La noticia Las residencias de ancianos, en alerta por la falta de mascarillas, del Ideal de Granada de fecha 18 de marzo de 2020, que alguno dirá que es antigua y desfasada, muestra, al que quiera y sepa entender, el sentimiento –el sufrimiento– que pasamos todos los trabajadores de las residencias de personas mayores, miedo e impotencia ante una situación desconocida que, ahora podemos decir, además no se veía reflejada para nada en los medios de comunicación que muchos de ellos de manera vil y cruel se atrevían a calificarnos no solo sin conocer nuestros recursos antes de la pandemia, sino nuestra total falta de medios durante la misma.
Jamás tendremos suficientes palabras y gestos de agradecimiento para reconocer las donaciones que recibimos de empresas y particulares, geles hechos de manera casera, monos de tratamientos fitosanitarios y mascarillas hechas con trapos… era lo que teníamos, nuestros proveedores –que también hicieron su negocio– cuando tenían genero multiplicaron los precios de estos escasos productos por cinco y cuando no lo tenían nos decían –era cierto– que estaban retenidos para poder hacerlos llegar a los hospitales.
Ahora vemos y oímos en la tele –pocos escuchan– algo sobre una trama que habla de personas –amigos de políticos en el poder– que se lucraron con altas comisiones en la venta de unas mascarillas, se les acusa de delitos de pertenencia a organización criminal, blanqueo de capitales, cohecho y delito de tráfico de influencias y contra la Hacienda Pública.
Independientemente del grado mayor o menor de culpabilidad, ¿alguien se ha parado a pensar las consecuencias que tuvimos las residencias ante la falta de mascarillas?
En España murieron en torno a 30.000 personas en las residencias de personas mayores, por cierto, más del 80% de estos mayores fallecieron sin derivarlos al hospital.
Podría seguir dando datos que deberían avergonzarnos del trato material y moral que recibimos en las residencias, de titulares falsos, de reportajes televisivos de pamplinas fogoneros, de los muchos que desde entonces necesitamos medicación para poder dormir… también les podía hablar de la valentía, del cariño, del esfuerzo y de la profesionalidad de las trabajadoras de los centros, pero todo parece que no importa, ¿verdad?
Les pido un favor a todos los que han llegado leyendo hasta el final de este artículo, cuando vean estos días la tele, y hablen de políticos y amigos de políticos que pudieron lucrarse mucho o poco con la venta de mascarillas servibles o inservibles… piensen por favor no solo en los delitos de estos personajes, piensen también en sus consecuencias... en lo que pasamos en las residencias de mayores.
Si (
No(