Cada vez hay más personas mayores y cada vez éstas son más diversas y con capacidad para tomar sus propias decisiones. Dentro de éstas está la de cómo se quiere vivir. Durante mucho tiempo, cuando alcanzabas una edad, no existían opciones alternativas a vivir en tu propia casa, ir a vivir con algún familiar o hacerlo en una residencia.
En Europa conceptos como el co-housing, coliving, viviendas colaborativas, viviendas intergeneracionales, surgieron en los años setenta como algo puramente anecdótico, la primera comunidad de “covivienda”, Sttedammen [1], fue construida en 1972 para 27 familias, cerca de Copenhague, por un arquitecto y un psicólogo danés. Habían sido influenciados por el artículo de Bodil Graae de 1967, "Todo niño debería tener 100 padres" [2].
La idea de de co-vivienda para personas mayores (co-housing senior, en danés "ældrebofællesskaber") surgió en 1987 en Copenhague cuandonueve mujeres mayores solteras tuvieron la idea de crear una comunidad entre ellas en la que se generase un vínculo que podría reducir la soledad y el aburrimiento en la vejez. En la década de 1990 el concepto empezó a extenderse y hoy en día hay en Dinamarca alrededor de 250 viviendas compartidas para personas mayores en las que conviven más de 6.000 personas [3], dos de cada tres mujeres. Dado que no existe una definición oficial de senior co-housing, el antropólogo danés Max Pedersen las ha definido como comunidades que reúnen tres factores: debe haber un espacio común además de las viviendas de cada persona, los residentes deben tener una junta o comité de residentes constituyebndo una unidad social independiente, y por último, debe existir una edad mínima para los residentes, o una alternativa a la regla de no tener niños viviendo en casa [4].
(Más sobre senior cohousing en Dinamarca)
Sabiendo que se trata de una forma de vida que va en auge y que fomenta valores como la solidaridad, la conservación del medio ambiente y la economía no especulativa, la pregunta es clara ¿Debería la administración apoyar estas iniciativas? Y si de piensa que sí ¿Cómo debería hacerlo?
Al respecto, en Alemania, un país donde el cohousing senior está implandado, se ha planteado en un interesante artículo de investigación German co-housing: an opportunity for municipalities to foster socially inclusive urban development? Christiane Droste Journal of Urban Research & Practice, volume 8, issue 1 (March 2015) pp. 79–92
En él, centrándose en el papel de los ayunatmientos se indica que hay tres formas en que los municipios pueden apoyar la co-vivienda:
- Promover directamente iniciativas de cohousing.
- Encargar a socios externos nuevos proyectos en una asociación público-privada.
- Alentar a inversores y promotores privados incluyendo esta figura en el planeamiento urbanístico.
En Alemania y existe un ecosistema de fundaciones y posibles inversores o facilitadores de financiación como Mietshäuser-Syndikat [5] (Sindicato de Casas de Alquiler) que pueden brindar apoyo a los promotores de los proyectos, mientras que algunos Länder, como Hamburgo, Renania del Norte-Westfalia y Berlín, han establecido estructuras de apoyo independientes. La facilitación suele adoptar la forma de subsidios estatales o municipales para permitir que los proyectos de co-vivienda incluyan instalaciones sociales o culturales que también sirvan al vecindario en general. El programa NRW "Proyectos de construcción que rompen el camino" (2014-2017), que requiere, por ejemplo, centros de atención para familias o personas mayores, es un ejemplo.
Las cooperativas de vivienda Selbstbau e.G en Berlín proporcionan una combinación de viviendas sociales y de precio libre, basándose en la "Ley de participación en la vivienda" (Wohnteilhabegesetz).
Algunas regiones y municipios brindan apoyo interdepartamental para proyectos de co-vivienda, ofreciendo tanto subsidios de construcción como beneficios individuales a los residentes. En el Land de Renania Norte Westfalia se ofrece ayuda a las pequeñas cooperativas de vivienda incipientes garantizando préstamos de capital inicial, si al menos el 50% de los miembros/futuros inquilinos son elegibles para viviendas sociales.
Algunos municipios pagan el anticipo inicial de la membresía cooperativa para los beneficiarios de beneficios sociales.
Hay, pues varias formas de apoyar la integración: Los municipios pueden arrendar terrenos o edificios a comunidades de co-vivienda en lugar de venderlos directamente, lo que reduce la carga financiera de los proyectos, especialmente durante la fase inicial, al igual que los esquemas de alquiler con opción a compra. Las organizaciones privadas también pueden ayudar.
En Dinamarca una a organización de consumidores 'Boligtrivsel i centrum', ya desaparecida, jugó un papel importante en el desarrollo de comunidades de viviendas compartidas para personas mayores en la década de 1990. La organización recibió una asignación anual por parte del Ministerio de Vivienda, pero además de eso las comunidades de cohousing para personas mayores han jugado un papel muy pequeño en la política nacional danesa.
La implicación política local es más profunda ya que muchos municipios han apoyado la construcción de comunidades de viviendas compartidas para personas mayores subvencionadas. Esta, sin embargo, no ha sido la norma y muchos municipios se han negado a apoyar tales proyectos porque las personas mayores que buscan estas comunidades a menudo tienen ventajas socioeconómicas, gozan de buena salud y proceden de viviendas de propiedad privada (Pedersen 2015: 130).
Se plantea así un problema importante que es el económico.
¿Deben los poderes públicos apoyar los cohousing seniors con independencia de la capacidad económica de las personas que vayan a vivir en ellos? O dicho de otra forma ¿Debe depender lo relativo a cohousing senior del departamento de vivienda o de servicios sociales?
La respuesta a esta pregunta ha hecho que en algunos países se vea como algo a tratar desde un ámbito interdepartamental.
En España todavía estamos en una fase bastante preliminar.
[1] http://www.xn--sttedammen-d6a.dk/
[2] http://oldsite.cohousing.org/node/1537 Articulo de la Asociación Estadounidense de Cohousing.
[3] http://fi.opasnet.org/fi-opwiki/images/9/9e/Denmark_-_Case_1_-_%C3%86ldrebof%C3%A6llesskaber_Oldekoller.pdf
[4] Pedersen, M. (2015): Senior co-housing Communities in Denmark. Journal of Housing for the Elderly, Routledge. Pedersen, M.: Værd at vide om senior bofællesskaber. http://seniorboligen.dk/2013/11/22/gratis-pjece/
[5] https://www.syndikat.org/es/el-combinado-empresarial/