dependencia.info

Crónicas Japonesas (5): Una institución, muchos servicios… y una residencia que es más que un hogar

Visita a una institución japonesa durante un viaje geroasistencial de Inforesidencias.
Visita a una institución japonesa durante un viaje geroasistencial de Inforesidencias. (Foto: Inforesidencias.com)
Por Josep de Martí

En Japón, país donde el envejecimiento de la población no es una tendencia, sino una realidad consolidada, algunas instituciones llevan años ensayando modelos de atención que combinan tradición, innovación y una visión profundamente comunitaria. Durante el viaje geroasistencial de Inforesidencias.com, realizado en cooperación con ACRA y CEAPs, hemos visitado una de ellas, la Kyoto Fukushi Service Kyoukai, perteneciente a la Asociación de Servicios Sociales de Kioto, una entidad fundada en 1993, y que actualmente gestiona una red amplia y diversa de servicios destinados a personas mayores.

Durante la visita nos explican que su vocación es atender a las personas mayores desde una perspectiva humana, conectada al entorno y capaz de adaptarse a las necesidades cambiantes de cada individuo.

Visitamos su centro más emblemático, es Honkan (本館), que se podría traducir como “edificio principal”. Se encuentra integrado en la trama urbana de Kioto, sin vallas que lo aíslen ni carteles que lo presenten como algo aparte. Y ese detalle que nos destacan en la explicación responde a una forma de entender la atención a las personas mayores como parte del tejido social y no como un mundo aparte.

Pero llamarlo residencia se queda corto. Honkan es un complejo sociosanitario multifuncional que ofrece hasta 16 servicios diferentes, que incluyen:
 • Residencia especial para personas mayores dependientes (Tokubetsu Yōgo Rōjin Hōmu) con capacidad para 92 personas.
 • Unidad de estancia corta (Short Stay) con 10 plazas para respiro familiar o recuperación temporal.
 • Centro de día (Day Service) para 35 personas, con transporte, comidas, baño y actividades recreativas.
 • Atención domiciliaria, que cubre desde ayuda en las actividades básicas hasta cuidados más complejos.
 • Centro de Apoyo Comunitario Integral, que actúa como nodo de coordinación de servicios, asesoramiento y apoyo a familias.
 • Servicio especializado en demencias.
 • Asistencia para la vida independiente.
 • Apoyo a cuidadores familiares.
 • Formación profesional y bolsas de empleo para el sector sociosanitario.
 • Voluntariado intergeneracional, entre otros.

Este enfoque integrado tiene una lógica clara: si la vida no es una línea recta, la atención tampoco debería serlo. Los servicios no se organizan como compartimentos estancos, sino como un sistema flexible, coordinado y centrado en la persona. Esta idea se convierte en tema de conversación entre los asistentes al viaje, ya que, en comparación, parece que nuestro sistema es mucho más rígido.

¿Te interesan los viajes geroasistenciales que organiza Inforesidencias a distintos países?

Mira aquí

Además de su complejidad organizativa, el edificio transmite una sensación de calma. Sus espacios están divididos en módulos de 30 plazas que a su vez se dividen en unidades de 10 con nombres simbólicos como 「光」(luz), 「風」(viento), 「音」(sonido), 「心」(corazón) o 「花」(flor). Cada uno de estos caracteres no solo identifica una zona física, sino que evoca una dimensión del bienestar. Así, la distribución arquitectónica no responde únicamente a criterios técnicos, sino que busca generar ambientes con alma, capaces de sostener emocionalmente tanto a los residentes como al personal.

Esta forma de hacer, nos explican, tiene un nombre dentro del marco filosófico japonés: kyōdō kyōsei (共働共生), algo así como “convivencia y cooperación”. Se trata de un ideal de sociedad en el que todos los miembros: jóvenes, mayores, autónomos y dependientes, aportan algo y son tenidos en cuenta. La idea de que el cuidado no debe aislar, sino integrar. De que el envejecimiento no debe esconderse, sino compartirse.

No todo es perfecto, por supuesto. Nos hablan de serios problemas para poder cubrir vacantes, tanto por bajas como por jubilaciones. El centro se financia mediante el sistema Kaigo Hoken (Ley de Dependencia y protección Japonesa), un seguro de cuidados de larga duración japonés que muestra sus limitaciones en un país en el que el 30 % ha alcanzado los 65 años.

Lo que más sorprende, quizá, es que toda esta estructura esté en el centro de una gran ciudad, y no en las afueras. No tienen jardín, pero sí una terraza en el último piso. Esto permite que el contacto con la comunidad sea real, no simbólico. Que las personas mayores no pierdan el pulso del barrio ni el acceso a tiendas, templos o calles familiares. Y que las familias puedan visitar sin complicaciones, sin tener que hacer excursiones al extrarradio.

En el viaje geroasistencial hemos visitado diferentes tipos de centro. Esta es la última visita a residencias y nos vamos con la sensación de que nos han hablado de Atención Centrada en la Persona sin mencionar la palabra ni el contexto. Como si hubiésemos visto una versión Japonesa de una historia que conocíamos y ahora nos quedamos con la sensación de no saber cuál era la versión original y cuál la que se inspiró en ella.

Autor del texto Josep de Martí Vallés. Jurista y Gerontólogo. Fundador de Inforesidencias.

Síguele el Linkedin: https://www.linkedin.com/mynetwork/discovery-see-all/?usecase=PEOPLE_FOLLOWS&followMember=josep-de-marti-valles

Valora esta noticia
0
(0 votos)
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios