Hace unos meses en una tribuna titulada “Mentiras, patrañas y estadísticas en los fallecimientos por covid-19” apunté que se estaba produciendo una batalla por el relato, una lucha por encontrar una explicación fácil a lo que ha sucedido y está sucediendo. En ese contexto algunos se esfuerzan por dar la sensación de que las residencias, especialmente las privadas, ha sido donde se ha concentrado lo peor de la pandemia; y qué mejor forma de consolidar esa idea que decir repetidamente que dos de cada tres muertos por covid eran mayores que vivían en residencias. Creo que todos lo hemos oído; lo hemos leído incluso en el informe de Médicos sin Fronteras, es una proporción muy llamativa pero… es falsa, vamos.. que es mentira.
La abanderada de la patraña es TVE en una página web que dedica a hacer una Radiografía del coronavirus en residencias de ancianos donde se dicen cosas como ésta (pantallazo del día 8 de septiembre):
Cualquiera entenderá que el número total de muertos es de 27.359 de los que 18.883 o 19.963 eran mayores que vivían en residencias (¿por qué dos números con más de 1.000 fallecimientos de diferencia? No sé). Lo que no dice TVE es que los 27.359 son “fallecidos con un diagnóstico confirmado de covid-19”, o sea, personas a las que les habían hecho un test PCR u otro método de diagnóstico y habían dado positivo; mientras los 18 o 19 mil fallecidos no son solo los mayores residentes que murieron con un test positivo por Covid-19 sino también los que eran sospechosos de sufrir la enfermedad. Es decir, se están comparando cosas diferentes obteniendo un resultado engañoso.
Viendo la porquería que nos ofrece la web de TVE he intentado encontrar alguna fuente más fiable y menos “influenciable” por parte de los poderes públicos locales. Así llego a la Internacional Long TermCarePolicy Network (red internacional de política de atención a largo plazo), una organización dependiente del London School of Economics que lleva tiempo recogiendo datos y generando documentación sobre cómo la pandemia está afectando a las residencias en diferentes países. En un documento actualizado a 20 de Junio de 2020 dice lo siguiente (página 14)
“Teniendo en cuenta estas limitaciones y utilizando los últimos datos proporcionados por los gobiernos regionales, un total de 19.553 personas han fallecido en residencias (23 de junio). Este número incluye tanto las muertes de personas que han sido diagnosticadas con Covid-19 y las muertes de aquellos con síntomas de la enfermedad pero que no han sido diagnosticados. Estas muertes representan un 68,1% de todas las muertes confirmadas por Covid-19 en España.
Sin embargo, si no se tienen en cuenta las muertes de personas sin una prueba positiva, el número de las muertes en residencias se reducirían a 9.679, un 34,1% de las muertes registradas oficialmente en España. Este porcentaje probablemente esté más cerca de la realidad, ya que los datos generales sobre la mortalidad por Covid-19 en España hace referencia al total de casos confirmados mediante una prueba de diagnóstico (PCR o prueba de anticuerpos).
Una forma alternativa de medir el impacto del Covid-19 en la mortalidad de las residencias de mayores consiste en calcular el porcentaje de muertes registradas en las mismas (tanto sospechosas como confirmadas) en relación con el exceso de mortalidad de la población mayor de 74 años y del conjunto de la población en España.
Según datos del Sistema de Monitoreo de Mortalidad Diaria (MoMo), el exceso de mortalidad de personas de más de 74 años en España calculado para el período 20 de marzo-30 de mayo ha sido de 35.614, lo que representa el 82% del exceso de mortalidad total registrado. Las 19.553 muertes en hogares de ancianos representan el 55% de este exceso de mortalidad en personas mayores de 74 y 45% de todo el exceso de mortalidad total.
En España se estimaba que había 322.000 residentes en residencias de ancianos en 2019, por lo que la proporción de residentes que se estima que han muerto (vinculado a Covid-19) sería del 6%”.
O sea que, si se comparan cosas similares el porcentaje de fallecidos por Covid-19 (con diagnóstico confirmado o síntomas compatibles) que vivían en residencias representarían uno de cada tres y no dos de cada tres, algo que coloca a España en la banda alta cuando a número de fallecimientos se trata y en la media si se trata de la proporción de fallecimientos en residencias.
¿Es importante este matiz? Yo creo que sí ya que, para empezar es mucho más cierto, pero además es una realidad que deja de “manchar” a la residencias. Quienes tienen interés en que no haya residencias de mayores privadas, basándose en los chapuceros datos de TVE van extrapolando y dicen que en “tal comunidad” el porcentaje alcanzó el 80 o el 90% fundamentando sobre eso su ataque al sector. Da igual que no sepamos todavía, ni siquiera por TVE, cuántos fallecimientos se han producido en residencias públicas, concertadas o totalmente privadas.
Creo que va siendo hora de que esos datos sean compartidos por parte de la administración y que, sobre datos reales y comparables, podamos pensar cómo preparar a las residencias para la próxima pandemia poniendo en la balanza, no sólo la seguridad de los residentes, sino también su derecho a elegir.