Sanitas dispone de salas con tecnología inmersiva que permite realizar actividades con los residentes como acercar el mundo exterior al interior de la residencia y así vivir nuevas experiencias o revivir situaciones del pasado.
Entre los principales beneficios, destaca que nos permite aumentar la motivación y la adhesión al tratamiento, ya que perciben la actividad no como un trabajo, sino como algo destinado a su entretenimiento.
Estas salas inmersivas generan reminiscencias, ya que pueden hacer que el residente vuelva al barrio en el que nació. Esto también aumenta la sociabilización y el bienestar emocional de los residentes y ayuda a gestionar los cambios asociados al envejecimiento.