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LA PRESIDENTA DE AESTE EXPLICA CÓMO AFRONTA EL SECTOR LA FALTA DE PERSONAL

Natalia Roldán: "La capacidad de desarrollo e inversión de este sector puede verse afectado por la incertidumbre reglamentaria actual"

Natalia Roldán, presidenta de AESTE y directora corporativa del Área de Organización, Control y RSC del Grupo EULEN.
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Natalia Roldán, presidenta de AESTE y directora corporativa del Área de Organización, Control y RSC del Grupo EULEN. (Foto: Javier Cámara/Dependencia.info)
martes 04 de julio de 2023, 12:50h

La presidenta de la Asociación de Empresas de Servicios para la Dependencia (AESTE), Natalia Roldán, ha explicado a Dependencia.info que la falta de personal cualificado, especialmente en el tiempo de verano, "forma parte de nuestra dinámica", por lo que llevan tiempo realizando "planificaciones anticipadas, reorganizaciones y replanteamientos de algunos servicios de manera que las posibles incidencias relacionadas con ello, se vean minimizadas".

Al respecto, además, añade, "se realiza un mayor esfuerzo económico por parte de las entidades tratando así de incentivar las coberturas de las posiciones". Aun así, Natalia Roldán entiende que faltan leyes claras, ya que "la capacidad de desarrollo e inversión de este sector en nuestro país, con el impacto en generación de empleo que conlleva, puede verse afectado por esta incertidumbre reglamentaria actual".

La presidenta de AESTE responde a cuestiones como la falta de personal, también de una reglamentación óptima y a muchas más:

- ¿Cuáles son los principales problemas y desafíos que afronta el sector de la atención y cuidado de las personas mayores en la actualidad? ¿Qué necesita el sector ya?

Los principales retos que tenemos que afrontar están vinculados, por un lado, a la escasez de profesionales en el sector de los cuidados. Es un problema estructural que se agrava, en este caso, por la ausencia de reconocimiento social y económico, acorde al valor que aporta en nuestro país este sector y las profesionales que apuestan por ello.

Por otro lado, la ausencia de continuidad en las líneas de trabajo establecidas por los cambios políticos inciden directamente en la velocidad de cambio necesario para dar respuesta las nuevas demandas de la sociedad.

- ¿Hemos dicho adiós definitivamente a la pandemia? ¿Qué es lo más importante que hemos aprendido de la covid-19?

Nos gustaría que lo más importante hubiera sido la importancia y relevancia del sector de los cuidados en nuestro país. Somos un sector, del todo, necesario; con pasado, presente y futuro; que atañe a toda la sociedad civil, además de la responsabilidad que las diversas entidades públicas tienen sobre ello y, por encima de todo, la capacidad de respuesta, lucha, profesionalidad y vocación del sector, para hacer frente, sin género de duda, a cualquier situación que afecte a las personas más frágiles y vulnerables.

- ¿Cómo afrontan este verano la falta de trabajadores en sus centros?

Esta situación forma parte de nuestra dinámica, por lo que llevamos realizando planificaciones anticipadas, reorganizaciones y replanteamientos de algunos servicios de manera que, en estos meses de verano, las posibles incidencias relacionadas con ello, se vean minimizados. Por otro lado se realiza un mayor esfuerzo económico por parte de las entidades que gestionamos estos recursos de atención tratando así de incentivar las coberturas de las posiciones.

- ¿Cómo fomentan la formación y el desarrollo profesional de los trabajadores de sus centros?

A través de una formación continuada especializada y sobre todo una formación que se diseña en base a la demandas y preferencias, por un lado, de los propios profesionales y, por otro, en base a la detección de áreas de mejora y de actualización.

Combinamos, al máximo, la formación presencial, absolutamente imprescindible en nuestro sector, con la formación online, de manera que se facilite al máximo el acceso a toda medida que mejore la capacitación de los equipos de profesionales.

- ¿Cómo promueven la calidad de los servicios de atención y cuidado a las personas mayores las empresas que representan?

Además de contar con diferentes acreditaciones de sistemas de calidad, de manera sistemática, trabajamos por la calidez en los cuidados, reforzando toda habilidad, actitud y motivación de los equipos.

- ¿Cree usted que las inspecciones están cumpliendo su función? ¿Cambiaría algo del modelo de inspección a las residencias?

Es necesario cambiar porque la sociedad hace tiempo que ha cambiado y el avance en nuestro sistema va a una velocidad inferior a la realidad. En lo que a modelos de inspección se refiere, el proceso debe de ir parejo a las tendencias actuales. De nada sirve hablar de implantar una Atención Centrada en la Persona, con todo lo que ello conlleva, si en los procesos de inspección las adecuaciones necesarias para ello se interpretan de otra manera.

A pesar de ser un sector especialmente regulado e inspeccionado, desde AESTE somos los primeros en apoyar toda medida que garantice la mejor atención de las personas y, por ende, toda acción que dinamice la detección de prácticas no adecuadas.

- ¿Cómo ven el reto de la Transparencia? ¿Promueven algunas prácticas para fomentarla?

Por nuestra parte, compartimos el concepto de servicios de “puertas abiertas”. El concepto comunitario es perfectamente compatible con nuestros modelos residenciales, y no sólo con los servicios de prestación domiciliaria, como son la teleasistencia, la ayuda a domicilio o los centros de día. Defendemos la libertad de elección de las personas usuarias y sus familiares para elegir el lugar en el que quiere ser atendidas: ¿qué mejor ejercicio de calidad y transparencia que éste?

