También pondrá en marcha una campaña en las redes sociales para que a través del hashtag #1Abuelo1Amigo.
Los residentes de los 154 centros del grupo Geriatros-SARquavitae podrán participar en el nuevo programa intergeneracional “Un abuelo, un amigo”, que ha puesto en marcha la compañía.
La iniciativa conlleva una programación periódica de actividades y encuentros que potenciarán el desarrollo de un vínculo afectivo entre los abuelos y los niños, con el objetivo de que se consolide una amistad que perdure en el tiempo y que vaya más allá de una actividad de un día. De este modo, los mayores verán favorecida su autoestima porque se sienten útiles al compartir experiencias con los más pequeños, además de favorecerles la posibilidad de establecer contacto con personas ajenas al centro. Y los más jóvenes recibirán el enriquecedor caudal de conocimientos acumulado por las generaciones precedentes.
Estos lazos de amistad entre generaciones se construirá, poco a poco, a base de visitas, cartas manuscritas, conversaciones por Skype cuando estén de vacaciones, e mails redactados con ayuda del personal de los centros, talleres de lectura, talleres de nuevas tecnologías, juegos, meriendas, actividades, etc. Igualmente, está previsto que se confeccionen e intercambien regalos en fechas señaladas como cumpleaños o navidades.
Paralelamente, Geriatros-SARquavitae pondrá en marcha una campaña en las redes sociales para que a través del hashtag #1Abuelo1Amigo residentes y niños puedan contar su experiencia y, de este modo, abrir la participación a toda la sociedad para que puedan también expresar sus emociones, sentimientos y experiencias surgidas de las relaciones intergeneracionales.
Residencias como Berra en el País Vasco e Inmaculada Concepción en Córdoba ya han sostenido varios encuentros. En el primer caso, los mayores tuvieron la oportunidad de visitar a los jóvenes de 3º de ESO de La Anunciata Ikastetxea donde charlaron de diversos temas como la educación, contrastando las oportunidades de estudio que tuvieron los residentes y la oferta educativa a la que se puede acceder en la actualidad. Por su parte, los residentes de centro SARquavitae Inmaculada Concepción realizaron una recogida de dibujos por los diferentes colegios de la localidad cordobesa que, posteriormente, expusieron en el centro.
Otro grupo de mayores que ha participado en esta iniciativa son los residentes de Geriatros Cartagena, quienes recibieron en el centro a los niños del CEIP Atalaya para enseñarles a hacer ganchillo. Posteriormente, mantuvieron un segundo encuentro para “vestir” árboles y postes con las piezas elaboradas, siguiendo la tendencia urbana que se conoce como yarn bombing.
Tanto Juana Ballester Martínez, de 75 años, como María Martínez López, de 79, ambas residentes del centro de Cartagena, aseguran que el contacto con los niños resulta muy enriquecedor porque les transmiten alegría y vitalidad. “Los niños siempre me han gustado y es maravilloso poder establecer contacto con ellos, estamos deseando volver a verlos” sostiene Juana.
Para María, compartir tiempo con los niños le hace rememorar los momentos vividos durante su infancia. “Estos chiquillos de ahora son muy espabilados, es como visitar a mis bisnietos y me gusta mucho. Yo les enseño lo que sé y ellos, me hacen recordar aquella época en la que yo fui a la escuela” aseguró.