La Federación Empresarial de la Dependencia expresa su preocupación por una reforma elaborada sin consultar a los actores del sector. Advierte sobre la escasez de profesionales, la insuficiencia de ayudas y la falta de financiación adecuada.
La Federación Empresarial de la Dependencia (FED) ha mostrado su profunda preocupación ante la aprobación este martes por el Consejo de Ministros del Anteproyecto de Ley de reforma de la Ley General de Discapacidad y la de Dependencia por haber sido elaborada sin contar con la participación de los principales actores del sistema.
Esto, insiste la patronal, pone en riesgo la viabilidad de los servicios de atención a la dependencia y el bienestar de miles de personas en nuestro país.
Así, el presidente de la FED, Ignacio Fernández-Cid, ha lamentado que el Ministerio de Derechos Sociales haya trabajado en esta reforma de espaldas a los operadores que gestionan la mayoría de los servicios de atención a la dependencia en España: "Nos hemos enterado prácticamente cuando la reforma ya estaba decidida. Es inaceptable que se elabore un cambio normativo de esta envergadura sin consultar a quienes sostienen el sistema: las entidades que gestionan el 75% de la oferta residencial y el 95% de la ayuda domiciliaria".
Déficit de profesionales y reducción de la jornada laboral: un problema ignorado
Pero es que, además, el máximo responsable de la FED ha advertido de que uno de los principales problemas a los que se enfrenta el sector es la escasez de profesionales cualificados, algo que el anteproyecto ha ignorado por completo: "Actualmente no hay suficientes trabajadores para atender la creciente demanda, y no se están implementando políticas activas de empleo para atraer talento al sector".
Igualmentre, entiende que agrava esta circunstancia la reducción de la jornada laboral impulsada por el Ministerio de Trabajo que dirige la vicepresidenta Yolanda Díaz, ya que incrementará la necesidad de más profesionales, sin que haya un plan realista para su incorporación. Las dudas al respecto para Fernández-Cid son razonables: "Nos preguntamos de dónde van a salir los profesionales que se necesitan. Sin abordar esta cuestión, cualquier reforma es papel mojado".
Una apuesta exclusiva por la desinstitucionalización que deja sin opciones a los dependientes
Por otra parte, el anteproyecto de ley promueve una estrategia de desinstitucionalización. Esta política contra las macroresidencias, como ha explicado el propio Pablo Bustinduy nuevamente este martes, pretende favorecer la permanencia de los dependientes en su hogar, pero en la práctica se traduce en una demonización del sector residencial.
Fernández-Cid explica la situación del dependiente que quiere quedarse en su hogar: "Es fácil decir que las personas dependientes deben envejecer en sus casas, pero la realidad es que, actualmente, un dependiente de grado 3 recibe de media solo 57 horas de ayuda domiciliaria al mes, claramente insuficientes".
Y añade: "La decisión sobre dónde envejecer debe recaer en los propios dependientes y sus familias, y no imponerse desde una visión ideológica que no atiende a la realidad del día a día de los cuidados".
Sin financiación adecuada: promesas incumplibles
Otro de los puntos claves de la Ley de Dependencia sin resolver en esta reforma es la financiación. Para implementar cambios de calado en el sistema de dependencia es imprescindible un incremento de la financiación, algo que el anteproyecto no garantiza: "Se nos exige mejorar las condiciones laborales, aumentar los ratios de personal y mejorar la calidad del servicio, todo lo cual apoyamos plenamente. Pero, ¿cómo se supone que lo financiaremos si las tarifas siguen congeladas desde hace años?".
Por ello, esta patronal denuncia: "Nos hablan de obligaciones presupuestarias y de leyes de desindexación, pero lo cierto es que llevamos demasiado tiempo sin una actualización realista de la financiación. Así es imposible garantizar un servicio de calidad".
Exigencia de una reforma con sentido y diálogo real
Para terminar, la FED reclama en un comunicado al Gobierno que escuche a los verdaderos expertos en la materia y que impulse una reforma que tenga en cuenta la realidad del sector: "No queremos brindis al sol, queremos soluciones viables".
Fernández-CID concluye: "Es urgente que se realicen reformas con sentido, con contenido y, sobre todo, con un diálogo real con quienes trabajamos cada día en la atención a las personas dependientes, por ello volvemos a exigir a la administración la creación de una mesa de diálogo social para abordar y planificar los retos de futuro".