Estamos escuchando hablar de nuevas formas de habitar, de soluciones innovadoras para residir, y con ello, aparecen palabras como el Senior Living, el Senior Cohousing, las Greenhouse. Estas formulas dan respuestas a nuevas formas de vivir, en comunidad y con servicios, que si bien son habituales en el norte de Europa y Estados Unidos, en España aún tenemos un poco de lío con estos conceptos.
Soy María San Juan, consultora de Covivienda, y voy a aportar mi punto de vista para aclarar que es qué.
Partimos de la premisa, de la importancia de a necesidad humana de vivir en sociedad, de sentirse parte de una comunidad, de un lugar de un sistema. Esto puede ser cubierto a través de la pertenencia a una familia, una empresa, un equipo de futbol, a una comunidad social.
En el caso de las personas mayores o senior, hay que sumar necesidades propias de este ciclo vital: el envejecimiento activo, así como evitar la soledad no deseada, el aburrimiento y el sentimiento de inutilidad, como nos demuestra la “alternativa Eden”.
Todos ellos se tratan de alojamientos donde priman los espacios comunes, en los que desarrollar actividades y servicios para la comunidad. Donde se comparte, se desarrolla la interacción social y se facilita una solución habitacional temporal o permanente. Se valora la convivencia, se comparten gastos, suministros y se dan gran valor a los cuidados de las personas.
El caso del Coliving puede decirse que responde más a ciclos vitales, como la emancipación familiar, tiempos de formación, proyectos laborales, integración social,etc. Estamos hablando de alquileres temporales, de espacios que se han promovido por una empresa o institución, y que generalmente opera una empresa de servicios. La comunidad se crea a partir de un inmueble a partir de las necesidades sociales y del mercado. No suelen ser vivienda completas, si no alojamientos dónde los espacios privados son una habitación con baño, y a veces office. El resto de espacios son comunitarios, cocina, lavanderías, salones, comedores, salas de actividades físicas, de ocio y sociales, gestionados por la operadora, que es quién estipula el reglamento de régimen interno.
En el caso de la Vivienda Colaborativa, Covivienda o Cohousing, la promoción parte de las personas que conforman una comunidad que lo reside y autogestiona. Tienen un carácter de primera residencia de larga duración. También existen ejemplos de promociones de colaboración público - privada, en los que las administraciones facilitan el acceso a suelos o inmuebles de titularidad pública, que pone a disposición de las comunidades, que suelen conformarse jurídicamente como cooperativas en cesión de uso, que favorece la autopromoción y la autogestión de los alojamientos, aunque también pueden constituirse como asociaciones, empresas o cualquier forma legal que integre personas reunidas en torno a un bien común.
Las viviendas son completas, y se complementan con espacios comunes de encuentro y desarrollo de actividades dirigidas y auto-gobernadas por los residentes. Tiene un carácter más permanente, ligado a la creación de una comunidad sostenible de personas, las cuales apuestan por la solidaridad y los valores humanos.
En el caso del Senior Living, como en el coliving, estos modelos residenciales, están promovido por una entidad pública o privada, la cual tiene la propiedad y/o la operativa del residencial, y los habitantes pagan un alquiler por los espacios privados, aunque también pueden ser copropietarios de la empresa.
El Senior Living, amplía el tiempo de permanencia hasta el final de la vida, en caso de no necesitar apoyos por alta dependencia. Responde a necesidades vitales de compañía, de desarrollo social, de seguir siendo útiles para la sociedad a la vez que son cuidados por esta.
La diferencia más importante por tanto está en la promoción y en la fórmula operativa, en el caso del Senior Cohousing, es fundamental la decisión colaborativa y participativa de las personas que lo conforman, se aspira a una gobernanza sociocrática: es decir: participativa, equitativa y eficaz, sobre los temas básicos de la vida que se desarrolla en el residencial, que tiene que ir desde los horarios de alimentación, limpiezas, desarrollo de la vida en común, de las actividades a realizar, de la interacción con los habitantes de los pueblos y barrios donde se instalan, así como de la ayuda mutua y sabiduría compartida.
También, en el caso del Cohousing Senior, se promueve el envejecimiento activo y se da respuesta a las necesidades residenciales en la última etapa vital de las personas., donde se alternan cuidado voluntarios con cuidados domiciliarios profesionales.
Estas nuevas formas de residir son por tanto respuestas que dan sentido a una parte esencial de nuestro carácter social como seres humanos: recuperar la capacidad de organizarnos como estructuras sociales de personas, lo que implica ser capaces de pedir sal al vecino o poder llegar a entendernos y tomar acuerdos, sin discutir, cada vez que hay una reunión de vecinos.
María San Juan Grande, consultora de Covivienda y arquitecta, a través de su proyecto Covivienda del Cuidado, y junto a un nutrido equipo de colaboradores, entre los que destacan Hábitat Colaborativo y The Sociocracy Group, acompaña a las personas que conforman comunidades y a las entidades promotoras, en los diferentes ámbitos sociales, mercantiles y administraciones públicas, a desarrollar proyectos de covivienda, en sus modelos de Cohousing y Coliving. www.linkedin.com/in/maría-san-juan-grande