El traspaso a manos forales se hará de forma progresiva y empezará con cuatro geriátricos en 2017.
La Diputación, a través del organismo Kabia, asumirá la gestión de las 12 residencias municipales para personas mayores de forma progresiva de aquí a 2019 en un plan presentado por el diputado general, Markel Olano; y la diputada de Políticas Sociales, y la directora de Organismos Públicos, Elena Basagoitia, según informa el Diario Vasco.
El calendario contempla arrancar con ese proceso de integración el próximo año con las residencias de Andoain, Bergara, Ordizia y Lasarte-Oria. En 2018 pasarían a la red de Kabia otros cuatro centros (Oñati, Tolosa, Arrasate y Errenteria); y por último en 2019 se asumirá la gestión de las residencias de Pasaia, Irun, Eibar y Hernani. Estos 12 centros se sumarán así a los cuatro que ya fueron trasvasados desde los ayuntamientos (Azkoitia, Elgoibar, Villabona y Zumaia), por lo que se completaría el plan, en cumplimiento de la Ley vasca de Servicios Sociales que marca claramente las competencias de cada institución en la oferta de servicios sociales y del compromiso adquirido en la Juntas Generales. En el caso de la atención en residencias para personas mayores, le corresponde a la Diputación ese trabajo y no a los ayuntamientos, que llevan años asumiendo esa carga sin que les corresponda.
Según el plan presentado este martes, Kabia pasará a estar integrado en 2019 por 16 residencias, frente a las 4 actuales; las plazas serán 1.505 y la plantilla de 299 personas más 949 de empresas subcontratadas.
Una de las mayores "dificultades" del proceso de convergencia, pactado con las residencias y los ayuntamientos, han subrayado Olano y Peña, han sido precisamente las divergencias en las condiciones laborales de los trabajadores. Cada residencia municipal ha funcionado de manera independiente, "cada una con unos padres y madres", ha señalado el diputado general. Lo que se ha consensuado en estos meses de trabajo ha sido cómo integrarlas en un único modelo de atención, el que ofrece Kabia, con el objetivo final de "fortalecer la atención a las personas mayores y mejorar la calidad de la atención".
Los representantes forales han explicado que la integración de los trabajadores se hará "respetando sus mismas condiciones laborales actuales" y que no habrá una equiparación salarial.
La integración de las residencias municipales en Kabia tendrá un impacto económico de 115 millones de euros de aquí a 2019, y supondrá en la práctica un gasto extra de 7 millones de euros al año para las arcas forales respecto a lo que ya está pagando por la concertación de esas plazas.