga otra mujer, inmigrante habitualmente, sin formación, a la que encomendamos esta tarea, en un marco laboral más barato y precario, el servicio doméstico.
Es preocupante que las comunidades mencionadas entiendan que la mejor solución que se puede ofrecer a una persona dependiente desde la administración es una ayuda económica para mantener el modelo PATRIARCAL, o para avanzar en un modelo COLONIAL. Podemos decorarlo hablando de DESINSTITUCIONALIZACION, o de DEMANDA de las familias, pero todos sabemos que se apuesta por este modelo porque es mucho más barato.
Y mientras tanto, a seguir demonizando la atención residencial. Vamos bien.
Aitor Pérez Artetxe es socio director de Gerokon