Ya hemos visto que el Gobierno de Navarra ha abonado 2,5 millones de euros a las residencias por los gastos extraordinarios ocasionados por el coronavirus durante la pandemia.
Desde el punto de vista de la gestión de una residencia, no es un tema menor saber si han aumentado mucho los gastos extraordinarios que tiene una residencia en conceptos como aprovisionamiento de EPIs, pruebas de diagnóstico PCR o antígenos, materiales de limpieza, desinfección e hidrogeles, así como, principalmente, personal extra para hacer frente a las innumerables bajas propiciadas por las cuarentenas obligadas por los protocolos.
El director de Operaciones de DomusVi, José Luis Roselló, no lo ve fácil por la cantidad de factores distintos que influyen en las residencias: “Se trata de un tema extremadamente complejo porque hay una gran variación de un centro a otro y, por supuesto, de una comunidad autónoma a otra porque es evidente que la pandemia ha cambiado la estructura de costes de los centros residenciales”.
E insiste en que ha cambiado, desde luego, en el aspecto del material porque “algo que antes no se utilizaba”, no era necesario, no existía a efectos del trabajo diario, “ahora se ha convertido en un elemento cotidiano que se utiliza de forma masiva”. “Esto supone un impacto muy importante en las cuentas de cualquier organización”, destaca.
Roselló subraya que no puede concretar las cifras porque es un tema que cambia continuamente y “es diferente en cada sitio y en cada situación, pero es evidente que hay un enorme sobrecoste en todos los sentidos”.
Pero, además, el director de Operaciones de DomusVi apunta hacia otro elemento, que es el personal adicional: “Estamos invirtiendo en este aspecto porque cada vez que tenemos un brote o cuando estamos previniendo cualquier tipo de situación con la creación de unidades especiales con personal específico estamos incrementado las dotaciones de personal que tenemos en los diferentes centros”.
Esto implica, por supuesto, “unos recursos adicionales que, no tengo ninguna duda, todas las compañías están asumiendo y la nuestra en particular, está asumiendo de forma muy importante un coste adicional en la dotación de personas y en la dotación de equipos de protección”.
En este último aspecto, José Luis Roselló termina subrayando que se trata de “una dotación adicional, además, por encima de normativa para asegurar el máximo aislamiento en las diferentes unidades de convivencia que tenemos en los centros”.
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