Conocido que la Comisión de Salud Pública ha acordado que la campaña de vacunación de la cuarta dosis anticovid en las residencias de personas mayores y para mayores de 80 años comenzará el 26 de septiembre, bueno resulta preguntarse si es realmente necesaria esta segunda dosis de recuerdo "4º dosis" desde el punto de vista médico o si es así porque la variante Ómicron obliga a reforzar.
Se espera que los residentes y los trabajadores de los centros residenciales y sanitarios estarán inmunizados la semana del 10 de octubre.
El Ministerio de Sanidad estima que durante este mes de septiembre lleguen a España 10 millones de unidades de estas vacunas de los fabricantes Pfizer y Moderna adaptadas a la nueva variante Ómicrom. Igualmente, puede sumarse pronto también la de Hipra, que espera la autorización definitiva de la Agencia Europea del Medicamento (EMA).
Desde la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), Lizzeth Canchucaja, que es miembro de su grupo de trabajo de vacunas, ha apuntado a Dependencia.info que en la valoración de la cuarta dosis se han tenido en cuenta, sobre todo, la "alta efectividad de la vacunación realizada hasta el momento frente a la hospitalización, mortalidad y la posible estacionalidad de la infección".
La experta de la SEGG subraya que, según los estudios, "se observaba una disminución de la efectividad vacunal a partir de los seis meses". E insiste en que "la infección más la vacunación puede que no sea duradera ni logre una sustancial protección frente a las nuevas subvariantes de Ómicron por lo que se recomienda una nueva dosis de recuerdo sobre todo a los más vulnerables".
Lizzeth Canchucaja nos lo explica con más detalle:
¿Cómo está la situación ahora mismo en las residencias en cuanto a situación epidemiológica?
Como sabemos la Estrategia de vigilancia y control frente a COVID-19 tras la fase aguda de la pandemia ha cambiado y sólo se realiza una prueba diagnóstica de infección activa (PDIA) en situaciones específicas que incluyen fundamentalmente personas con criterios de vulnerabilidad o relacionadas con ámbitos vulnerables; muchas de las personas institucionalizadas en las residencias pertenecen a este grupo. Los casos notificados representan por tanto a estos grupos y no al total de infecciones por SARS-CoV-2.
En el último informe del 29/08/2022 al 4/9/2022 las Comunidades Autónomas han notificado 552 casos en las residencias de personas mayores; respecto a los datos previos la incidencia de casos en centros residenciales desde el inicio de la pandemia ha disminuido progresivamente, así como la letalidad global y la mortalidad lo que evidencia claramente la efectividad vacunal. Un ejemplo en cifras; la letalidad global en centros residenciales desde el inicio de la pandemia hasta la fecha se sitúa en el 7,99% cuando en el 2020 había llegado a ser del 20,39% y la letalidad, tras pauta de vacunación completa generalizada a todos los residentes se sitúa en el 2,51%.
A pesar de que los datos epidemiológicos son favorables hay que tener presente que la variante Ómicron (actualmente los linajes predominantes son BA.5 y los derivados de BA.5) sigue siendo dominante en estos momentos en España y es la que tiene mayor capacidad de escape inmune que variantes previas e incremento en transmisibilidad y la vulnerabilidad de los pacientes ingresados en las residencias.
Tras el anuncio del Ministerio de Sanidad, ¿realmente es necesaria una 4ª dosis? ¿Es así porque la variante Ómicron obliga o porque hay que reforzar?
En la valoración de la segunda dosis de recuerdo "4º dosis" se han tenido en cuenta diversas consideraciones, sobre todo la alta efectividad de la vacunación realizada hasta el momento frente a la hospitalización, mortalidad y la posible estacionalidad de la infección. Además de las cepas circulantes, como sabemos, la variante ómicron sigue siendo la variante dominante en estos momentos en España, caracterizada sobre todo por la mayor capacidad de escape inmune que variantes previas.
Si bien se observa una alta efectividad de la vacunación frente a COVID-19 (85-90%) de forma mantenidas frente a hospitalización y defunción en mayores de 60 años también se evidencia mayor caída en personas de 80 y más años. Además, según los estudios se observaba una disminución de la efectividad vacunal a partir de los seis meses. Otro fenómeno que tenemos que tener en cuenta sobre todo en la población vulnerable es la inmunosenescencia (deterioro del sistema inmunitario provocado por el envejecimiento).
Los estudios existentes hasta la fecha muestran diferentes tasas de protección tras la reinfección en función de la edad, la vacunación previa y el tiempo transcurrido desde la vacunación, siendo en general una clínica más leve sin embargo los principales factores de riesgo de enfermedad grave tras reinfección son la mayor edad, el sexo (mayor en hombres) y otras enfermedades concomitantes.
Según la evidencia es muy probable que ni el padecimiento de la infección ni la vacunación, sean altamente protectoras frente a las nuevas subvariantes de ómicron. Por otra parte, la infección más la vacunación, a pesar de inducir una inmunidad híbrida, puede que no sea duradera ni logre una sustancial protección frente a las nuevas subvariantes por lo que se recomienda una nueva dosis de recuerdo sobre todo a los más vulnerables.
Como sabemos las vacunas se adaptan (es decir, se actualizan); los datos disponibles de las nuevas vacunas, que se utilizarán como dosis de recuerdo, dirigidas principalmente contra las variantes que circulan en la actualidad, indican que pueden potenciar y ampliar la respuesta inmune.
La Comisión también ha fijado el 17 de octubre como arranque para la vacuna de la gripe, en función de la disponibilidad y circunstancias epidemiológicas de los distintos territorios y ciudades autónomas. ¿La lucha contra la covid en sus diferentes variantes será finalmente como contra la gripe?
Probablemente; pero de momento aún se pide prudencia, la pandemia sigue en nuestras vidas, según la Organización Mundial de la Salud el número de fallecidos ha disminuido a nivel mundial, pero es previsible que en invierno aumenten las hospitalizaciones y los fallecimientos.
Además, las subvariantes de Omicron son más transmisibles que sus predecesoras y persiste el riesgo de nuevas variantes y aunque la ciencia conoce mejor al virus aún falta evidencia científica; con el tiempo, esperemos que pronto, se convierta en una enfermedad endémica.
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