Hasta 23 personas mayores, residentes de Colisée El Puig, tenían un sueño de irse de vacaciones, pero su delicada situación no les permitía hacerlo solos. Entonces se puso en marcha todo un mecanismo de solidaridad y los trabajadores de la residencia se ofrecieron para acompañarles en su tiempo libre.
La directora del centro lo planificó todo y la Fundación Colisée aportó su contribución para que el coste fuera asequible para todos. Y este es el resultado...