La actividad física se asocia con beneficios significativos en la salud cerebral, destacando su importancia en la prevención de demencia en personas mayores.
Este proyecto busca identificar a personas con alto riesgo de desarrollar la enfermedad antes de que se manifiesten los síntomas, mejorando así las opciones de intervención temprana.
Creado por científicos de la Universidad de Vigo y en colaboración con Samsung, utiliza inteligencia artificial y pruebas cognitivas para detectar signos tempranos de deterioro cognitivo en personas mayores.
Aunque la identificación clínica sigue siendo fundamental, se están desarrollando test que incluyen análisis de sangre y neuroimagen para mejorar el diagnóstico precoz.
Esta técnica no farmacológica estimula los sentidos de manera controlada y personalizada, buscando optimizar el funcionamiento cerebral y adaptarse a diferentes grados de deterioro.
Este sistema permite una gestión centralizada y adaptabilidad a las rutinas de los residentes, mejorando la seguridad en centros con personas con deterioro cognitivo.
Expertos destacaron la importancia de integrar a las familias desde el inicio del proceso y capacitarles para los cuidados. La intervención del trabajo social es esencial para garantizar una atención centrada en la persona, mejorando su calidad de vida.