La Fundación Notariado y la Plataforma de Mayores y Pensionistas (PMP) han solicitado un marco jurídico claro que regule los pactos asistenciales y convivenciales, en el contexto de una jornada dedicada a abordar el creciente fenómeno de la soledad no deseada entre las personas mayores. Este evento, titulado Soluciones asistenciales de convivencia ante una situación de soledad no deseada, reunió a expertos en derecho, notarios y representantes del movimiento asociativo de mayores.
Los pactos asistenciales se están convirtiendo en una solución cada vez más relevante para combatir la soledad, pero su implementación requiere un soporte legal adecuado. Durante la jornada, se destacó la necesidad de crear un entorno jurídico que facilite estas iniciativas, permitiendo a los mayores vivir en sus hogares con mayor seguridad y autonomía.
Desafíos del envejecimiento
La presidenta de la Fundación Notariado y del Consejo General del Notariado (CGN), Concepción Pilar Barrio Del Olmo, inauguró el evento subrayando que el envejecimiento es un logro social que plantea nuevos desafíos jurídicos. “Nuestra obligación es facilitar que las personas mayores disfruten de su autonomía con seguridad”, afirmó. Además, resaltó que los notarios son testigos de nuevas formas de convivencia que surgen como respuesta a la soledad y la falta de recursos.
Barrio Del Olmo también hizo hincapié en que el cambio demográfico ha desestructurado los modelos tradicionales de cuidado familiar. En este sentido, defendió que aunque los pactos asistenciales ya existen sin necesidad de regulación formal, contar con un marco jurídico sería beneficioso para su promoción y protección.
Nuevas perspectivas sobre el envejecimiento
El presidente de PMP, Jesús Norberto Fernández, abordó la importancia de ofrecer respuestas diversas a las realidades variadas del colectivo senior. Advirtió sobre los peligros de aplicar soluciones únicas a un grupo tan heterogéneo como el de las personas mayores y abogó por alternativas residenciales que permitan envejecer dignamente en sus propios hogares.
Fernández también enfatizó la necesidad de reforzar los sistemas de apoyo domiciliario y teleasistencia universal. Propuso avanzar en el desarrollo de pactos asistenciales como complementos a las prestaciones del Estado del Bienestar, instando a notarios y organizaciones sociales a colaborar para garantizar asesoramiento jurídico seguro para las personas mayores.
Lecciones del pasado y propuestas futuras
Matilde Fernández, presidenta del Observatorio Estatal de la Soledad no Deseada, sugirió considerar estudios previos y programas piloto como base para nuevas soluciones adaptadas al presente. Recordó que “no partimos de cero” y mencionó iniciativas valiosas surgidas en los años 90 que podrían ser útiles hoy en día. Además, hizo hincapié en que la soledad también afecta a los jóvenes, proponiendo una perspectiva intergeneracional.
A lo largo del evento se desarrolló una mesa redonda moderada por el notario Albert Domingo Castellá, donde se discutieron distintos modelos convivenciales desde perspectivas prácticas y fiscales. La presidenta de la Comisión de Longevidad Empoderada y Colaborativa de PMP, Cristina Rodríguez-Porrero, enumeró las ventajas de los pactos mutuos: “son flexibles, sostenibles y promueven la autonomía”. También destacó su potencial para revitalizar comunidades rurales y urbanas.
Regulación necesaria para un futuro sostenible
Alicia Calaza, notaria en A Estrada (Pontevedra), compartió su experiencia al atender diariamente a personas mayores que buscan calidad de vida. Subrayó cómo el déficit de recursos puede afectar gravemente esta calidad y propuso centrar nuevos modelos asistenciales en la vivienda propia como eje fundamental.
Cerrando el ciclo, el inspector de Hacienda Domingo Carbajo abogó por una regulación clara que ofrezca seguridad jurídica a estas nuevas unidades convivenciales. “Para dar beneficios fiscales a estos pactos debe haber regulación”, concluyó, insistiendo en la necesidad urgente de adaptar el marco legal a una realidad cambiante.
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