Cómo un hasta ahora aliado puede convertirse en gran peligro.
En el imaginario popular, los pastilleros, esos recipientes en los que se dividen los tratamientos farmacológicos, están para facilitar la organización e ingesta de los medicamentos. Sin embargo, un reciente estudio publicado en la prestigiosa Health Technology Assesment revela justo lo contrario.
Investigadores de la Universidad de East Anglia (UEA), en Reino Unido, han realizado un seguimiento a un grupo de 70 mayores para averiguar cómo afectaba la organización en pastilleros a sus tratamientos llegando a una sorprendente conclusión: al menos un tercio de los sujetos, todos ellos mayores de 75 años, expuestos al experimento cometieron errores en la toma de sus medicinas provocando que su médico recetara de más y exponiéndolos a graves sobredosis.
A juicio de los investigadores, los pastilleros pueden crear confusión entre los usuarios, pues a menudo erran a la hora de automedicarse, lo que les pone en un serio peligro para su salud en función de las patologías por las que se vean afectados.
"De media, los pacientes que utilizaban el método tradicional y que ahora hacían uso de sus pastilleros para medicarse confundían las dosis y se pasaban en las mismas, agravando su estado de salud, mientras que os que no alteraron sus hábitos permanecieron más sanos", sostiene Debi Bhattacharya, investigador de la UEA y uno de los responsables del estudio.
Este asunto no es menor, pues solo en Reino Unido se calcula que el Servicio NAcional de Salud (NHS, en sus siglas en inglés) receta 2,7 millones de pastillas al día en el país, por lo que el porcentaje de potenciales afectados es enorme.