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EL RINCON DEL DIRECTOR

Un paseo por la playa

jueves 06 de abril de 2017, 01:01h
Opina sobre este caso práctico en la gestión de residencias de mayores y envíanos lo que harías tú en esta situación.

Nota: Por favor, si alguien se siente generoso y quiere compartir una experiencia que podamos difundir como caso práctico en el Rincón del Director, que nos la envíe a info@inforesidencias.com. Estaremos encantados de difundirla.

Un paseo por la playa

Ezequiel Cañoso, de 78 años, ingresó en la residencia Las Marismas de la que eres director/a hace cinco acompañado por su mujer, Paquita, que sufre alzheimer en grado avanzado. Como él está perfectamente de salud, además de colaborar en el cuidado de su esposa, sale a diario a pasear por una playa cercana. Además se suele ofrecer para hacer pequeños recados de la residencia: tira cartas al buzón, compra el periódico de algún compañero, ha organizado una pequeña peña de la Primitiva con empleados y algún otro residente, y cosas parecidas.

Un día Ezequiel no vuelve de un paseo y, al cabo de unas horas, nos llaman de urgencias de un hospital cercano y nos dicen que lo tienen en observación, ya que un paseante lo han encontrado inconsciente en la playa. Nos piden que vayamos a recogerle. Llamamos a su hijo Azacel Cañoso y él se encarga de ir a buscarlo al hospital y traerlo de vuelta.

A su regreso vemos que padre e hijo vienen enzarzados en una discusión. Ya sin Ezequiel, Azacel nos dice que su padre no se ha muerto de milagro y que eso de las salidas se ha acabado. Que si está pagando es porque haya una vigilancia y no “para que su padre se pueda morir por cualquier esquina”. Nosotros vemos que, según el informe que trae, ha sufrido una insolación y se ha quedado momentáneamente inconsciente y, al ser ayudado por unos paseantes, estaba confuso y ha vomitado. Le decimos que, posiblemente, si nadie hubiese llamado a una ambulancia hubiese vuelto por su propio pie y todo hubiese quedado en nada.

El hijo se molesta mucho con nuestras palabras y, sacando papel y bolígrafo, escribe:

Azacel Cañoso, hijo único de Ezequiel Cañoso y Francisca Puértolas, en mi calidad de familiar responsable, indico a la dirección de la residencia Las Marismas que mis padres no están en condiciones de salir solos del centro. Doy instrucciones precisas para que no salgan solos y, si lo hacen, lo hagan acompañados por una persona de la residencia.

Hago directamente responsable a la dirección de la residencia por cualquier daño que reciban mis padres si se han incumplido mis indicaciones.

Firma y Fecha.

Al día siguiente Ezequiel está en la recepción preguntando si hay alguna carta para echar al correo y bromeando sobre la carta de su hijo: “No le hagáis caso, siempre ha sido muy tremendo. Me voy a dar un paseo por la playa”.

¿Qué harías tú?

Agradeceremos respuestas razonadas.
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