Cuando escribimos estas líneas a finales de 2021/comienzo de 2022 continuamos viviendo momentos complicados y de desasosiego por el alto riesgo de contagio del COVID-19 en su variante Omicron en España y resto del mundo.
Estas difíciles circunstancias afectan directamente al cuidado de las personas dependientes tanto en los domicilios como en los centros asistenciales. La distorsión de la rutina habitual debido a la situación de pandemia tanto del entorno como de las propias personas dependientes es una de las variables que se debe tener en cuenta para conocer la causa del comportamiento de la persona dependiente y poder buscar soluciones. Debemos proceder ante situaciones de peligro de contagio (igual que ante riesgo de caídas) desde un enfoque preventivo que nos permita anticipar posibles escenarios futuros.
No podemos olvidar en tiempos de dificultad como los actuales el modelo de cuidado utilizado debe permitir abordar la crisis por el Coronavirus con Calidad de Vida continuando
- el cuidado con DIGNIDAD y SIN SUJECIONES
- Desechando el Paternalismo
- Cuidando Centrándonos en la Persona
- Abordando los Planes de Cuidado desde la INDIVIDUALIDAD y el desarrollo de la AUTONOMÍA
Es cierto que Decretos y Normativas de algunas CCAA “obligaron” al confinamiento de las personas usuarias con toda la problemática que ello conlleva.
Si bien desde la Fundación Cuidados Dignos observamos diferentes comportamientos en los centros respecto a la utilización de sujeciones. Por un lado, los centros que ya tenían consolidado el no uso de sujeción, esos centros no utilizaron sujeciones en general, buscando la forma de cumplir la normativa teniendo en cuenta las necesidades de las personas a quienes cuidaban, aunque en algunos se sufrió un leve aumento del uso de sujeciones durante la pandemia porque no se supo enfrentarse al reto de la pandemia sin necesidad de confinar y de sujetar a las personas, básicamente a las personas con trastornos de comportamiento. También es necesario comentar que en el momento en el que la situación mejoró y se instauraron las medidas preventivas en los centros y la presión social estuvo más controlada, en los centros se retomaron sus proyectos de retirada de sujeciones y muchos desde un principio, abordaron el tema sin sujeciones, con lo cual consolidaron el modelo.
Por otro lado, centros que se encontraban a medio camino, pues volvieron a usar sujeciones, pero cierto es que en cuanto todas las medidas preventivas entraron y se posicionaron, y se tranquilizaron respecto a la presión que estaban recibiendo externamente, volvieron a retomar sus proyectos de implantación del modelo de atención centrado en la persona sin sujeciones.
Es esencial continuar en el esfuerzo de mantener las buenas prácticas del cuidado apostando por un cuidado centrado en la persona sin sujeciones ni físicas ni químicas en todos los niveles asistenciales y en los domicilios como viene abanderando la Fundación Cuidados Dignos desde 2010 para lograr impeler un nuevo paradigma de cuidados de las personas dependientes desde la promoción de la mejora de la calidad de vida de las personas cuidadas que viven en centros sociosanitarios, sanitarios y sociales, así como en su domicilio, para garantizar unos cuidados seguros y llenos de respeto que no transgredan derechos básicos como la dignidad y la autonomía de tal persona cuidada, olvidándonos del Modelo de Cuidado tradicional excesivamente paternalista y proteccionista que no deja a la persona decidir sobre lo que quiere o no hacer o sobre cómo quiere o no quiere que la cuiden. Por el contrario, la Norma Libera-Care propuesta por Fundación Cuidados Dignos, se basa en la autonomía beneficente, ésto es, en la libertad de la persona para decidir sobre su bienestar.
Por todo ello, desde Fundación Cuidados Dignos que la Administración obligue a realizar una formación para aprender a no sujetar nos parece una buena noticia. Aunque asimismo, creemos que lo que necesita el país para dejar de sujetar es un enfoque más global, más general, en el que la cultura de cuidado sea una cultura más centrada en la persona. Esta preparación y formación de las organizaciones en avanzar a centrarse en la persona y paralelamente con las medidas que el Modelo de Atención Centrada en la Persona ofrece, para que los centros vayan aprendiendo a retirar las sujeciones o a No utilizarlas en las situaciones en las que en otras ocasiones se hubieran utilizado, es la formación que se debería de plantear.
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