- Hablando de política... ¿cómo ven el futuro del Acuerdo Belarra?

El acuerdo de acreditación, que no modelo de servicios, debe ser sometido a un nuevo consenso fundamentalmente por ser todos conscientes de la falta de memoria económica y por tanto de la financiación adecuada para que dicho acuerdo sea parejo a la sostenibilidad del sistema. La capacidad de desarrollo e inversión de este sector en nuestro país, con el impacto en generación de empleo que conlleva, puede verse afectado por esta incertidumbre reglamentaria actual. La transferencia de las competencias en esta materia hará que el acuerdo de acreditación precise de un replanteamiento para lograr hacer efectivas las expectativas generadas por ello.

Hoy por hoy, dicho acuerdo, conlleva una mayor presión en los costes, lo que impacta directamente en las partidas presupuestarias de las CCAA y de las familias y personas usuarias de los servicios; una disminución de plazas (lo que nos aleja más del referente del 5% indicado por la OMS); una separación de la realidad sobre el problema estructural en el país de falta de profesionales; una ausencia de modelo de trabajo en base a la calidad de la prestación y una mayor injerencia en la capacidad de elección de las personas. A mayor intervencionismo, menor flexibilidad del sistema.

- ¿Cree que se está haciendo lo suficiente desde las Administraciones para enfrentarse al envejecimiento de la población y el correspondiente aumento de la demanda de servicios de atención y cuidado?

Se está avanzando pero no lo suficiente ni a la misma velocidad. El sector de los cuidados es el sector más transversal que existe en nuestro país: está íntimamente relacionado con el ámbito de lo social y de la conciliación; de la ciencia y de la sanidad; de la educación, el empleo y la economía. Nuestro sector precisa de un abordaje en el que también tiene cabida hablar de políticas migratorias ordenadas sin olvidar la visión de género tan marcado en nuestro sector.

Encuentre residencias de mayores en la ciudad de Barcelona

Destacar que enfrentarse al envejecimiento de la población, y a la demanda de los servicios, supone también enfrentarse al proceso de envejecimiento de los y las trabajadoras que prestan la atención y los cuidados, y este último punto incide directamente en la calidad de las personas -usuarios y profesionales- y en la sostenibilidad del sistema.

- El problema de la falta de financiación siempre está encima de la mesa... ¿Cuál es su perspectiva sobre la sostenibilidad económica de los servicios de atención y cuidado a personas mayores en el largo plazo? Siempre lo pregunto: ¿Falta dinero o faltan ideas?

Ideas no faltan. Son ideas basadas en la realidad que el sector vive cada día. Faltan claras intenciones de escucha y respeto a las valoraciones técnicas que, en muchos casos, permitiría llegar a más personas, con mayor calidad percibida y con partidas presupuestarias que, aunque incrementadas por el déficit de partida, serían más sostenibles.

Hay servicios que se vienen definiendo igual que hace 40 años. Un enfoque de integración de recursos y la inversión en tecnología permitirían optimizar el ecosistema de cuidados actual y lograr una mayor interoperabilidad a favor de la calidad y la sostenibilidad.

- ¿Cuál es la postura de su institución respecto a la inclusión y diversidad en el ámbito de la atención y cuidado a las personas mayores?

Hay conceptos que no nos planteamos pues son intrínsecos a nuestra propia esencia. El sector solo puede respetar la inclusión y la diversidad. Se habla del colectivo de mayores como si fuera solo uno. Nuestro sector es tan diverso como personas diferentes son atendida en nuestros servicios. La diversidad y la inclusión son premisas que forman y han formado siempre parte de nuestro día a día.

- La penúltima, de mi negociado... El sector de la atención a las personas mayores sigue teniendo un problema de imagen en la sociedad y los medios de comunicación tienen parte de culpa en esto... ¿Hace la patronal alguna reflexión autocrítica? ¿Qué hay que hacer para mejorar esa percepción por parte de la población?

Desde el sector no podemos dar respuesta única ni abordar, como responsabilidad exclusiva, situaciones que forman parte de la sociedad actual. Hemos desnaturalizado una etapa vital de la vida; tan rica y tan llena de oportunidades y dificultades como cualquier otra. El envejecimiento no tiene cabida, salvo que sea bueno, bello y saludable: no siempre es así, al igual que tampoco lo son otras etapas, como la infancia, la adolescencia o la edad adulta.

Nuestra conclusión, después de las reflexiones, es el gran desconocimiento existente sobre un sector que, cada día, durante las 24 horas, funciona y da respuesta al cuidado y atención de millones de personas en nuestro país. Por eso existen un Estado de Bienestar, porque también existimos nosotros.

No es un tema solo de sector, debería de ser un tema de sociedad civil. De ahí que pidamos la presencia y los acuerdos en materia de Estado que den una garantía, un espacio adecuado y respetando una continuidad y una sostenibilidad al sistema actual y futuro.

- Terminamos con un clásico: ¿cómo ve el sector dentro de 5 años? ¿Y de 10?

Lo veo con mayor capacidad de elección por parte de las personas atendidas; lo veo con un desarrollo exponencial en el ámbito comunitario y domiciliario; lo veo con una transformación, mejor dicho, con una irrupción mayor de la tecnología consumida de manera particular, lo que puede dar lugar a nuevos desarrollos de servicios muy vinculados al ámbito de la prevención y la anticipación en materia de salud y cuidados.

Si logramos que desde las agendas políticas se haga bandera de este sector, que aporta riqueza futuro y valores, pondría el país en el punto de referencia de cómo deben desarrollarse las políticas en materia de salud y cuidados

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