En la residencia Las Marismas, de la que, por cierto, eres la directora, siempre te has enorgullecido de la armonía y el buen funcionamiento del equipo, elementos que consideras fundamentales para proporcionar el mejor cuidado posible a los residentes. Sin embargo, te encuentras ante una situación desafiante que amenaza este equilibrio: dos de tus auxiliares, ambas excelentes en su trabajo, comprometidas y extraordinariamente amables con los residentes, tienen una relación interpersonal muy problemática.
A pesar de sus cualidades profesionales indiscutibles, la tensión entre ellas se ha convertido en una constante fuente de conflictos. Cada vez que coinciden en el mismo turno las discusiones son inevitables y estas disputas no solo perturban la atmósfera de trabajo, sino que también terminan afectando indirectamente el ambiente de la residencia. Al finalizar el turno, ambas se presentan en tu despacho para quejarse de la otra, relatando incidentes y actitudes que, según ellas, son inaceptables.
Frente a este dilema, has considerado varias opciones:
Modificar los horarios para evitar que coincidan en el mismo turno: sin embargo, la planificación de los turnos ya está establecida para los próximos meses, y cualquier cambio podría desencadenar una serie de complicaciones logísticas y descontento entre el resto del personal, especialmente porque hay turnos preferidos por muchas. Esta solución, además de temporal, podría sentar un precedente complicado, haciendo que situaciones similares sean aún más difíciles de manejar en el futuro.
Despedir a una de ellas: aunque esta medida resolvería el conflicto de forma inmediata, te resulta una opción muy desagradable. Ambas son trabajadoras valiosas y elegir a una para despedir, basándote en su comportamiento fuera de las tareas profesionales, te parece injusto y contraproducente.
Despedir a ambas: esta solución extrema tendría un impacto negativo no solo en ellas, sino también en la residencia, perdiendo a dos excelentes profesionales y teniendo que afrontar el proceso de encontrar y formar a sus reemplazos.
Intentar solucionar su incompatibilidad: ya has intentado mediar entre ellas en el pasado, buscando una resolución que permita una convivencia profesional armoniosa. Sin embargo, estos esfuerzos no han tenido éxito y la idea de volver a intentarlo te resulta exhaustiva y poco prometedora.
Ante este complejo escenario, buscas una solución que preserve la integridad del equipo, mantenga el alto nivel de cuidado ofrecido en la residencia y, al mismo tiempo, resuelva este problema de manera efectiva y definitiva. La situación te obliga a pensar en alternativas creativas y a considerar enfoques que quizás no hayas contemplado anteriormente.
En este punto de reflexión, te preguntas si existe alguna otra manera de abordar este problema que no hayas considerado. ¿Podría haber una solución innovadora que te permita mantener la armonía en el equipo sin tener que recurrir a medidas extremas?
Si estás leyendo este caso práctico, ¿se te ocurre alguna otra forma de afrontar el problema, teniendo en cuenta la importancia de mantener un ambiente de trabajo positivo y productivo en la residencia?
Autor del texto Josep de Martí Vallés. Jurista y Gerontólogo. Fundador de Inforesidencias.
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En la redacción del caso se ha usado como apoyo Chat-gpt
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