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Cohousing Senior: genial, pero ¿con qué cimientos?

Por Cristina Cuesta Lerín
martes 18 de junio de 2019, 12:10h
Cristina Cuesta Lerín, fundadora de Cohousing Spain
Cristina Cuesta Lerín, fundadora de Cohousing Spain

Cohousing (covivienda, o vivienda colaborativa) es una definición global para una forma de vivir apoyados y socialmente activos en comunidades intencionales auto-gestionadas.

Esto implica obtener grandes beneficios, pero también compartir trabajo, responsabilidad y compromisos. No todos los mayores estarán interesados en ser parte activa del proceso de crear una comunidad cohousing, vivir como parte de un grupo ó con otra gente mayor. Muchos preferirían no reconocer la realidad del envejecimiento y la dependencia, que tiene un modo sigiloso y rápido de acercarse, y muchos estarán poco dispuestos a salir de su casa hasta no verse forzados por una crisis.

Hay un descontento por la gama limitada de opciones para las personas mayores, y por la percepción pública de la necesidad de proveer de alojamientos especializados de cuidados y bienestar, acompañados a menudo por altas dosis de edadismo y paternalismo, en lugar de facilitar la elección entre diferentes opciones de modo de vivir y de recibir los cuidados, que contribuya a que los mayores sean felices y se sientan estimulados.

Sin embargo, la soledad es endémica y preocupante, y genera una enorme demanda sobre la salud y los cuidados. Esto implica una necesidad apremiante de incrementar las acciones preventivas con planificación y participación de sus usuarios potenciales, de forma que construya capacidades y fomente el crecimiento orgánico de un sentido de comunidad a la vez que se desarrollan o adecúan los entornos, edificios y servicios necesarios.

Estos procesos de reequilibrio, reorientación y reinvención son un gran desafío, tanto para los responsables de las políticas y de las instituciones, como para el conjunto de la sociedad. No estamos acostumbrados a tender la mano el uno al otro, a confiar en el vecino, o en profesionales que generen actividades sociales y de conexión. Se necesitan ajustes colectivos y un cambio significativo de dirección y nuevas ideas en el ámbito de la salud, la asistencia social, el abordaje de la soledad, de la vivienda adecuada y la sostenibilidad.

El Cohousing es una manera de resolver el aislamiento que experimenta mucha gente, y recupera el apoyo de la vecindad perdido. Las personas interesadas en estos proyectos son muy diferentes como individuos, pero unidas en el deseo de evitar la soledad y de ser responsables de sus propias vidas. Los tiempos están cambiando en relación con la autonomía de las personas mayores. Preguntando a miembros de cohousing sobre qué valoran más de esta forma de vida, la respuesta es que viven en una comunidad activa donde conocen y pueden confiar en sus vecinos, y alguien notaría si no aparezco un día.

El alto perfil de las personas involucradas en este tipo de comunidades y las actividades crecientes en torno a este tema en España ha estimulado un reconocimiento de las ventajas del cohousing para la gente mayor, al evidenciar que existen alternativas mejores a la oferta actual en nuestra sociedad. Las entrevistas y reportajes han incitado a centenares de visitantes a ponerse en contacto con ellos buscando conocer, reproducir el modelo o buscar un puesto en la lista de espera. Este interés en cohousing es reflejo de la cambiante demanda de las nuevas generaciones de personas mayores que quieren definir cómo quieren vivir.

La experiencia de los proyectos existentes ha sido una lucha dura y larga, y no todas las personas mayores querrán asumir un papel de promotor y gestor directo en las diferentes fases de desarrollo del proyecto y de la convivencia.

Pero existen otras vías de desarrollo de vivienda colaborativa que no requieren construir un edificio ó residencial desde cero. Se puede realizar en edificios existentes que se reacondicionan para un grupo de auto-gestión, o a través de modelos de co-creación comunitaria donde se introduce a los residentes teniendo en cuenta sus aportaciones en la definición, desarrollo y gestión posterior de un proyecto, sea público, privado ó mixto.

