El martes pasado, en la Federación Empresarial de Atención a la Dependencia de Castilla y León estábamos de celebración. Concretamente se conmemoraban las bodas de plata de la
unión de un sector clave en esta región. Un colectivo que tras 25 años ha logrado una transformación en la atención residencial que es ejemplo en el resto del país.
Cuando empezamos en 1993, las residencias eran instituciones que básicamente cubrían los servicios de los usuarios. Gracias a la investigación, a viajar, a colaborar con las instituciones públicas, a formarnos, unirnos y abrir las miras, comenzamos una adaptación que ha transformado totalmente el modelo de atención que ahora tiene A LA PERSONA EN EL CENTRO.
Un modelo que aquí en Castilla y León hemos denominado ‘En mi casa’. ¿Por qué?, porque lo que se pretende es que las personas que por el proceso natural del envejecimiento ya no pueden residir en sus domicilios acuden a uno de nuestros centros, puedan sentirse como si tal, pero con la atención y el servicio que requieren, no como en un hotel o en un hospital.
Nos hemos ido adaptando a la realidad, porque si nosotros ni vestimos ni nos comportamos igual ni tenemos el mismo modelo de vida (ni siquiera existía el whatsapp) no podemos pretender que las personas mayores sigan requiriendo el mismo modelo de atención.
Por ello, el martes, cuando exponíamos esto y mirábamos al futuro, viendo los cambios, analizándolos y entendiendo que nos queda mucho por hacer, cayó como un jarro de agua fría la sentencia que echa para atrás el decreto de la Junta de Castilla y León de 2017 que valida este modelo ‘En mi casa’, que responde a lo que los propios usuarios nos piden.
Una sentencia que lo que dice es que existen errores de forma pero no de fondo. Que no pone una pega al trabajo que hacemos con éxito para las propias personas mayores, para los PROPIOS PROFESIONALES QUE LOS ATIENDEN, cuyo número no se verá reducido con la aplicación del modelo, y para las familias. Un resultado del tribunal que pone peros a la forma en que se ha llevado a cabo la gestión de la aprobación del decreto.
‘En mi casa’ no dará un paso atrás, sino hacia delante. Apoyaremos como lo hemos hecho hasta ahora, los recursos que la propia Junta de Castilla y León ponga para que el decreto siga adelante y mantendremos un modelo de atención de ÉXITO porque lo importante para nosotros son las PERSONAS.
Seguiremos trabajando por y para ellas al menos otros 25 años…