Esto implica un cambio en el enfoque del sector de la dependencia hacia la estimulación cognitiva y el bienestar mental.
En el marco del sector de la dependencia y del cuidado de personas mayores, resulta crucial prestar atención no solo al estado físico de las personas, sino también a sus capacidades mentales y al cómo perciben su propio envejecimiento. Según un estudio reciente, los españoles de entre 30 y 50 años temen más “perder la cabeza”, es decir, ver afectada su lucidez mental, que los efectos físicos del envejecimiento.
Según el artículo 'Ageing Spaniards are more afraid of cognitive decline than physical changes, survey finds' publicado por Euronews el 20 de octubre de 2025, basada en una encuesta realizada por las consultoras Alpha Research y Burson Cohn & Wolfe para la aseguradora ASISA, encuestaron a 2.000 personas de entre 30 y 50 años, y revela que:
- Siete de cada diez españoles señalan que su mayor temor ante el envejecimiento es la pérdida de facultades cognitivas, en contraposición a un 15 % que manifiesta como mayor inquietud los cambios físicos.
- Aunque el 87 % de los encuestados considera que la sociedad sigue centrada en los signos estéticos del envejecimiento, el 95 % afirma que su prioridad personal es la salud y el bienestar, no la apariencia.
- Existen diferencias geográficas: en comunidades como CastillaLa Mancha (78 %) y Aragón (75 %) el miedo al deterioro cognitivo es especialmente elevado, mientras que en otras como Cantabria o las Islas Baleares la preocupación por la estética (alrededor del 20 %) supera la media nacional.
- Alrededor del 90 % de los encuestados ha incorporado cambios en su estilo de vida orientados a “envejecer mejor”: un 54 % hace más ejercicio y un 52 % mejora su alimentación; el 63 % actúa por prevención, no por enfermedad.
- En cuanto a expectativas futuras, el 37 % de los participantes se imagina con autonomía y buena calidad de vida después de los 70 años, y el 25 % se considera saludable y activo en esa etapa. El estudio concluye que en España está cambiando el paradigma del envejecimiento, ya no se ve tanto como una pérdida, sino como una oportunidad de cuidado, bienestar y plenitud en todas las etapas de la vida.

Implicaciones para el sector de la dependencia:
Estos resultados tienen varias implicaciones para los profesionales, residencias y servicios de atención a personas mayores:
- Es necesario que los centros y servicios de atención integren programas específicos de estimulación cognitiva, vida activa y prevención del aislamiento mental, además de los de movilidad y del cuidado físico.
- A la hora de diseñar modelos de atención centrados en la persona, cabe priorizar la capacidad cognitivacomo elemento clave de autonomía y calidad de vida, tanto como lo ha sido tradicionalmente la movilidad, la nutrición o la fuerza física.
- El fuerte componente preventivo (ejercicio, alimentación, estilo de vida) que declaran los encuestados representa una oportunidad para desarrollar servicios y productos orientados al envejecimiento saludable, integrando atención domiciliaria, centros de día, residencias y tecnología al servicio del bienestar cognitivo.
- La inquietud mayor por la mente que por el cuerpo hace que la innovación tecnológica, por ejemplo, en estimulación cognitiva, telemonitorización, realidad virtual, actividades significativas, cobre aún más relevancia dentro del sector.
- En la comunicación con las personas mayores y sus familias, es importante cambiar el discurso del “mantenimiento” hacia el “desarrollo” de capacidades, promoviendo un envejecimiento activo y con sentido.
En definitiva, este estudio apunta a un cambio de paradigma: en España, al envejecer, las personas temen más perder la lucidez que las arrugas. Esta realidad exige una adaptación no solo del sector de la dependencia, sino también de la administración pública, principal financiadora del sistema, hacia una visión más amplia del bienestar en la que la mente y la autonomía sean protagonistas.
La Ley de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia, aprobada en 2006, ya incorporaba entre sus principios la prevención de las situaciones de dependencia. Sin embargo, casi dos décadas después, esta dimensión preventiva sigue siendo la gran asignatura pendiente. Tal vez este sea el momento de impulsarla definitivamente, fomentando programas de envejecimiento activo y estimulación cognitiva antes de que aparezca la dependencia.
Desde Dependencia.info invitamos a reflexionar: ¿cómo estamos transformando nuestros servicios y nuestras políticas para responder a esta nueva forma de entender el envejecimiento?
Referencias:
Euronews (2025, 20 de octubre). Ageing Spaniards are more afraid of cognitive decline than physical changes, survey finds. Recuperado de
Alpha Research & Burson Cohn & Wolfe (2025). Informe de la encuesta para ASISA. (Tratamiento de datos según artículo de Euronews).
Anna Cebrián es licenciada en Económicas, Máster en Dirección de Empresas y postgrado en dirección de servicios gerontológicos. Directora de Inforesidencias.
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