Construir una comunidad eficaz tampoco significa necesariamente un período larguísimo. Se puede optimizar el tiempo y el esfuerzo con la co-producción, es decir, trabajando de la mano con profesionales multidisciplinares. Su esencia es que los profesionales orientan, escuchan y trabajan con el grupo, consensuando el grado de decisión. La co-producción no significa por tanto demoras y costes adicionales. Al contrario, puede añadir un valor más allá de consideraciones económicas. Algunas experiencias resaltan que el proceso de colaboración entre profesionales, grupo y contratistas no añaden tiempo o costes a la entrega estándar de las viviendas, y disipan el mito de la pérdida de autonomía cuando se da un co-desarrollo comunitario dirigido. Han aprendido que es una relación donde todos ganan, que es necesaria una verdadera disciplina en la relación con los profesionales, y que es mejor participar como cliente eficiente e inteligente que tratar de hacerlo todo por tu cuenta. Además, participar en el desarrollo beneficia individualmente y refuerza al grupo, porque cada uno obtendrá una poderosa inversión en un nuevo hogar a su gusto, y un fuerte sentimiento de eficacia colectiva en haber ayudado a lograr satisfacer las necesidades del grupo. También los miembros del grupo ofrecen interesantes aprendizajes y recursos a los profesionales.

El Cohousing Senior sin duda podría ser mucho más fácil de lograr si los planificadores de vivienda y servicios sociales estuviesen más acostumbrados a escuchar y a trabajar creativamente junto con las personas de edad y los profesionales en el diseño de soluciones adecuadas a sus necesidades sociales y de vivienda. Por ejemplo, se pueden aprovechar infraestructuras existentes como las residencias para anexionar comunidades de cohousing y compartir sinergias y servicios, especialmente para evitar la despoblación en el entorno rural.

En otros países, las personas que persiguen el modelo de vivienda colaborativa han podido recurrir a una infraestructura amplia y cultura de apoyo para las iniciativas en materia de desarrollo y construcción de la comunidad y del proyecto: apoyo de las políticas, de las autoridades locales, del tejido asociativo, de promotores de viviendas, de servicios profesionales…

España carece de una infraestructura similar, falta una acción coordinada y desarrollo de políticas de soporte para un movimiento creciente y vigoroso. Los proveedores de hogar y cuidados (públicos y privados) necesitan incorporar valores modernos. Deberían desarrollar un acercamiento más empático y multidisciplinar imaginando lo que ellos desearían para su propia vejez.

Es necesario un cambio de cultura. Las personas mayores deben ser reconocidas como autónomas y agentes poderosos para su propio futuro. Deben saber que otra forma de vida es posible y que ellos pueden ayudar, impulsando a los Ayuntamientos y Gobiernos a reconocer el amplio valor social de las comunidades Cohousing (sean senior, intergeneracionales ó de integración) para que empleen sus poderes facilitando su desarrollo.

Conclusión

La combinación de autonomía personal y sentido de la comunidad en entornos saludables, seguros y cordiales favorece que las personas sean más felices, activas y sanas, y por tanto, demandarán menos asistencia a nivel de salud y servicios sociales.

El cuidado profesional es necesario para sobrevivir, pero lo que la gran mayoría necesita es la ayuda diaria y el contacto humano que ni el Estado ni el mercado pueden proporcionar, pero sí facilitar.

Las personas que quieren desarrollar su propia comunidad cohousing ya pueden contar con la esperanza de que otros lo han conseguido, y que cada vez hay más conocimiento y recursos, por lo que será más fácil alcanzar su sueño y cosechar las recompensas, que son muchas.

Ojalá se animen las Administraciones a tomar la iniciativa desarrollando también proyectos de este tipo desde los servicios públicos, además de proveer de políticas y normativas favorables que destilen sentido común y adaptabilidad.

Cristina Cuesta Lerín. Fundadora de Cohousing Spain

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