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¿Cómo mantenemos a la persona mayor en su hogar el mayor tiempo posible?

jueves 30 de mayo de 2024, 06:25h
Javier Cámara, director de Dependencia.info.
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Javier Cámara, director de Dependencia.info. (Foto: Dependencia.info)

Nadie puede oponerse a la idea expuesta este miércoles por el ministro de Derechos Sociales, Pablo Bustinduy, cuando aboga por un modelo de cuidados que mantenga a la persona mayor en su hogar el mayor tiempo posible. ¡Claro! ¿Quién quiere lo contrario? No he escuchado a nadie proponer que las personas mayores se marchen a vivir a una residencia lo antes posible.

Aunque el asunto es serio, voy a "tirar" de ironía: Yo ni siquiera quiero que me cuiden en casa. No quiero que me cuiden en ningún sitio porque no quiero tener que necesitarlo. Pero, ¡ay amigo! Las cosas nunca son como uno quiere. Está hablado y explicado: llega un momento en el que para algunas personas, IRREMEDIABLEMENTE, es necesario que le cuiden las 24 horas del día y eso no hay cuidador familiar ni economía doméstica que lo soporte.

Lo explicaba perfectamente el fundador de Inforesidencias.com, Josep de Martí, cuando decía: "Para la mayoría de los residentes, la residencia es la respuesta a una necesidad, no una elección. Yo creo que todos preferiríamos “no necesitar una residencia”. Por desgracia, para, aproximadamente el 5% de personas mayores, la opción de seguir en su domicilio es peor que la de ingresar en una residencia, por eso recurren a éstas, a pesar de ser servicios muy costosos".

La conclusión de ese mismo artículo es que, efectivamente, hacen falta más residencias y que "sea lo que sea que queramos hacer, vamos a necesitar mucho más dinero".

Decía el ministro que un nuevo modelo de cuidados a las personas mayores "es un reto de país". Al margen de la frase hecha para los titulares, creo que todo el mundo sabe perfectamente cuál es el reto de España en materia de dependencia. De hecho, se me ocurren unos cuantos desafíos los que tienen que afrontar las distintas administraciones de lo público: desde acabar con el "limbo de la dependencia" (ya saben, ese estado en el que miles de personas que, evaluado su grado de dependencia o en espera de dicha evaluación, necesitan un servicio reconocido por ley que no reciben) hasta cómo pagar todo lo que se propone.

Porque ese es el verdadero reto de este país: cómo se pagan las cosas que todos queremos. A nadie hay que explicarle que nada es gratis. El dinero no se consigue dándole a una maquinita, como sugería alguno. Decía el ministro del ramo al respecto que "va a hacer falta mucha financiación, claro, y la vamos a conseguir". ¡Ojala! Pero prorrogando los Presupuestos Generales del Estado, no, desde luego.

La cosa es bastante más sencilla de plantear que de solucionar, pero al menos no nos hagamos trampas al solitario y obviemos la realidad más evidente y presente en nuestros días. Tan agobiante como que muere una persona cada 12 minutos esperando esos servicios que se prometen y no llegan.

El análisis, por decir algo, repito, que salta a la vista, pasa por asimilar que el envejecimiento acelerado de la población, la insuficiente oferta de plazas en residencias (por eso hay listas de espera), el aumento de enfermedades crónicas y dependencias, y los beneficios en términos de calidad de vida y atención integral que queremos aportar son argumentos por sí mismos lo suficientemente sólidos como para justificar la necesidad imperiosa de aumentar la disponibilidad de residencias para personas mayores en España.

Según el INE, en su informe "Proyección de la Población de España 2020-2070", se estima que la población de 65 años o más representará el 26,5% del total para el año 2035. Por otra parte, un estudio del Observatorio de la Dependencia, incluido en su "Informe sobre la situación de la dependencia en España 2021", resalta que las personas mayores que residen en instituciones adecuadas tienen mejores resultados en términos de salud física y mental, así como mayor satisfacción con la vida en comparación con aquellas que viven solas o en entornos no adaptados.

El ministro Bustinduy no lo obvia. Es valiente al reconocer que "hacen falta residencias y van a seguir haciendo falta", pero vuelve un minuto después al discurso de la necesidad por encima de todo de una atención comunitaria a todas luces impagable. Si las administraciones "abandonan" sin atención a casi 300.000 dependientes en lista de espera, bien porque no hay plazas, ni recursos materiales ni humanos, ni dinero para pagarlo, ¿cómo queremos mantener a la persona mayor en su hogar el mayor tiempo posible?

Eso todavía no se ha explicado...

Se me ocurre, así, sin hacer un estudio pormenorizado, que para cambiar el modelo de cuidados a personas mayores para llegar al punto que quiere el Gobierno se requiere mucha, pero mucha financiación adecuada y sostenible a través de un aumento de la dotación presupuestaria; una clara profesionalización del sector, lo que requiere invertir en la formación y capacitación de los cuidadores y personal sanitario; casi como consecuencia de esto, es absolutamente necesaria una mejora de las condiciones salariales y laborales del personal de cuidados para atraer y retener profesionales cualificados en el sector; modernización de instalaciones para garantizar que las residencias sean adecuadas y seguras.

Y sigo: por supuesto, construcción de nuevas residencias por todo lo anteriormente expuesto y especialmente en zonas donde la demanda supera la oferta; adoptar un enfoque de atención centrado en la persona, que es más caro; coordinación sanitaria y social real; nuevas tecnologías para mejorar, por ejemplo, la atención a distancia y la monitorización de la salud; harán falta reformas legislativas y campañas de sensibilización.

El ministro ha prometido el cambio de modelo, como lo prometió su predecesora Belarra. ¿Lo ven factible o se quedará en los borradores porque es muy caro?

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