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Yo no me vacuno. ¿Y ahora, qué?

Por Josep de Martí
Enfermera con una vacuna.
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Enfermera con una vacuna. (Foto: TVE)

En la residencia las Marismas, de la que por cierto eres directora, se está viviendo la enésima ola de la pandemia de una forma mucho menos dolorosa que las anteriores, aunque, aún así, dura.

Todos los residentes están vacunados y de los cuarenta trabajadores y trabajadoras, cuatro decidieron no vacunarse. En principio fueron doce, pero, a medida que han pasado los meses, la gran mayoría de los que prefirieron no vacunarse accedieron a ponerse la vacuna al ver que sus reservas eran infundadas.

Ahora tenemos un conflicto doble.

Por un lado, tenemos que contratar a nuevos profesionales, especialmente auxiliares y, por supuesto, querríamos que quienes entren a trabajar en la residencia tengan la pauta de vacunación completa. Por otro, tenemos que afrontar la situación de los cuatro no vacunados.

Empezando por la segunda. Ya hemos hablado con ellos de diferente forma y mantienen que la vacuna no es obligatoria y nadie les puede forzar a ponérsela. Aceptan hacerse las pruebas PCR que ordenen las autoridades. Uno nos ha traído una noticia publicada en internet que dice que la Marea de Residencias apoya que la vacuna no sea obligatoria y “que los trabajadores que deciden no vacunarse pueden realizar otras tareas como hacer las camas u ordenar los armarios, siempre con las medidas de protección necesarias”.

A ti te parece algo totalmente descabellado, ya que la labor de ordenar armarios y hacer camas ya tienen quien las haga y cambiar la organización de la residencia por este motivo te plantearía reservas éticas y más que posibles quejas de los otros trabajadores de la residencia.

De momento, sigues esforzándote por tener una vigilancia especial.

En cuanto a las nuevas contrataciones. Te gustaría poder poner en los anuncios de la bolsa de trabajo de Inforesidencias.com que un requisito para trabajar en la residencia es que se tenga la vacuna completa, pero has leído que esto puede ser problemático, ya que, incluso, está prohibido preguntar si uno se ha puesto la vacuna.

Ante esta situación te planeas varias soluciones:

  • Sencillamente, no preguntar nada y poner a los no vacunados a ordenar armarios y hacer camas.
  • No hacer la pregunta directamente, aunque incluir algunas preguntas que permitan deducir, o por lo menos intuir, si la persona está vacunada (tu abogado te ha advertido que esta vía puede tener consecuencias).
  • Preguntarlo directamente pasando de las advertencias.

Una parte de ti te dice que la situación es ridícula cuando sabemos que en países como Francia y Reino Unido todo el personal sanitario y que trabaja en residencias tiene como requisito previo para trabajar haber recibido la vacuna. Resulta chocante que por querer poner la seguridad y salud ante todo te puedan llegar a sancionar cuando sabes que las órdenes recibidas de la administración durante los peores momentos supusieron verdaderas limitaciones en el día a día de los residentes.

Por otra parte, no quieres comprometer a la residencia y quieres mantener una buena relación con la administración.

¿Qué harías tú?

Nota: Si alguien quiere enviar una opinión elaborada y nos la quiere hacer llegar a info@inforesidencias.com podemos publicarla de forma separada, no como comentario.

Autor: Josep de Martí. Perfil de Linkedin

Jurista y Gerontólogo. Director de Inforesidencias. Profesor del Máster en Gerontología Social y Postgrado de dirección de residencias en las universidades UB, UAB.
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